En lo que va del verano, Rosario ya registró tres períodos de calor extremo y se encamina a atravesar una ola de calor si se mantienen las mínimas y máximas de manera consecutiva durante este sábado, domingo y lunes. De ahí en adelante es probable que vuelva a precipitarse un frente tormentoso como el de esta semana producto del pulso de aire polar proveniente de la Patagonia. Cuál fue el récord y qué se espera para lo que resta del verano.
Récord de temperaturas extremas
En declaraciones a La Capital, la meteoróloga Vanessa Balchunas apuntó que "el récord de temperaturas extremas en Rosario data de enero de 1943, con 42,4 grados, superando el registro de 1938, con 42,1. A su vez, señaló que "se registró una temperatura similar el 14 de enero de 2022, en pleno período de La Niña, hubo 40,1 grados reales".
"Se prevé que durante domingo y lunes sean días muy calurosos, puntualmente después del mediodía y hasta las 18, donde las temperaturas suelen elevarse por el efecto del viento proveniente del sector norte, el cual mermaría durante la noche al rotar al este", abundó.
También señaló que este período de calor que comenzó este sábado y perdurará hasta el lunes, dejará temperaturas que alcanzarán los 35 grados y pueden superar los 40.
"Tiene a ser el tercer período de calor extremo en este verano, dependiendo de todo el verano en general, ya que la semana pasada tuvimos un lunes con 38 grados y una sensación térmica superior a 40", precisó.
En ese marcó recordó que el pasado viernes 17 de enero la temperatura en Rosario registró 39 grados y una sensación térmica que también había rozado los 40 grados.
Probable período de ola de calor
Para que ocurra una ola de calor, las temperaturas mínimas deben ser superiores a los 22,5 grados y y las máximas superar los 32,5 durante tres días seguidos, algo que es probable que suceda.
"Con la temperatura de este sábado y sumado a las que se registren durante domingo y lunes, Rosario y la región quedarán eventualmente dentro de una ola de calor", anticipó Balchunas en relación al fenómeno climático agobiante que persiste en la región propio del calor sofocante.
En ese contexto, la especialista señaló que "estas primeras dos semanas del mes se perfilan como las más calurosas, después se mantendrán temperatura veraniegas, aunque van a disminuir estos períodos de calor".
Por qué tanto calor
La especialista explicó que el clima venía de un diciembre fresco y es por eso que enero no fue tan nocivo en materia de calor.
"Al estar los suelos templados, haber sequedad y no tanta humedad, parecía que los primeros pulsos de calor no eran tan agobiantes. Pero pasado ese período con el ingreso del viento norte, la temperatura comenzó a sentirse", explicó respecto a la marcada diferencia de temperatura entre enero y febrero.
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También aseguró que estos pulsos fríos que surgen a menudo "no son suficientes para desalojar todo el aire caliente propio de la temporada, por eso el calor vuelve potenciado por la humedad residual".
Tormentas de variada intensidad
Por otra parte, pidió prestar especial atención a los alertas climáticos que surgirán a raíz de este calor extremo y los ingresos de aire frío.
"Los alertas irán apareciendo en la medida que avancen los frentes fríos desde el sector patagónico. Eso traería aparejado un brusco descenso de temperatura y tormentas de variada intensidad", indicó.
En ese sentido, anticipó que el frente de tormentas que asoma en el horizonte provocará un "descenso de temperaturas por demás de 10 grados", con lo cual desde el miércoles habrá temperaturas agradables en toda la zona, inclusive el mismo partes cuando se den estos fenómenos.
Tormentas repentinas
Un dato importante que ofreció la meteoróloga es que en medio de esta energía acumulada por el calor y la humedad se pueden dar "tormentas repentinas de variada intensidad", es decir que en algunas zonas se pueden formar eventos climáticos, sin descartar presencia de humo a raíz de los incendios que se registran en la Patagonia.