Un velo de misterio se mantuvo gran parte de este jueves sobre el salto de dos paracaidistas en Puerto Norte, que se resolvió finalmente con la información de que el vuelo estaba autorizado por el organismo correspondiente, a pesar de la peligrosidad de la maniobra.
La avioneta partió desde Alvear y aterrizó en el Aeropuerto Internacional Islas Malvinas de Rosario, con todos los papeles en regla.
Todo empezó este miércoles por la noche, cuando los vecinos de Puerto Norte y barrios aledaños se llevaron una sorpresa al ver extrañas luces volando por el aire. Luego, dos hombres descendieron en paracaídas, echando chispas y envueltos en dispositivos lumínicos verdes y azules, sobre uno de los canteros de césped que dividen la avenida costanera Estanislao López, a la altura del 2800, frente a las torres Maui y Dolfines, de 45 pisos cada uno y 137 metros de altura.
Vecinos y transeúntes tomaron imágenes desde el suelo, desde balcones y desde vehículos, inmortalizando la peligrosa maniobra. Es que ambos bajaron a toda velocidad, uno con una campana con los colores de Newell's Old Boys y el otro de Rosario Central, en un lugar por el que pasa gente caminando, haciendo ejercicio, con paseando con niños y mascotas, en bicicleta, en moto o a bordo de sus autos.
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Rastreando el despegue
Lo que sí estaba claro, según fuentes consultadas por La Capital, es que dada la altura y el tamaño del paracaídas no había dudas: había sido un salto desde una avioneta, y no salto base desde una torre. ¿Por qué era importante? Si saltaron desde un aerovehículo a motor, eso debería estar en los registros de aeroclubes o aeropuertos de la zona. Todo despegue tiene que tener registro previo con plan de vuelo.
Producto de esto, muchos creían que se trataba de una actividad ilegal. "Se podrían haber generado accidentes o daños con los vehículos que transitaban por la avenida. ¿Qué pasaba si un automovilista se asustaba al ver algo a toda velocidad tirando chispas a su lado, y pegaba un volantazo?", comentó una de las personas consultadas.
Este tipo de actividades están reguladas, y solo se puede aterrizar en donde esté autorizado: hay grupos que lo han hecho en el parque Scalabrini Ortiz, la ex Rural, y canchas de fútbol, incluso con bandera. Pero esto conlleva una autorización de Administración Nacional de Aviación Civil (Anac), de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (Eana) y el lugar donde se salta, así como medidas de seguridad para que tanto el público como los paracaidistas no corran riesgos. No parecía ser el caso. Aunque lo fue.
Una de las preguntas sin resolver era desde dónde despegaron. Voceros del Aeroclub de Rosario aseguraban que no hacen paracaidismo y sus aviones no están preparados para esa actividad. Además, el aeródromo no puede tener operación de vuelo nocturna porque no tiene luces.
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Confusión
Lo cierto es que hasta ayer, 24 horas tras producido el hecho con gran repercusión en redes sociales, estas dos personas no estaban identificadas, y ningún grupo de paracaidistas rosarino quería tener nada que ver con ellos. Mientras tanto, los diferentes actores estatales que debían tener alguna respuesta, se pasaban la pelota.
Desde la Secretaría de Control consideraban que se trataba de una "situación compleja", porque la Municipalidad "no tiene competencia sobre el espacio aéreo". "Se están revisando las cámaras para cederle a la Fiscalía en caso de poder ser identificados de alguna manera. Porque hay un hecho policial, delictivo, no de falta municipal sino más grave", dijo un vocero que citaba el artículo 190 del Código Penal, que refiere a actos que pongan en peligro la seguridad de una aeronave.
Pero el Ministerio Público de la Acusación, ayer por la tarde no tenía resuelto que el hecho fuera a desencadenar una investigación penal de oficio: "Se tendrían que enviar las actuaciones policiales para evaluar los datos que se aporten. Igualmente, creemos que se trataría de una contravención, tal vez una falta", deslizaba un interlocutor judicial.
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Misterio resuelto
Finalmente, la información oficial de organismos nacionales rompió todo este misterio. A través de Anac y Eana se conoció que el vuelo fue autorizado desde Ezeiza mediante un comunicado. Había salido a la mañana desde Alvear, y arribó de noche al Aeropuerto Internacional Islas Malvinas de Rosario. Las personas estaban haciendo una práctica.
Un vocero del gobierno provincial informó: "El avión Cessna 185 LV-HXV salió desde Alvear (AVA) con los paracaidistas, y posterior al salto de exhibición aterrizó en el aeropuerto de Rosario, ya que Alvear no tiene pista balizada. Se desconoce la identidad de los paracaidistas. El salto estaba autorizado por Eana mediante el notam (informaciones al piloto) A-4793 que finalizó posterior a la realización del salto. Estaba publicado en avisos Fir EZE", afirmó.
Una fuente aeronáutica confirmó que estaba todo dentro de norma. La autorización, realizada desde una oficina en Buenos Aires, fue para "un salto de exhibición". "En lo referente a tránsito aéreo se cumplió en tiempo y forma, con el despegue de las aeronaves. Nada infringió la ley. Caer en un parque de noche no está bien, pero no hay ordenanza municipal que lo prohíba. De hecho pasa todo el tiempo en la isla o en algunos parques", abundó.
La noticia despertó suspicacias entre los conocedores del paño. "Que Ezeiza autorice un aterrizaje de ese tipo, en una avenida de la ciudad, de noche, y sin ningún dispositivo de seguridad en tierra es raro. Parece que se quisieran sacar el problema de encima para despegarse", dijo un instructor con mucha experiencia en el tema que prefirió mantener su identidad en reserva.
"Si caían sobre un niño, no había nadie para hacerse cargo. Quizás habría que discutir otras normas", finalizó la fuente aeronáutica en estricto off.