En un fin de año que muestra números muy austeros en el consumo, en los supermercados de Rosario notan cambios de hábito para ahorrar en las Fiestas, con una caída interanual del 20%. En los establecimientos se observa un consumo "contenido" y una simplificación en lo que se come porque "se hacen reuniones menos numerosas".
Diciembre siempre es un mes importante para las ventas del sector, porque suelen superar la media impulsado por las despedidas de año, los encuentros familiares y con amigos para festejar la Navidad y Fin de Año. Pero por distintas razones, los referentes del sector ven que las Fiestas del 2024 se están desarrollando con un consumo "contenido". También se redujo el gasto en bebidas y la mesa dulce.
"El primero es el económico, dado que la recomposición salarial todavía está en el debe", explicó Sergio Casinerio, presidente de la Cámara de Supermercados de Rosario (Casar). Según el referente, el poder de compra no acompañó al aumento de los precios: las ventas crecieron casi un 100%, pero la inflación estuvo en el orden del 166%.
Desagregando los productos de la canasta que no son alimentos, la caída para el sector se estima en alrededor de un 20%, teniendo en cuenta que se compara con un diciembre de 2023 donde hubo mucha compra de la población para protegerse de futuros aumentos. Otros dos factores se suman a la merma: parte de los salarios se distrajeron en regalería, y otro tanto en adelanto de vacaciones, ya que mucha gente decidió pasar las Fiestas fuera de la ciudad.
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Cocinar para ahorrar
"En segundo lugar, hay un cambio de hábito del consumidor en cuanto a los productos que eran típicos de las fiestas, como ser frutos secos y turronería. También hay modificaciones en el tema bebidas y comida, donde se ve claramente la simplificación de lo que se come y donde las reuniones ya no son de tanta gente", agregó el supermercadista.
La principal modificación es que la población decidió cocinar más y comprar menos productos ya preparados. Entre los artículos que entraron más en juego, se vieron los fiambres, panes de sándwiches, piononos y arrollados de distintas carnes para hacer en casa, provocando menores ventas de lechones y carne en general.
Así, se compra menor cantidad, a último momento y revisando varias veces antes de tomar una decisión. "El comercio de proximidad se maneja con muchos encargos por anticipación para asegurarse un producto, principalmente frescos. Eso no ha sucedido prácticamente, y la gente compra lo que hay en el momento", comentó por su parte el secretario de Casar, Sergio López.
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Cambiar los hábitos
Pero no menos importante es que los encuentros ya no son de tantas personas. "La gente cada vez se junta menos, y la falta de reuniones numerosas conlleva a que el consumo sea inferior, muy racionado. En primer lugar, por la inseguridad. Si bien hoy se está viendo un avance, todavía estamos lejos de que haya nuevamente una confianza de que, por ejemplo, los familiares que viven en la región nos visiten en Rosario para pasar las fiestas", resaltó.
Para el también vicepresidente de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), ese proceso de años ha marcado que mucha gente no quiera salir de sus hogares. "Sabemos que hay muchas situaciones de todo tipo, entonces cada uno busca tratar de quedarse en un lugar. Es una lectura a tomar en cuenta para el próximo año, y confiamos en que el nuevo gobierno de la provincia va a enderezar cada vez más los caminos de la seguridad", respaldó.
El segundo factor es lo cultural, con muchas familias que ya tienen otro concepto de cómo pasar las fiestas, jóvenes que se juntan con amigos, o matrimonios que no se reúnen con los mayores. Y en tercer lugar ubica al factor económico: "Cuanto más numerosos son los participantes, siempre hay un gasto mayor, porque se liberan sentimientos de todo tipo y se animan a gastar un poco más", detalló.
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De cara al 31
Después de un 24 en el que parte de los sueldos se destinaron a regalos, desde el sector ven el 31 con mayor expectativa. Pero hay dos indicadores indirectos de la situación de crisis. Uno es la cantidad de ofertas de productos estacionales navideños (como el pan dulce, garrapiñadas, turrones) que luego no tendrán posibilidad de venta. El otro es el comportamiento anormal de los proveedores, que otros años no ofrecían reposición hasta último momento y si lo hicieron este diciembre, tanto para Navidad como para Fin de Año.
"Las empresas de bebidas más importantes, tanto alcohólicas como de gaseosas, estuvieron entregando hasta el mismo 24 y ahora van a entregar el mismo 31. Eso prácticamente no sucedía en otros tiempos y solo puede significar que no han vendido lo que deberían o lo que esperaban. Eso fue bastante anormal y pinta un poco el panorama", contó López.
En este marco de fragilidad económica, esperan un nuevo año con algunas incertidumbres: "Fundamentalmente nos preocupa el tema energético. Se habla de un aumento del costo de la electricidad del 25%, y el sector lo ve con mucha inquietud. El panorama de consumo no va a cambiar mucho, de manera que la industria va a tener que seguir haciendo promociones y generar estrategias", cerró Casinerio.