Tras las intensa tormenta que azotó a Rosario y la región con mucha cantidad de lluvia acumulada, violentas ráfagas y abundante caída de granizo, el intendente Pablo Javkin avisó que "habrá que convivir" con este tipo de fenómenos meteorológicos. Sin embargo, no se trata de un hecho fortuito o asociado al destino de una población sino a una característica particular que Rosario y su zona poseen para que ocurran este tipo de eventos climatológicos.
Precipitaciones y piedras, acompañadas de fuertes ráfagas de viento que oscilaron entre los 85 y 115 kilómetros por hora causaron destrozos en Rosario y gran parte de la región.
En cinco localidades debieron suspender las clases y sólo en Rosario el municipio debió atender 256 reclamos por árboles o ramas caídas. En tan sólo media hora cayeron 32 milímetros de agua en la ciudad.
A qué se refiere el intendente de Rosario
"Estamos en presencia de una serie de variables que se van acentuando a raíz de nuestra climatología local. Esto significa que nuestra región tiene tendencia a las tormentas con eventos severos por tratarse del centro del país y de lo que se suele llamar el corredor de tornados, que bordea todo Santa Fe y llega hasta Mendoza", explicó en declaraciones a La Capital la observadora meteorológica Vanessa Balchunas respecto a las declaraciones esbozadas por el intendente rosarino.
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La tormenta del jueves 27 de marzo de 2025 provocó la caída de ramas de árboles en diferentes puntos de la ciudad.
Foto: La Capital/Virginia Benedetto.
La especialista apuntó que parte de estos fenómenos meteorológicos "también son propiciados por lo que fueron las quemas en los humedales en medio de la sequía que atravesó a la población durante la pandemia y la pospandemia, y por la modificación de los valores de la temperatura global y la variación de la circulación cíclica de los vientos, que ocurre cada cierta cantidad de años".
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Explicó además que todos estos factores contribuyen a hablar de situaciones respecto a estos cambios, que año tras año son cada vez más notorios en estos eventos severos.
"Sucede que estos eventos nos parecían más alejados, pero ahora con las redes tienden a masificarse entre el resto de la población cuando antes pasaban más desapercibidos", evaluó.
Tormentas severas: factores de urbanización
A su vez, apuntó que este tipo de eventos meteorológicos también van ocurriendo en sectores que antiguamente eran despoblados e inhóspitos y que con el correr de los años se fueron transformando en grandes urbes, tanto para bien —en el caso de la descentralización urbana— como para mal, en alusión a los focos donde se agrupan nichos de marginalidad.
"Eso hace que estas primeras tormentas que aparecen se tornen como exacerbadas", resumió.
Por lo pronto, el cielo despejado y clima húmedo de este sábado sólo parece ser pasajero porque el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitó un alerta amarillo por tormentas y una advertencia igual por vientos para Rosario, mientras que también encuadró al sudoeste de la provincia bajo alerta naranja.
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Tormenta en San Lorenzo. Parte de los daños en barrio 2 de Abril.
Foto: Pregón de San Lorenzo.
Es así que las condiciones comenzarán a desmejorar hacia el domingo, con cielo mayormente nublado durante la mañana y el aviso de tormentas fuertes hacia la tarde y la noche, con ráfagas de viento de hasta 69 kilómetros por hora.
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En este marco, el organismo oficial anticipó para el domingo un alerta amarillo para Rosario y alrededores, lo que implica "posibles fenómenos meteorológicos con capacidad de daño y riesgo de interrupción momentánea de actividades cotidianas".
Para el departamento General López (sudoeste provincial) se emitió un alerta naranja por "fenómenos meteorológicos peligrosos para la sociedad, la vida, los bienes y el medio ambiente".