La experiencia de un viaje al exterior puede ser muy placentera, conocer nuevos destinos, personas y aventuras que quedan en la memoria para siempre. Ese fue el caso de Martina, una joven rosarina que regresó de un intercambio de seis meses en Australia, pero al desarmar sus bolsos en Rosario descubrió un peligroso animal entre sus prendas.
Después de más de 13 horas de viaje, desde Australia hacia Santiago de Chile, la escala antes de regresar a la Argentina, Martina llegó a su casa y se reencontró con sus familiares, quienes la recibieron tras la extensa estadía en Oceanía. Mientras la ayudaban a desarmar las valijas, un alacrán saltó desde su equipaje de mano.
La joven había cargado la mochila, una estilo carry on para llevar ropa, a lo largo de todo su camino entre los aeropuertos y, a pesar de los controles, jamás se percató de la presencia del animal, el cual recién apareció al abrir el bolso. Inmediatamente, la familia comenzó la operación para retener al animal, el cual representa un peligro por su veneno y ser nativo de un país al otro lado del mundo.
El viaje por Australia
Martina pasó los últimos seis meses en un intercambio entre la Universidad de Melbourne y la Universidad Católica Argentina, para la carrera de Ingeniería Industrial. Durante el viaje, aprobó sus materias el pasado 13 de noviembre y pasó un mes recorriendo Australia junto a un grupo de amigos.
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“Recorrí las costas oeste, este y sur en caravana, e hicimos la carretera más larga de Australia. Vimos cualquier cantidad de arañas, serpientes, canguros y todos los animales que se pueda imaginar”, relató la joven rosarina sobre su más reciente experiencia.
Un alacrán entre la ropa
Al llegar a su casa, el animal venenoso se hizo presente. “Llevé mi mochila a todos lados, no sé cómo pasó en mi carry on, que la tuve todo el tiempo conmigo, y no tenía ni idea que estaba ahí”, indicó, y agregó: “Mi hermana empezó a sacar las cosas de la mochila y apareció el alacrán. No entiendo cómo viajó conmigo tanto tiempo, pudo haber pasado cualquier cosa”.
“Abrí la mochila y vi que pasó al lado mío, que se fue para la parte del sillón. Lo agarramos con un frasco de café”, confesó Josefina, hermana de Martina, sobre el método casero con el que lograron retener al alacrán, pero rápidamente se percataron de que podría venir con una pareja. A pesar de continuar la búsqueda, solamente contaron con la aparición de un ejemplar.
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