Los incendios en las rutas no son infrecuentes, pero Carlos Pellegrini fue escenario de una versión fuera de serie a partir del alerta por un camión que llevaba material radioactivo. Aunque el fuego sólo provocó daños materiales, la liberación de la sustancia obligó a las autoridades nacionales a tomar medidas de alta complejidad en un pueblo pequeño.
El primer inconveniente en la comuna del departamento San Martín fue el desconocimiento sobre el peligro que representaba la carga del vehículo. El chofer oriundo de Tucumán llevaba dos viales de yodo-131, un isótopo generalmente empleado en tratamientos y diagnósticos médicos.
El conductor tuvo que abandonar el transporte sobre la banquina de la ruta provincial 66 durante la madrugada del martes 10 de diciembre. El miércoles siguiente a la mañana, los encargados del operativo por el incendio se enteraron del riesgo radiológico que afrontaron sin las precauciones adecuadas y ya habían pasado más de 24 horas.
¿Qué efecto tuvo el incendio del camión con material radioactivo?
Desde la denuncia del incendio hasta la intervención de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), el camión estuvo sin custodia especial a la vera del corredor que conecta a Carlos Pellegrini con Cañada Rosquín. El organismo nacional emitió un aviso a la población del oeste santafesino porque temían que alguien más haya estado expuesto al material radioactivo.
"El problema era la gente que quizás se acercó a cirujear", recordó el presidente comunal Rodolfo Pallotti. Si bien el diagnóstico inicial confirmó que los bomberos y policías a cargo de controlar el incendio no estaban en riesgo, era necesario descartar el contacto de otras personas con la carga peligrosa.
>> Leer más: Un camión con carga radiactiva se incendió en la ruta 66 en Carlos Pellegrini
El Sistema para la Atención Médica de la Comunidad (Samco) se convirtió en el punto de referencia para recibir consultas de quienes hayan manipulado o tocado los restos del vehículo, al igual que la carga. Afortunadamente, no se registraron pacientes ni casos sospechosos de enfermedades por radiación. De hecho, el dengue es la principal preocupación actual en el centro de salud del pueblo.
El operativo para neutralizar el peligro cerca de Carlos Pellegrini comenzó el 11 de diciembre a partir de una reunión con Pallotti y el secretario de Protección Civil de Santa Fe, Marcos Escajadillo. El Sistema de Intervención en Emergencias Radiológicas (Sier) se hizo cargo de los peritajes con una dotación especializada de bomberos de la Policía Federal Argentina (PFA).
¿Qué pasó con el material radioactivo en Carlos Pellegrini?
Una de los recipientes que estaba cargado en el camión perdió el blindaje por el fuego y se liberó una fracción del material. Las mediciones iniciales de radiación dieron resultados bajos, de manera que no había riesgo de efectos severos en la salud de las personas.
Pallotti le confirmó a La Capital que una parte de los restos del siniestro fue a parar a la cava de un campo vecino, lejos de zonas urbanas. El objetivo era garantizar la desintegración de cualquier resto de la sustancia lejos de las personas en un plazo de un mes.
Por otro lado, las dos empresas que hicieron la denuncia del cargamento radioactivo se ocuparon del acopio y traslado de los demás materiales calcinados en menos de una semana. Bacon y Tecnonuclear actuaron con asesoramiento del Programa Nacional de Gestión de Residuos Radiactivos (PNGRR) para el traslado hasta el Centro Atómico Ezeiza. Desde entonces sólo queda una mancha oscura en la banquina como el único recuerdo del alerta radioactiva a 180 kilómetros de Rosario.