El temporal que sufrió la región este viernes vino acompañado de vientos de más de 100 kilómetros por hora, precipitaciones intensas en cortos períodos y la sorpresa por un agresivo granizo, que dejaron perplejas hasta a las más experimentadas autoridades. “Me sorprendió lo sólido, grande e intenso del granizo. Caminamos Funes y Roldán y parecían murallas de nieve”, dijo a La Capital, el secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo.
Comenzó como subsecretario de Protección Civil en el mandato de Hermes Binner en la Casa Gris y desde 2012 se hizo cargo de la Secretaría. En todos esos años de gestión, aseguró, nunca vio "algo como el granizo de Funes y Roldán, parecía nieve acumulada; eran piedras destructivas, muy duras y de gran tamaño”.
Escajadillo apuntó que estos temporales se repiten recurrentemente y son más focalizados, y también se ven afectados por el cambio climático: “Ahora son más focalizados. Cayó granizo en Roldán, Funes y una parte de Rosario, es decir, una zona determinada”. En esta línea también se dio el viento, con vientos de más de 115 kilómetros por hora en Casilda y Pujato, que también fue un fenómeno focalizado.
Siguen las tareas
“Realizamos un trabajo intenso en varias localidades, pero falta el doble”, resumió Escajadillo respecto a las tareas que lleva a cabo el personal de Protección Civil junto con el resto de los trabajadores de las distintas administraciones. Y agregó: “Tenemos que destacar la organización que estamos teniendo”.
Las fuertes lluvias comenzaron el jueves por la tarde y se extendieron hasta la mañana del viernes. Sólo en Rosario se cayeron más de 250 árboles y ramas y el vendaval de demandas y requerimiento de asistencia llegan a los contactos de los puntos de control.
Escajadillo celebró no contabilizar víctimas fatales en toda la región producto de este temporal y se mostró auspicioso ante el favorable pronóstico que presenta el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para los próximos días: “Nos va a permitir seguir trabajando”, afirmó.
El resumen del temporal
Sólo en Rosario los vientos oscilaron entre los 85 y los 100 kilómetros por hora, detalló Defensa Civil. En Casilda superaron los 115 kilómetros por hora, según confió el intendente de esa localidad, Guillermo Franchella, a La Capital.
En tanto, las precipitaciones alcanzaron los 32 milímetros en apenas media hora, superando a los 29 milímetros que cayeron hace menos de una semana. “Es un fenómeno con el que vamos a convivir”, planteó Pablo Javkin, intendente de Rosario.
A la oficina de Defensa Civil de Rosario ingresaron 256 reclamos por árboles o ramas caídas. La zona sur fue la más afectada con 66 llamados, seguida por el noroeste con 57, más atrás el sudoeste y el centro con 45 y 44 advertencias cada una. De los distritos norte y oeste se recibieron 22 pedidos por estos destrozos.
Sobre cables y columnas derrumbadas, el noroeste y el sur registraron más daños con 27 y 23 inconvenientes cada una y en toda la ciudad hubo más de 100. Por su parte, la zona centro es la que más llamados recibió por anegamientos de calles con 20, más que el resto de los cinco distritos de Rosario.
Cinco localidades suspendieron sus clases
El sur de la provincia fue el escenario de una caótica tormenta, y si bien no hubo que lamentar víctimas, los daños en edificios, arbolados y estructuras fueron numerosos. A tal punto que varias localidades debieron suspender sus clases mientras continúan los operativos para reestablecer el orden.
En concreto, Casilda, Pujato, Los Molinos, Funes y Roldán suspendieron las clases este viernes “para que los alumnos no tengan ningún inconveniente cuando retomen las clases”, explicó el secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo. Además, un puñado de establecimientos entre Rosario, Granadero Baigorria y San Lorenzo siguieron el mismo camino en resguardo de su comunidad educativa.
Aunque no se especificaron tiempos de resolución de problemas, se espera que el lunes se retome la actividad con normalidad.