A apenas 50 kilómetros de Rosario hay un establecimiento rural que abrió sus puertas al turismo. En el lugar, no solo se pueden apreciar herramientas y utensilios "de campo" que usaron los primeros inmigrantes que poblaron la zona, sino que además se puede pasar un día al aire libre, disfrutar de un buen asado y relajarse a la sombra de los árboles.

El Paraíso, ubicado en jurisdicción de Carrizales (Clarke), sobre la ruta 10, es una excelente oportunidad para escaparse un fin de semana a descansar y conocer la historia regional con objetos de "los primeros gringos" que dejaron su Italia natal en busca de nuevos horizontes.

El establecimiento, de unas cien hectáreas y declarado de interés turístico provincial, cuenta con más de cien especies de árboles que armonizan las cinco hectáreas parquizadas. Germán Forchino, ingeniero agrónomo, y su esposa Nilda son los encargados de mostrar todo lo que tienen para los visitantes. En el marco de Compás 150, el ciclo audiovisual de La Capital, Nachi Saieg e Ignacio Noviski visitaron el museo y recorrieron el lugar con ellos.

En 1879 la familia Forchino, proveniente de Italia, se arraigó en Carrizales y comenzó la ardua tarea del trabajo rural. Construyeron una casa con sótano, un galpón y herrería, plantaron árboles, compraron herramientas para el cultivo de la tierra y criaron animales. Nilda y Germán siguen con el legado de aquellos inmigrantes y abren sus baúles de recuerdos.

Pero eso no es todo, El Paraíso tiene un quincho con bancos y mesas con capacidad para 80 personas. Parrillero, horno de barro, una canchita de fútbol donde se pueden hacer todo tipo de actividades recreativas y hasta se puede jugar a las bochas. Hay una pileta, juegos de plaza infantiles, y estacionamiento al aire libre y un amplio espacio para acampar con baños y duchas.

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