Cuando uno llega con hambre a una estación de servicio espera, como mucho, encontrarse con chocolates, golosinas, o algún sanguchito de miga de jamón y queso. A la altura de Máximo Paz, sobre la ruta provincial 90, el parador “El Rolo” se propone ofrecer mucho más que eso.
En el marco de #ProyectoMondiola, el ciclo audiovisual que recorre los principales paradores ruteros de la provincia, La Capital viajó a conocer la historia de este restaurante-parrilla que funciona concesionando el mercado de una gasolinería, y a probar su amplia variedad gastronómica.
Embed - Proyecto Mondiola #02 - El Rolo, una parrilla rutera escondida en una estación de servicio
“Hace 8 años arrancamos con mi familia, mi vieja y mi viejo tenían un club en Máximo Paz y ya cocinaban mucho, le metimos muy desde abajo” cuenta Rodrigo “el rolo” Pérez, fundador del parador, que atiende junto a su madre a toda la clientela: “viene mucha gente, entran entre 80 y 90 personas y se llena de viajantes y familias todos los días”, asegura.
La hora de la verdad
En cuanto a la comida, el restaurante cuenta con un menú semanal por día, que ofrece desde pastas caseras hasta carne o pollo a la parrilla. También se pueden ordenar lomitos, hamburguesas o minutas, todo por un precio que ronda los $8.000 por plato, sin contar la bebida.
Las pastas son una de las opciones más elegidas por los clientes. Ravioles, tallarines, sorrentinos o canelones, llegan con la salsa especial de la casa: una bolognesa mixta que incorpora albóndigas y estofado al clásico tuco con carne picada. Las porciones son familiares, y vienen en bandeja con varias cucharas para servir por plato.
Pero la estrella del menú es unánime entre sus comensales recurrentes: "el asado con ensalada de los domingos no se negocia". En palabras de un cliente que recién terminaba de almorzar, la carne a la parrilla viene acompañada de una salsa secreta que la hace sumamente especial: “siempre la elijo porque es riquísima, no sé cómo la hacen”, comenta.
Y para después de comer, nunca puede faltar el postre: el flan casero con dulce de leche, pero el menú ofrece también budín de pan, panqueques rellenos y hasta tortas especiales como selva negra o chocotorta, que son elaboradas artesanalmente en el lugar.
También, para quien esté apurado y quiera comer en el camino, el comedor cuenta con una opción práctica de viandas para llevar, que pueden contener cualquiera de las opciones del menú, y que poseen un precio de $4100.
El Rolo atiende de lunes a sábados, de 7 a 00, y los domingos de 7 a 15. Con una amplia gama de menús para comer ahí o llevar, es una gran opción para quienes buscan calidad gastronómica en medio de largos trayectos ruteros.