El gobierno provincial confirmó que fue adjudicada la obra del nuevo puente carretero Santa Fe-Santo Tomé, que demandará una inversión que superará los 39 mil millones de pesos y adelantó que proyectan iniciar los trabajos entre marzo y abril de este año.
Los avances administrativos fueron confirmados por el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, quien participó este martes en Santo tomé de un acto de apertura de sobres para la construcción de un Samco, donde contó que a primera hora del día “el gobernador, Maximiliano Pullaro, lo autorizó a firmar la adjudicación de la obra del puente Santa Fe-Santo Tomé.
“Hicimos la licitación con 25 empresas. Eso fue el 20 de diciembre y hoy, 4 de febrero, está la adjudicación lista a la empresa Pietroboni de la provincia de Entre Ríos, que tomará a su cargo la obra por un costo de 39.811 millones”, precisó el ministro.
Enrico manifestó que “nuestra idea como gobierno de la provincia, junto con las municipalidades de Santo Tomé y de Santa Fe, y con todo el equipo, es iniciar la obra a fines de marzo o principio de abril”.
Con recursos propios
Durante el acto de licitación, realizado el 20 de diciembre en el Anfiteatro de Santo Tomé, Pullaro había destacado que “la obra es una de las más anheladas y de las más importantes que haremos en esta etapa que me toca gobernar Santa Fe”. Valoró que “se hará con recursos propios, porque entendimos que la provincia no podía seguir esperando a la Nación para resolver el problema del tránsito tan antiguo entre estas dos ciudades”.
“Pusimos en orden las cuentas y empezamos a hacer obra pública”, enfatizó el gobernador y dio cuenta de los 500 millones de dólares invertidos en 2024, que se amplían a 1.500 millones de dólares en este 2025. “En un momento donde nadie está haciendo obra pública, tenemos más de mil en marcha, porque estamos convencidos de que trabajando juntos podemos lograr objetivos”, dijo.
En tres sectores
La obra contempla tres sectores, dos de ellos las cabeceras y obras aledañas en la localidad de Santo Tomé y Santa Fe, y el restante el puente propiamente dicho sobre el Río Salado. La estructura existente facilitará -con dos carriles- el ingreso del tráfico a la ciudad de Santo Tomé, mientras que el nuevo puente se destinará a facilitar el cruce hacia la ciudad de Santa Fe, también con dos carriles.
Sobre la cabecera de Santa Fe, se prevé la demolición del pavimento de hormigón existente, que cuenta con numerosa cantidad de bacheos y losas deterioradas. Luego se proyecta la construcción de dos calzadas de 9.30 metros de ancho (dos carriles de 3,65 metros de ancho y una banquina de 2 metros de ancho), una de ellas sobre el terraplén existente -prácticamente coincidente con el pavimento que se demuele- y la otra sobre un terraplén que se prevé construir al norte del existente.
También tendrá obras complementarias como iluminación, parquización y construcción de bicisenda, entre otras.
Sobre la cabecera de Santo Tomé, se planteó una reconversión del sentido del tránsito existente, que a grandes rasgos se puede resumir en un impedimento del giro a la izquierda por calle Mitre para la mano que circula desde Santa Fe hacia Santo Tomé y el cambio de sentido de avenida Mitre en las últimas dos cuadras antes de llegar a la avenida 7 de Marzo (ingreso al puente Carretero) convirtiéndola en sentido único (sur-norte).
En cuanto al sector del puente, el proyecto prevé una longitud de 1.300 metros. También incluye la protección contra erosión del estribo y contempla la iluminación del viaducto, la colocación de defensas metálicas y barandas.
Años de espera
El proyecto del puente Santa Fe-Santo Tomé tuvo una historia de promesas incumplidas y fracasos a lo largo de las décadas. Desde su inauguración en 1939, el puente Carretero fue el único enlace vial entre ambas ciudades y con el paso del tiempo se sometió a un tráfico mucho mayor que al proyectado en el diseño. A lo largo de los años, varios intentos de construir un nuevo puente fracasaron debido a diversos factores.
RN 11 - PUENTE CARRETERO HABILITADO OBRA REPARACION FINALIZADA - 27-12-2....jpg
En 2005, el entonces presidente Néstor Kirchner prometió la construcción de un nuevo puente, pero la obra nunca se concretó. Durante los siguientes años, los gobiernos locales y provinciales continuaron discutiendo la necesidad de un nuevo puente, pero las promesas no se materializaron. En 2010, se anunció nuevamente la intención de construir el puente, pero el proyecto quedó en el olvido.
El deterioro del puente Carretero se agravó con el tiempo, llevando a cierres temporales y restricciones de tránsito. En 2024, el puente fue clausurado por su mal estado, lo que resaltó aún más la urgencia de una solución definitiva. Luego de una serie de reparaciones se volvió a habilitar con restricciones para vehículos pesados. Ahora, los habitantes de Santa Fe y Santo Tomé y quienes acceden por ese paso a la capital provincial renuevan la esperanza de contar con un viaducto de tránsito más fluido.
>>Leer más: La provincia licita la construcción del nuevo puente Santa Fe-Santo Tomé