–Sí. Toda la vida.
–¿Cómo fue tu infancia en Funes?
–Era más tranquilo Funes cuando yo era chico. Hace 12 años era más un pueblo. Igual siempre me causan afecto todos los negocios que siguen estando porque uno intenta ir siempre a los locales que están hace un montón porque uno le agarró aprecio a toda la gente que ya existía hace 12 años.
–¿Por ejemplo?
–La Panadería de Funes, a full. Es mi panadería favorita, que estaba hace 12 años cuando vinimos, y es a la que seguimos yendo siempre que podemos, desde hace mucho, porque uno le va agarrando el gusto a ser funense.
–Cuando eras chico Funes parecía un pueblo. ¿En qué se nota esa diferencia?
–En los autos, primero. Antes podías andar más en bici, se notaba eso, o caminar por la calle porque no hay veredas, entonces ahora se notan mucho más los autos y la gente que pasa. Hay otro tráfico, que antes no existía.
–¿Cómo te fue en la Escuela Antonio Berni?
–Muy bien. La Berni es la escuela primaria pública de Funes, donde sigo siendo amigo de mucha gente porque es una linda escuela: los profesores eran buenos, el patio estaba bueno, tengo mucho afecto por la escuela. Había muchas actividades, siempre alentaban a los alumnos a hacer cosas y eso se notaba.
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Marcelo Bustamante / La Capital
–¿Cómo comenzó tu gusto por la actuación?
–Yo iba a la Escuelita, que era un lugar de actividades y arte, de acá, de Funes. Era un espacio con varios talleres de arte, y allí Cristian Cabruja, el Kiti, daba un taller de actuación para cine, donde empecé a los siete años.
–¿Cómo surgió la idea de ir al taller?
–Eramos varios que siempre nos anotábamos en muchos talleres de la Escuelita, donde hacíamos varias cosas, y cuando apareció el taller de Cine nos anotamos con tres o cuatro amigos: con Malena y Valentina Cabruja, las hijas del Kiti; Laura y Elena Acuña. Eramos un grupo que íbamos siempre a los talleres de la Escuelita. Así que cuando empezó nos anotamos, hicimos dos años todos juntos y grabamos varios cortos divertidos, que ahora son relindos de ver. Están en Youtube: hay uno de unos zombis, otro de un robo a un museo, son como juegos que quedaron lindos.
–¿Cómo son los videos?
–Fueron varios que grabamos durante esos dos años, en general duran cinco minutos cada uno, hay algunos de ocho minutos, pero son todos de actuaciones nuestras, de gente de siete, ocho o 10 años, que actuaban ahí, y después también hubo varios ejercicios que hacíamos.
–¿El Kiti Cabruja les daba un guión o ustedes improvisaban?
–No había tantos guiones, había pautas. Entonces nos decía: “Ahora vamos a hacer una escena de película, cada uno traiga su personaje, el vestuario, después hacemos tal toma y la grabo”. Me acuerdo de una en el robo al museo en la que todos saltábamos a través de un cuadro. Nos daba pautas de qué hacer y él nos iba filmando. Y quedaron lindos.
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–¿Tu primer trabajo fue una publicidad por la Ley de Educación, con el Nene Molina?
–Sí, cuando tenía nueve o 10 años hicimos con el Nene Molina una publiicidad por la Ley de Educación, que fue mi primer trabajo pago.
–¿El Nene Molina fue el mentor de la serie sobre Malvinas “40 Abriles”?
–En “40 Abriles” él hacía de productor y con el director, Nicolás Cefarelli, estaban viendo actores para elegir y llamar para una capítulo de la serie.
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–¿Cómo siguió tu carrera?
–Después de eso hubo un año en el que no hice nada, y después empecé con (el director de cine y teatro y actor) Nicolás Cefarelli, acá en la Casa de la Cultura, donde hice un año más, con talleres de teatro -sin cámara-, y después de eso ya pasé a estudiar con (la directora teatral) Carolina Hall, donde ya hace seis años que estoy en Funes, y también estuve en Rosario con ella, y volví acá. Ahora sigo haciendo talleres con ella, me encanta como profesora, y también hice una obra en la escuela con ella.
–¿Cómo se llamaba la obra?
– Habíamos hecho “Sueño de una noche de verano”, de Shackespeare, y también hicimos varias obras en los talleres.
–¿Estudiaste teatro en Estados Unidos?
– Sí, hace dos años hice un intercambio en Estados Unidos, donde viví 11 meses en Michigan, al ladito de Detroit. Ahí te anotabas e ibas, con una ONG que lo organiza. Cumplí los 16 años a los cinco días de llegar. Y ahí también hice dos obras: “Descendientes” y “Vive como quieras”. Allá tenía clases en inglés en la escuela de teatro, que tenía un buen nivel. Te anotabas tipo clubes.
–¿Cómo seguiste a la vuelta?
–El año pasado volví y grabé “Memorias de una madre”, que es un largometraje rodado en Alvarez, que grabamos un mes entero en una casa: es una familia de tres hermanos adoptados, con un padre y una madre que probablemente nunca los deberían haber llegado a adoptar porque son bastante desastrosos, es una película de terror que está muy pronta a estrenarse, esperemos que se pueda ver en cine. La idea es estrenarla el año que viene.
–¿Quién la dirige?
–El director es Mauro Ojeda, de Buenos Aires. Había dos productoras de Buenos Aires y una de Rosario, pero todo el equipo de actores éramos todos rosarinos menos una. Y la mayoría del equipo eran de Buenos Aires, menos cinco o seis rosarinos que trabajamos por acá.
–¿Trabajaste en la obra teatral “Romo”?
–Sí, este año hicimos “Romo”, con Carolina Hall, que actúa, donde también actúan Catalina Magnani, Valentina Cabruja y Gabriel Alba, que salió relinda e hicimos cuatro funciones en Funes.
–¿Cuál era tu personaje?
–Yo era “Nené”, el más chico de los tres hermanos. El grupo se fue armando: primero éramos cinco, después éramos tres, después se agregó Carolina (Hall) a la actuación y Gabriel, que hacía la dirección después pasó a ser actor. Tomamos una obra, la adaptamos y en cuatro o cinco meses teníamos una obra que quedó bastante bien.
–¿“Romo” es la primera obra teatral hecha totalmente en Funes?
–Sí, y creo que es la primera obra hecha en Funes con la totalidad de los actores funenses.
–¿Y es la primera obra que hizo cuatro funciones en otros tantos fines de semana en Funes?
–Sí, eso es lo que destaca el Kiti Cabruja, y creo que es así.
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Marcelo Bustamante / La Capital
–¿Hubo algún momento que dijiste “Esto es lo mío”?
–La verdad que no me acuerdo, Hace tantos años ya, debe hacer como siete u ocho años que quiero dedicarme a ser actor. Me acuerdo un día que fue a la pieza de mis viejos y les dije: “Yo voy a ser actor”. Pero no sé cuánto antes de eso ya pensaba en ser actor.
–¿Y ese día cuándo fue?
–No sé, no tengo ni idea, tengo en la memoria que les dije eso, estaría en sexto o séptimo grado de la primaria, pero esto me venía pasando hace bastante: uno no se anotaría en todos esos talleres de teatro si no le gustara tanto. Hace tanto que no me acuerdo, pero tengo el recuerdo vívido de que sucedió.
"Funes me abrió muchas puertas"
–¿Cómo es trabajar en lo tuyo en Funes?
–Funes me abrió muchas puertas en realidad porque como es más un pueblo la gente te conoce más rápido, conocés a todos los que hacen teatro. Esto tiene sus ventajas, pero también tiene sus desventajas porque a veces quedás un poco afuera del círculo rosarino, aunque no es complicado entrar em la órbita del teatro rosarino. Pero no habría elegido otro lugar para crecer, así que valió la pena aprender acá.
–¿Cómo te fue cuando grabaste la película “Memorias de una madre”?
–Esto que me pasó fue rarísimo: un día estábamos grabando el rodaje de “Memorias de una madre” con Virginia Garófalo, la actriz de Buenos Aires que no venía todos los días porque los tenía más concentrados para no viajar tanto, y al día siguiente de la grabación había una presentación en el Cine Showcase, acá en Rosario, donde ella iba a hablar. Un día grabamos y al día siguiente fui a verla en la presentación en el Showcase, algo que fue muy tocante porque es decir que estoy trabajando con gente que está saliendo en la pantalla grande.
–¿Ella es una referente del cine?
–No sé si ella es una referente porque hace poco que trabajamos juntos, pero siento que le tengo mucho aprecio. Es alguien con quien trabajé un día y al otro volví a ver. Cuando salimos del cine ella estaba saludando a la gente y cuando me vio, me llamó, dijo que era “un actor rosarino” y me presentó delante de toda la gente. Entonces fue algo muy impactante. Y después de grabar intercambiamos algunos mensajes sobre los proyectos, así que está bueno tener relación con gente que trabaja en el mundo del cine.
–¿Estás participando en castings de publicidad en Buenos Aires?
–Sí, estoy haciendo bastantes castings en Buenos Aires, ya participé en media docena, más alguno on line. La mayoría son en Palermo, donde hay varias castineras de publicidad. No quedé en ninguno todavía porque no es fácil entrar en los castings en Buenos Aires, pero sigo yendo y probando.
–¿Por qué es tan difícil entrar?
–Porque va mucha gente a los castings y porque cuando vas a un casting uno nunca sabe qué buscan. Hay varias personas que te ven y que deciden, y a veces por el color de pelo no te llaman. Sobre todo en publicidad, donde buscan un modelo físico. Vos te ofrecés, pero uno nunca sabe qué buscan.
–¿Qué estás haciendo ahora?
–Ahora estoy haciendo el taller de teatro con Caro Hall, en Casa Zulú, acá en Funes, y un taller de cine con Gustavo Postiglione, en Rosario, donde tenemos un proyecto para grabar un largometraje este mes, en el que estamos ensayando con la gente, y va a tener una producción interesante, así que estamos ansiosos por eso.
–¿Con qué soñás?
–Es una buena pregunta. Uno siempre intenta hacer y trabajar lo máximo posible en lo que le gusta. Mi idea es irme a estudiar a Europa el año que viene. Estoy organizando ir a hacer audiciones a varias universidades el año que viene, por ejemplo a una de España, en Madrid, o a otra de Dublín, en Irlanda, o a otra de Inglaterra. Voy a intentar en esos tres países y después hay que ver qué funciona y qué sale porque el teatro da siempre muchas vueltas. Empezás a actuar, pero uno nunca sabe qué te va a deparar. A veces vas a hacer un intercambio y terminás grabando una película tres meses después sin haber sabido nada antes de viajar. Uno nunca puede planear a futuro. Intento siempre ir tomando todas las posibilidades, ir creando todas las oportunidades posibles, me gusta mucho el teatro, pero prefiero más lo audiovisual, aunque los dos me apasionan.
–¿Por qué te gusta más el mundo audiovisual?
–Siento que crecí viendo más cine que teatro. Mi viejo me llevaba al cine cuando tenía dos o tres años y no podía terminar de ver una película. Siempre sentí la magia del cine en mi vida, después la magia del teatro fue creciendo mientras me fui adentrando en este mundo, pero siempre tengo la ilusión de verme en la pantalla grande de un cine. Esperemos que el año que viene se estrene la película y esto suceda. Esa fue mi idea, siempre estuvo ahí.