Desde la década de 1960 hasta la actualidad, grupos de policías y bomberos dedican sus jornadas de trabajo a la crianza, cuidado, enseñanza y adiestramiento de perros para el cumplimiento de tareas especiales en distintos operativos. Ese fue el caso de Baloo, el pastor belga malinois que prestó servicio durante diez años en la Unidad Canina de los Bomberos Zapadores de Rosario y tristemente murió el viernes 10 de enero.
Baloo, junto al subcomisario Leandro Rivero, cumplieron varias misiones exitosas en 2013, para dar lugar a la conformación el 22 de agosto de ese año a la “Unidad Canina de Búsqueda y Rescate de la Dirección General de Bomberos Zapadores de la provincia”, que hoy tiene cinco canes en Rosario, cuatro en Rafaela y dos en Santa Fe. Pero esta historia no es la única. Hay que remontarse a varias décadas para repasar los comienzos de las distintas secciones caninas.
Rosario, pionera
La Sección Perros de la Unidad Regional II en Rosario fue creada el 21 de noviembre del año 1962 y en la actualidad cuenta con 36 canes, en su mayoría de raza ovejero alemán, de los cuales quince se encuentran operativos. De éstos, catorce están especializados en eventos masivos, patrullaje, antimotines y una hembra especializada en búsqueda de explosivos. También cuentan con un adulto en adiestramiento para búsqueda de armas y luego 20 cachorros en distintas etapas (socialización, educación y adiestramiento), de los cuales, tres de ellos están en proceso de búsqueda de restos humanos.
Unos años más tarde, surgió la Sección Perros en la Agrupación Cuerpos de la Unidad Regional I en el departamento La Capital, remontándose sus inicios al 23 de octubre de 1968. Actualmente cuenta con 26 efectivos policiales y 20 canes y se encuentra ubicada en el predio del ex Liceo Militar General Belgrano de Recreo. Allí, las tareas a cumplimentar por el personal de la dependencia implican todo lo inherente a la crianza, cuidado, enseñanza y adiestramiento de los canes que integran el cuadro efectivo.
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Sebastián Suárez Meccia
De este plantel, algunos de ellos son utilizados para trabajos específicos de seguridad como los de raza ovejero alemán, ovejero malinois, pastor belga, pastor holandés y labrador; cumplimentando tareas como operativo de chequeos, patrullajes preventivos, asistencia a espectáculos deportivos y demás eventos de estas características.
Ese mismo año se creó la Sección Perros de la Unidad Regional XI, en Las Colonias, que por ese entonces dependía de la comisaría 1ª, para más adelante, en 1993, pasar a depender de la Agrupación Cuerpos hasta la actualidad, donde cuenta con instalaciones completamente equipadas con caniles y espacio verde para la crianza, cuidado y adiestramiento de los canes contando actualmente con cuatro ejemplares de perros ovejero alemán.
Pasaron varias décadas hasta que surgió la Sección Canes Detectores de la Dirección General de la Policía de Investigaciones, el 23 de junio de 1995. Esta unidad cuenta con cuatro canes operativos que tienen la tarea específica de adiestramiento para participar en misiones de búsqueda y detección de drogas, en controles de penales, rutas y allanamientos.
En la Unidad Regional VIII, del departamento General López, la Sección Canes fue creada en junio de 2015. En la actualidad tiene 11 perros para diferentes especialidades: rastro específico, armas, sustancias, odorología forense y restos humanos.
Dos años más tarde, en abril de 2017, la Sección Canes de la Unidad Regional V en Castellanos fue restablecida y puesta en funciones nuevamente, contando al momento con un total de seis efectivos y ocho canes operativos, entrenados para prestar servicios de seguridad y protección.
En diciembre de 2020 en la Unidad Regional VI, departamento Constitución, se creó la Sección Perros, que actualmente se encuentra conformada por tres canes y seis efectivos policiales. Por último, el 10 de mayo de 2023 se conformó la Sección Canes del Grupo de Operaciones Tácticas de la Unidad Regional IX, de General Obligado, que tiene tres perros para operativos y búsqueda de personas.
En cada una de estas regionales, en cada una de estas secciones, hay historias de vida canes y oficiales que se cruzan, que día a día, de la mano, participan de la labor encomendada, siendo muchos de ellos, héroes silenciosos de los santafesinos.
Héroes del interior
En pequeñas localidades como Cañada Rosquín en el departamento San Martín o en Elortondo (General López) también se dieron pasos pioneros en la incorporación de canes a los destacamentos de Bomberos Voluntarios de cada una de estas localidades.
El caso de la perra labradora Eva y la bombera de Elortondo Griselda Angaramo, marcó un precedente en el sur provincial ya que este binomio fue el primero certificado en la Brigada K9 en la región y comenzó a prestar servicios antes de la creación de la Brigada Canina Provincial que surgió en 2015 y de la que formaron parte desde el inicio. Luego de 8 años de servicio, Eva se jubiló y posteriormente falleció a los 13 años en octubre de 2024, víctima de una enfermedad terminal.
Previamente a la creación de la Brigada Provincial, Eva obtuvo distintas certificaciones a nivel nacional en Córdoba y Buenos Aires en las diferentes capacitaciones de la Asociación Civil Escuela Canina de Catástrofe (Accec), a las que asistió.
Además, el binomio Griselda y Eva lograron la certificación IRO (Organización Internacional de Perros de Rescate) que se entrega nivel Internacional. Posteriormente el movimiento bomberil incorporó las certificaciones por medio de cinotecnia que pertenece al Ministerio de Seguridad de la Nación, donde aprobaron todos los niveles rural y estructuras colapsadas.
Esa preparación que ambas tuvieron, les permitió formar parte de las búsquedas y rescates más importantes del país y en la cuales eran convocadas, como el de la explosión del edificio de Salta 2141, en Rosario, ocurrida en el año 2013.
Nacho y Lola
Hace unos seis años una relación como la de Eva y Griselda se dio en la localidad de Cañada Rosquín. El binomio está constituido por Ignacio Grande y la perra Lola, que fueron el primer equipo de estas características con el que cuenta la Asociación de Bomberos Voluntarios rosquinense.
Lola es una ovejero alemán especializada en la búsqueda de personas vivas o fallecidas. Junto a Nacho, son convocados habitualmente para diversos operativos a nivel nacional.
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Lola es un can de rastros, que se utiliza para la búsqueda de alguna persona en particular. También están los canes especializados en grandes áreas, que trabajan en superficies extensas como montes o zonas montañosas. Otra especialidad es la de derrumbes y también están los que buscan olores genéricos, que están entrenado en el rastreo de personas sin vida.
Los perros operativos conviven con cada dueño que es su guía. Deben realizar prácticas diarias y cada dos meses se realizan las certificaciones correspondientes. Generalmente prestan servicio durante 8 años.
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Las distintas federaciones conforman lo que se denomina Consejo Federal de Asociaciones de Bomberos Voluntarios de la Red Argentina, que tienen la representación ante los organismos nacionales, como el Ministerio de Seguridad, dentro del cual funciona el organismo que certifica las brigadas caninas y a los binomios que las conforman.
A su vez, el Consejo Federal trabaja con el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (Sifebu), en operativos que activan los fiscales en cada una de las jurisdicciones donde se produce el extravío o desaparición, solicitando la colaboración de los binomios certificados.
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