Para conocer más sobre la propuesta, La Capital dialogó con Mariana.
–¡Una vez más dando sorpresas vos y tus alumnos!
–Siempre hay que aplicarle iniciativa a la docencia y por ahí la semilla prende en los alumnos y la aplican en sus propios proyectos cuando crecen. Hay dos pibes, que fueron alumnos míos,- uno es mi hijo-, y se pusieron un microemprendimiento de un taller que había dado yo de placas de revestimiento para paredes. Y bueno, genero propuestas que en algún momento les pueden servir a los chicos que no quieren seguir estudiando alguna carrera, pero quieren emprender. En la escuela encendemos la mecha y después está en los alumnos que siga encendida o no.
–¿Cómo es que surgió esta vez, la idea de hacer jugos y sopas en polvo?
–Las Petacas tiene muchas plantas frutales y huertas. Hay muchas casas que, porque murieron los dueños o porque no las alquilan, quedan los patios libres y nadie consume las frutas que allí crecen. Enfrente de mi casa, por ejemplo, tengo una casa que tiene cinco frutales. ¿Qué pasa con toda esa fruta? Nadie las consume, terminan todas en el piso. Y así pasa en muchas casas que, a lo mejor, tienen cuatro o cinco plantas y la familia tampoco la llega a consumir a todas. Otro ejemplo son las huertas. Yo hago huerta y este año saqué 70 calabazas. Decime vos ¿Cuándo consumo 70 calabazas yo? Y no las puedo conservar mucho tiempo, porque se terminan pudriendo. Entonces vimos ese excedente y dijimos: “Dulces no tenemos ganas de hacer”; queríamos hacer algo novedoso. Así que nos pusimos a intentar disecar las frutas y verduras y a partir de ahí, convertirlas en polvo y hacer tanto jugos como sopas. Y bueno, salieron las dos cosas. Hoy hacemos sopas en polvo instantánea y jugos.
–¿Qué características tienen?
– Son jugos de cítricos para tereré y sopas de verduras que no tienen agregados de azúcar, ni de sal por razones obvias: para que la pueda consumir todo el mundo. Cada uno después si le parece le agrega azúcar o estevia en los jugos, o sal en la sopa.
–¿El proceso de producción es el mismo para el jugo que para la sopa?
–El proceso es el mismo para frutas y verduras con algunas variaciones. Primero los disecamos. Se los lleva a una molienda gruesa y después tenemos unos moledores que lo convierten en polvo soluble.
–¿Le agregan después algún tipo de conservante?
–No, nada, no le agregamos nada.
–¿Cómo los envasan?
–Envasamos la cantidad justa ya sea para medio litro en el caso de los jugos y en el caso de la sopa, la medida para una taza.
–¿Tienen una marca?
–Se llaman MC, que significa multi cítricos y multi caldos. Lo eligieron los chicos. En el caso de las sopas, el logo es una abuela con un sobrecito que dice MC y en el caso de los jugos, es un logo que es redondo con frutas que dice MC.
–¿Cuándo comenzaron con la elaboración?
–El año pasado tuvimos la idea. Este año hicimos un relevamiento, fuimos casa por casa, preguntando cuántos frutales había. Y si la gente estaba dispuesta a donar el excedente. Empezamos en marzo y ya lo tenemos. Fallamos en los dos o tres primeros intentos, porque no le encontrábamos la temperatura justa. No se secaban bien y cuando la queríamos moler se volvía a humedecer y no servía. Hasta que encontramos que la temperatura de 1.300 grados es donde queda apto para que el polvo no se contamine.
–¿Con qué lo llevan a esa temperatura?
–Tenemos una cocina en la que se puede graduar la temperatura y tenemos la máquina que deshidrata. Después lo molemos por primera vez. Luego de esa molienda gruesa, la pasamos a 1.300 grados y después ya la terminamos de moler bien finita. La molemos primero con la minipimer y luego en un moledor común de especias. En algunos casos, con el zapallo que es un poco más duro, por ejemplo, los chicos antes de la molienda lo achican con un mortero.
–¿Qué sabores tienen?
–Hay jugos de pomelo, naranja, limón y un combinado de todos. Y de las sopas tenemos de puerro y acelga, de perejil y ajo, de cebolla y zapallo, de zapallo solo. De todo lo que hay en las huertas en Las Petacas, dependemos de eso. Distinto sería si los chicos tuvieran una plantación propia. Acá nos estamos arreglando con lo que tenemos, con el excedente. La gente que dona, después puede venir a buscar sus sobrecitos de sopa o de jugo.
–¿Quiénes son los chicos? ¿Cuántos son?
–Son 12 alumnos y alumnas de segundo año, lo hacen en la materia Laboratorio de Ciencias Naturales de la Escuela Secundaria Orientada Nº 337 “Brigadier Estanislao López”. Sus nombres son: Morena Moreyra Ana Gerlero, Tatiana Bertola, Alonso Mendoza, Mario Visconti, Jerónimo Chiappero Mena, Santino Dorado, Maia Ferreyra, Ramiro Villalba, Jeremías Amill, Favio Ferreyra, Sebastián González, Victoria Zeballos Kapp.
–¿Todo el proceso se realiza en el laboratorio de la escuela?
–Si, todo lo hacemos en el laboratorio de la escuela en sólo tres horas semanales.
Alimentación saludable
–¿Cuáles son los objetivos?
–La idea es poder promocionar una alimentación saludable. Acá los chicos se hacen sopas a las 10 de la mañana con los sobrecitos. Que no es poco, ya que a muchos les cuesta consumir verduras y también consumen los jugos de fruta tomando tereré o disolviendo el polvo con el agua del dispenser. Consumen algo natural y hecho por ellos mismos.
–¿Ya tuvieron posibilidad de ofrecerlo también para la venta?
–Aún no llegamos a esa etapa. Tuvimos la idea de hacerlo tras detectar que había un problema que era todo ese excedente de frutas y verduras que se echaba a perder porque no se llegaba a consumir. Luego usamos métodos científicos para generar el producto y después devolvemos lo elaborado a la gente que colabora aportando la materia prima. De algún modo queremos que la gente sepa que lo que nos dio lo convertimos en algo útil, no es que nosotros lo dejamos ahí y no hicimos nada. Te devolvemos lo que nosotros hacemos con la idea de que vean que hay un ida y vuelta. Muchos hacen dulces, pero tampoco con eso se llega a utilizar todo el excedente y de esta manera hacemos algo que se consume tanto en invierno como en verano. Todavía no pensamos en vender, porque tenemos dos máquinas y solamente tres horas semanales de laboratorio. Producimos en esas tres horas.
–¿Piensan presentar estos productos en ferias de ciencias?
–Queremos llevar este proyecto a la Expo Tecno que se hace en El Trébol, que comenzó a hacerse el año pasado. Allí compiten sólo las escuelas técnicas, pero si nos permiten ir, ya que somos una EESO, participaremos. El año pasado, tuvimos permiso y fuimos y ganamos. Sacamos el primer premio en lo que tenía que ver con las tabletas repelentes para mosquitos. Entramos, digamos, en una categoría de sección de escuela agrotécnica.
–Repasemos cuáles fueron los proyectos exitosos desarrollados a lo largo de tantos años en tu profesorado de La Petacas.
–Nosotros hicimos los lápices aromáticos; hicimos las tabletas para mosquitos, hicimos una cartografía en 3D para chicos no videntes. Hicimos un banco de sangre también.
–¿Hay algún otro proyecto en marcha?
–Sí, un observatorio móvil astronómico y hoy estamos organizándonos para hacer directamente un domo, para plantar un domo en el monte. Eso lo organizo por fuera de la escuela, pero con los chicos que van a la escuela. Es decir, yo sigo trabajando afuera porque los chicos quieren hacer algo y yo los acompaño para hacer un observatorio planetario. Por este último proyecto nos presentamos ahora en el programa Eureka para ver si ganamos el dinero para comprar un buen telescopio. Después iremos trabajando en conjunto con otras instituciones para conseguir el dinero, que para nosotros es un montón porque son 7 millones de pesos. Es mucha plata, pero lo vamos a conseguir. Esa es la meta.
–¿Cuál es el objetivo?
–Que sea un observatorio que quede disponible para todo el departamento San Martín.
–Cuando hablás de monte, ¿Te referís al monte del ferrocarril?
–El monte del ferrocarril, sí. Ese lugar, casi empalmando con la ruta que va a San Jorge, me deja el cielo absolutamente libre en los 360 grados. Y sin contaminación lumínica. Pedimos permiso en la comuna y la comuna nos dijo que sí. La idea es plantarlo para que todo el departamento San Martín pueda disfrutarlo.
–Además, se puede transformar en un motivo para el miniturismo.
–También nos gustaría establecer en septiembre, octubre un campamento estelar que dure una noche, donde haya todas las actividades relacionadas al espacio. Así que también estamos trabajando en eso. No es un proyecto que se da en el ámbito escolar pero trabajo con chicos que van a la escuela y otros que participaron en proyectos anteriores y por eso se enganchan.
–Mencionaste al comienzo de la charla, el hecho de que cada uno de estos proyectos desde que se genera la idea hasta que se transforma en el objetivo cumplido, deja una marca los chicos que puede servirles para la vida...
–Exacto, son herramientas. También hay situaciones emocionales, es decir, se dicen “yo puedo hacerlo. Tengo la posibilidad de hacerlo, solo me tengo que sentar a pensar cómo”. Descubrí que a veces, eso lo eso es lo que falta. Creer en uno, porque no te pienses que nosotros hacemos y sale todo al primer intento, le erramos un millón de veces, pero seguimos intentando hasta conseguirlo. Es prueba y error, pero también tener esa esa tolerancia a la frustración de que no va a salir la primera vez ni la segunda, pero que no hay que abandonar en el camino.
–¿La falta de recursos fue siempre un inconveniente para los planes que ustedes desarrollan?
–La falta de recursos es complicada y eso creo que le da más sabor también a todo esto. Ver qué hacer casi sin un mago y ver cómo lo haces, no es tan simple. Si yo dijera, bueno, quiero o necesito esto, esto, esto y ya lo tengo, es más simple. Nosotros también tenemos el plus ese de que tenemos que ver cómo lo conseguimos, de qué manera, porque te estoy diciendo son 7 millones de pesos solo para conseguir el domo. Nos presentamos en un lado, en el otro, en el otro, en el otro para ver de qué manera lo podemos hacer. Ese es el tema.
–Respecto al observatorio, ¿Qué otras posibilidades abriría?
Un observatorio astronómico en Las Petacas no solo sería, como decir vos, algo educativo para lo que es la localidad y el departamento San Martín, sino también sería una actividad para reactivar un poco lo que tiene que ver con esto de que decías vos de un miniturismo. Siempre que hay movimiento generado por una atracción o actividad, hay también movimiento económico. Le sirve a los negocios y a todos.
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