-¿Cómo era su el temperamento, el carácter, la forma de relacionarse tras tantas horas juntos en el club?
-Maxi como todo chico, era un poco vago (risas), pero era un buen chico, con una buena familia.
-¿Viene de vez en cuando al pueblo? ¿Llega sin avisar?
- A pesar de que tiene poco tiempo libre, cuando puede viene. Hace unos días, el club jugaba la final de fútbol y una hora antes del partido me avisó que venía y estuvo compartiendo ese momento sentado en la tribuna con la gente. Cuando la agenda se lo permite está y si no, estamos en contacto permanente.
La entrevista continuó con el presidente del HFC, Esteban Capretto, quien destacó: “Para los pobladores de Hughes es algo increíble. Primero el lugar a dónde llegó Maxi y ahora por cómo está haciendo las cosas. La verdad es que, para nosotros, es algo impresionante y un orgullo”.
Tal como lo hizo el presidente comunal, Capretto también destacó la presencia del gobernador en la final del campeonato de su club. “Hace dos fines de semana atrás nos tocó jugar una de las finales acá en nuestra cancha y bueno, contamos con la presencia de Maxi, que llegó medio por sorpresa. Subí con él a una de las tribunas a mirar el partido y fue algo increíble. Él es el gobernador, pero también es un hincha más del club.
-¿Qué recuerdos tenés de Maxi de la juventud?
- Me acuerdo sobre todo de los veranos en la pileta y hay alguna que otra anécdota ... En el club, como en todos los clubes del país, había máquinas de videojuegos y flippers y hay dando vueltas una anécdota que ojalá alguien se anime a contarles...
La siguiente parada fue en el edificio de la escuela secundaria “Patagonia Argentina”, allí aguardaban Claudia Mena y Aníbal Diodati, dos compañeros de curso de Pullaro.
Ante la pregunta ¿Cómo era Maxi de chico? Claudia fue quien tomó la palabra.
-Era verborrágico y estaba siempre en movimiento. Él ayudaba al movimiento del grupo, igual que ahora. Antes, igual que ahora, no paraba y eso creo que es una característica muy de él. Eso está bueno, ese ánimo que todos vemos, esa predisposición que tiene para las cosas, esa empatía que tiene con la gente... Así era él.
Nosotros arrancamos juntos desde jardín de infantes, luego la escuela primaria y de ahí pasamos todos a la escuela secundaria y tuvimos una hermosa experiencia de gente joven que pudo disfrutar una adolescencia sana, en un pueblo donde tenemos las puertas abiertas y todos nos conocemos. Y ahora todos seguimos siendo buenos amigos.
Por su parte, Aníbal Diodati a este diario que: “en la primaria íbamos a distintas escuelas, pero en el pueblo nos conocíamos todos.
¿Hay alguna anécdota que puedas recordar?
-Me viene al recuerdo en este momento cuando ingresó un compañero nuevo, Alejandro Vila, para nosotros Piruchín, actualmente decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Rosario. Me acuerdo que entró y el primer día nosotros usábamos corbata y bueno, en las travesuras de chicos de 14 y 15 años, pensamos en cortarle la corbata el primer día. El hecho se consumó y tuvimos unos resultados un poco negativos (risas).
Diodati también recordó los inicios de Maxi en la política.
-Compartimos militancia de juventud también acá en el pueblo. Analizándolo hoy, vemos que siempre tuvo claro su objetivo. Estudió Licenciatura en Ciencia Política, porque a los 18 años, ya sabía lo que quería. Era introvertido, una persona que iba al frente, pujante.
A este concepto, Claudia agregó: “En la adolescencia organizábamos tertulias y mientras nosotros pensábamos en salir a compartir con amigos, él y Piruchín se olvidaban de la fiesta y salían a pegar carteles, colgar pasacalles y se iban a comer con los mayores el asadito en el comité radical”.
Embed - Hughes, el pueblo de Maximiliano Pullaro
¿Veías que se perfilaba como político?
-Cuando nosotros terminamos 5to, en la edad que cada uno debe elegir qué hará el resto de tu vida, el decidió ir a estudiar Ciencia Política ¡Y nosotros pensábamos que estaba loco! (risas).
Claudia finalizó: “Me pone feliz su presente. Veo que hay muchos que no comprenden sus actitudes como la de trotar libremente por Rosario, de saludar a cada persona en cada encuentro o visibilizar gente. Pienso que eso también se lo llevó de vivir en un pueblo donde estamos acostumbrados a estar cara a cara con la gente. Él está haciendo un posicionamiento en cuanto su presencia y la de su equipo, de cara a la gente.
El pequeño contestatario
La siguiente entrevistada fue Esther Baste, la primera maestra jardinera de la localidad. Ella tuvo al pequeño Maxi en su salita escolar, pero antes de contestar la primera pregunta, no dudó en interrumpir el relato sobre la niñez de Maximiliano para saludar a viva voz a Marcelo Pullaro, el padre del gobernador, quien al momento de la entrevista circulaba tranquilamente en bicicleta por las calles del pueblo.
-¿Cómo era Maxi de chico?
-Maxi era un niño muy especial, muy inteligente, muy trabajador, muy confrontativo y muy contestatario. La personalidad que muestra ahora, fue la personalidad de sus cinco años, esa mirada profunda que tiene lo marcó y nos marcó. Como docente había que moverse con Maxi y con todo el grupo. Fue un grupo muy especial, muy preguntón, muy de querer saber y entonces había que moverse, había que trabajar desde que entramos hasta que salíamos de la sala. Con Maxi había que conversar bastante seguido, pero bueno, al final nos poníamos de acuerdo.
En ese momento las lágrimas asomaron en los ojos de la docente.
¿Te emociona el presente de Maxi?
Sí, me emociona mucho ver a Maxi como gobernador.
La recorrida por gente del pueblo del gobernador derivó en una entrevista a Roberto Leale, un caudillo político de Hughes, pero del PJ, partido que fue el eterno rival de la UCR.
¿Qué sensaciones tiene al ver a Maxi Pullaro como gobernador de Santa Fe?
-El Maxi es un hijo de este pueblo y fue el hijo que llegó más lejos, el que mejor hizo los deberes. Para cualquier vecino de Hughes, sea peronista, radical o socialista es importantísimo que nuestro pueblo tenga un gobernador. Ahí, las banderas partidarias quedan de lado. Sólo quedan los recuerdos.
-¿Qué recuerdos son esos?
-Maxi era un rebelde y el hecho de haber transformado esa rebeldía en acción política para cambiar la realidad es muy bueno. Eso a uno lo pone orgulloso y a mí como peronista, me pone muy orgulloso. Él tiene un perfil muy frentista, por eso yo a veces digo que “el Maxi” es el más peronista de los radicales (ríe con picardía).
Tiene una construcción política totalmente frentista y creo que es una de las virtudes de Pullaro. No es sectario, construye este frente de frentes que tiene más que ver con lo que fue el peronismo del movimiento de Perón -para mí-, que con lo que fue el radicalismo en sus orígenes. Su gobierno está integrado por un mosaico sumamente amplio y siempre da la sorpresa de incorporar un peronista, un radical, un socialista, uno del PRO... Por ahí aparecerá un libertario... Porque es su forma de construir.
Un chico rebelde
-Maxi en Hughes era un chico rebelde, un joven rebelde.. ¿Ahora cuál es la virtud de Maxi? ¿Es esa rebeldía?
-Transformó la rebeldía en energía y esa energía la transforma en trabajo y en militancia. Primero estoy orgulloso de él, de que sea un hijo de este pueblo y estoy orgulloso de este año de gestión que fue muy buena, en relación a la a la provincia y al estado en que se encuentra el Gobierno Nacional.
Uno se levantaba a la mañana y ve que Pullaro estuvo en el Tostado, a la tarde está en Venado, está en todos lados y eso es una construcción de relación con la gente. El otro día vino a un partido de fútbol del HFC, primero saludó a los dirigentes, pero después se fue a ver el partido a la tribuna con la gente y eso lo hace diferente.
Por eso yo digo y reitero esto, aunque quizás le enoje lo que le digo, pero es el más peronista de todos los radicales.
Luego llegó el turno de dos amigos y correligionarios desde los primeros días. Primero fue Juan José “El Peluquero” Arcieri, luego el ex presidente comunal de Hughes, Mario Viola.
El flipper y la piña
¿Qué relación tenés con Maxi? ¿Hay alguna anécdota que puedas contar?
-(El Peluquero) Tengo una relación de amistad con Maxi de muchos años, nos conocemos de chicos, compartimos muchas cosas, muchas historias en el club y en la vida misma en la calle. Nos juntábamos en la famosa canchita amarilla, se ponía como horario las 14 y nos veíamos todos ahí. Un grupo se iba a jugar a las cartas al club, otro grupo jugaba al voley, otros iban a la pileta y algunos íbamos jugar a los videojuegos. Había que llegar primero al club para poder jugar al flipper, porque había uno solo... Yo soy petiso y era más chico que ellos, entonces llegaban los más grandes Maxi, Damián y Piruchín, todos amigos más grandes y bueno, mandaban ellos en el flipper... Pero llegó un momento, que estábamos cansados y bueno, antes las cosas se arreglaban a las piñas. Nos peleamos y al otro día estábamos todos juntos... Un día hubo una disputa por el flipper y hubo que arreglarla con una piña... (risas) Obviamente que después salí disparando para que no me maten, pero fue algo que quedó como una anécdota más de las que sucedían en todo el tiempo.
¿Qué pensás del presente del gobernador Pullaro?
-Nos llena de orgullo. Sabemos de dónde viene, que es un guerrero. Es un perro garronero que está todo el tiempo trabajando y nunca se da por vencido. Todo lo que se pone por delante, lo logra. Nosotros, que lo conocemos, ya sabemos que el resultado será bueno, o sea, no hay duda de que el resultado será maravilloso. Será el mejor gobernador de la historia, no hay dudas.
Viola por su parte acotó: “Él creó la Juventud Radical acá, en nuestro pueblo y nos convocó a los 7 u 8 chicos que estábamos con él y nos inculcó las ideas para entrar en política. Es emocionante ver dónde está ahora y dónde iniciamos con 17 años. Empezamos a repartir folletos, a hablar con la gente, ahí arrancó la parte política en un antiguo Comité Radical. En ese lugar está la foto de Maxi cuando asumió como presidente de la Junta. Cada vez que la miro me lleva a ese momento y ya pasaron 30 años. Se me pone la piel de gallina recordar eso y ver dónde está ahora.
El dijo alguna vez que iba a ser gobernador. ¿También dijo que sería presidente?
-Cuando arrancamos acá dijo “algún día voy a ser gobernador”, pero son esas cosas que quedan como un decir y hoy lo vemos ahí, con un techo que no sabemos hasta dónde llega y ojalá el día mañana tengamos un presidente y sea de acá.
Luego de recorrer Hughes y recolectar un sinfín de recuerdos, la siguiente parada fue Soldini, lugar de residencia de Mirian Talamone, una referente radical que acompaña a Pullaro desde hace unos 30 años.
-¿Cuándo conociste a Maximiliano y cómo era entonces?
-Lo conocí en Venado Tuerto en el año ‘93 o ‘94. O sea que conocí a un Maxi con 19 o 20 años y pelo largo. Venía con muchas ganas de hacer cosas, las mismas ganas que tiene hoy.
¿Ya en esa época decía que iba a ser gobernador de Santa Fe?
-No lo escuché nunca en la intimidad decir que iba a ser gobernador. Lo que sí quería lograr era que el radicalismo lidere la provincia. Trabajó para eso y me parece que, en el afán de querer que su partido lidere, él llegó a convertirse en un líder.
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Producción periodística: Ruth Oitana, Ricardo Terán y Luis Emilio Blanco.