Emilia Carletti, directora de la Escuela “Sara Bartfeld Rietti” de Tecnolagos, compartió detalles del origen, desarrollo y desafíos del innovador proyecto
La Escuela Preuniversitaria "Sara Bartfeld Rietti" comenzó a dictar clases en 2021. Actualmente tiene 280 alumnos y en 2025 ingresarán 105 nuevos estudiantes.
En el Polo Educativo para el Desarrollo y la Innovación de General Lagos, Tecnolagos, comenzó a funcionar en 2021 la Escuela Pública Preuniversitaria de nivel secundario, dependiente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), “Sara Bartfeld Rietti”. Se trata de una "propuesta innovadora en la región, basada en la educación de calidad vinculada a las necesidades presentes y futuras del entorno productivo y a la capacitación en competencias laborales".
Desde marzo de 2024, luego de compartir espacios dentro de otras instituciones de General Lagos, la Escuela “Sara Bartfeld Rietti” funciona en un edificio propio en Tecnolagos, ubicado sobre el kilómetro 14,5 de la Ruta Provincial N°21.
Para conocer más sobre el proyecto educativo, La Capital entrevistó a Emilia Carletti, directora de la institución.
- Arrancamos a fin del 2020, contactándonos con más intensidad con la comuna de General Lagos. Veníamos trabajando en la UNR con los planes de estudio de tres escuelas , dos de Rosario: el Politécnico, la Agrotécnica de Casilda y el Superior de Comercio. Nos convocaron para diseñar los planes de estudios para estas escuelas que iban a funcionar en Puerto San Martín y en General Lagos. En ese marco, fui contactada desde la universidad y de la comuna.
-Fue bastante veloz. Empezamos las clases en 2021, en plena pandemia, lo cual fue complejo. Hicimos una selección muy acelerada durante enero y febrero.Recibimos muchos currículums, los leímos todos, hicimos entrevistas y comenzamos las clases. Las instituciones no son los edificios, sino las normas y valores que uno instituye. Empezamos a hacerlo en esta escuela y luego la plasmamos en diferentes espacios.
- Tecnolagos es un desafío profundo como educadora. Siempre me gustó más la gestión que estar frente al aula. Este proyecto significó una articulación con diferentes instancias del Estado, trabajando en conjunto con la Universidad y la comuna.
- Lo elegimos en conjunto. Queríamos que sea una mujer pero al mismo tiempo, queríamos salir del esquema de los nombres tradicionales. Desde la comuna sugirieron el nombre de Sara Rietti. Sinceramente, no la conocíamos pero averiguamos sobre su trayectoria . Ella fue Honoris Causa de la UNR, la primera química nuclear argentina y una gran defensora de los derechos humanos. Nos pareció fantástico el nombre, se lo impusimos e hicimos el sello y después nos enteramos que su apellido de soltera era Bartfeld y que ella usaba el de su esposo, también químico. Por ello, se decidió incluir el nombre completo.
- Al principio hubo incomodidad, pero la convivencia con otras instituciones fue positiva. Nos permitió intercambiar institucionalidad y fomentar esa convivencia. En cuanto a los estudiantes, siempre buscamos un criterio justo para el ingreso. Hicimos un cursillo y un examen de ingreso, y ahora tenemos 280 estudiantes. La capacidad de la escuela es de 600 alumnos, con un ciclo básico de dos años y especialidades a partir del tercer año.
- Las materias o espacios curriculares que más interés teníamos en mantener eran matemáticas y lengua, ya que están directamente relacionadas con la comprensión y la interpretación, habilidades fundamentales que los chicos de esa edad necesitan desarrollar en el marco del proyecto pedagógico. Para nosotros, siempre es un tema de debate, especialmente con la tendencia actual hacia modelos educativos más flexibles o, entre comillas, “progresistas”.
- Sostenemos que lo verdaderamente democrático implica la existencia de reglas y normas claras. Creemos firmemente que los adolescentes necesitan límites, ya que esta es una forma de cuidarlos y guiarlos. Es fundamental posicionarnos como una autoridad democrática, evitando ser arbitrarios, pero dejando claro que estamos atentos a ellos. Siempre les planteamos esta perspectiva para garantizar su desarrollo.
Fomentamos la disciplina, la evaluación y la convivencia. Queremos que los estudiantes salgan con una autoestima alta para enfrentar el mundo. También evaluamos a los docentes y fomentamos la autocrítica y la mejora continua. Desafíos y logros de Tecnolagos
- Es una escuela preuniversitaria, pero no es imposible. La exigencia tiene que ver con mirar a los chicos y creer que ellos pueden. Se trata de acompañarlos lo máximo posible para que puedan construir desde el conocimiento y el aprendizaje. Vimos una interrelación muy importante con el sector productivo, con eventos como Ciencia Sur. Además, el idioma es fundamental. Actualmente, tenemos inglés obligatorio por currícula y a partir del año que viene sumaremos italiano con 80 minutos semanales, gracias al hermanamiento con una ciudad de Italia (Montalto delle Marche).
La relación es muy buena, aunque con sus dificultades. Articulamos muy bien y estamos en diálogo diario para resolver situaciones. La comuna facilita el transporte para los chicos de la región, y la accesibilidad al transporte público es sencilla. Estamos conectados por la ruta 21, que está siendo ensanchada para mejorar la conectividad y la seguridad.
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La escuela está muy bien equipada, con pantallas digitales táctiles en todos los salones y una sala de informática bien provista. La fuente de financiamiento incluye el sector privado y el apoyo del Ministerio de Educación de la Nación, el de Ciencia y Tecnología y el de Economía del Conocimiento. Además, contamos con un comedor para los estudiantes, lo que facilita su permanencia en la escuela durante todo el día.
- No, es una escuela gratuita. Solo hay un cursillo que es accesible y becado en caso de necesidad. Cualquier persona puede inscribirse y luego hay un examen de selección. Actualmente, tenemos 280 estudiantes y esperamos llegar a 600 en los próximos años.
- El horario es de 8 a 17.10, aunque algunos días los chicos salen más temprano. Es una escuela técnica, por lo que tiene una carga horaria mayor. Los chicos pueden comer en la escuela, ya que tenemos un comedor con un menú accesible. Además, contamos con un bar donde los alumnos pueden encargar su vianda para toda la semana.
-Queremos seguir proyectando y mejorando. Estamos construyendo nuevas aulas y evaluando la posibilidad de tener dormitorios para los estudiantes. Siempre buscamos mejorar y ofrecer más oportunidades a los chicos. Además, trabajamos en proyectos de investigación y en fortalecer la relación con el sector privado.
-Desde el principio, la interacción fue muy positiva. Los chicos participan en eventos como Ciencia Sur y tienen la oportunidad de aplicar lo aprendido en la práctica. Además, ganamos premios en olimpiadas de ciencia y matemática, lo que demuestra el nivel de nuestros estudiantes.
Creo que Tecnolagos puede ser el puntapié inicial para un nuevo concepto en escuelas en Argentina. Siempre tratamos de buscar un equilibrio entre las nuevas tendencias y la escuela tradicional. No compramos consignas sin más, sino que discutimos y evaluamos constantemente los modelos educativos para mejorar y construir cosas nuevas.
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Por Javier Felcaro
Por Carlos Durhand