El dolor, la impotencia y un fuerte y renovado reclamo de justicia se conjugaron este jueves en Zavalla al cumplirse cinco años de la tragedia de Monticas que dejó el saldo de 13 muertos y una treintena de heridos.
Por Gustavo Orellano
El dolor, la impotencia y un fuerte y renovado reclamo de justicia se conjugaron este jueves en Zavalla al cumplirse cinco años de la tragedia de Monticas que dejó el saldo de 13 muertos y una treintena de heridos.
Así quedó al descubierto cuando familiares de fallecidos, allegados y una de las sobrevivientes del fatídico siniestro homenajearon a la victimas frente monumento que se encuentra emplazado en su honor en la Plaza Julio Argentino Roca de esa localidad del departamento Rosario.
“Estamos aquí no solo para recordar a las 13 personas que perdieron la vida sino para seguir exigiendo justicia”, dijo Matías, quien perdió a su padre Jorge Ledesma en el trágico episodio registrado el 24 de febrero de 2017 cuando, aproximadamente a las 10.45, dos colectivos de aquella empresa colisionaron de frente en el kilómetro 779 de la ruta 33, entre Pérez y Zavalla.
Asimismo, sostuvo que “vamos a seguir luchando” e instó a la sociedad a “hacer visible cualquier tipo de queja o reclamo” sobre el funcionamiento del servicio de transporte público de pasajeros porque “es lo que puede prevenir que esto no vuelva a pasar”. Sus elocuentes palabras antecedieron la invocación religiosa del cura párroco Cristian Albornoz, quien también pidió a “los responsables” de llevar adelante la investigación del caso que “hagan justicia”.
Y en esa misma línea sostuvo: “Dios ya lo está haciendo (porque) sabe lo que cada uno de nosotros tiene en lo profundo del corazón y de la lucha de los familiares”.
El sacerdote, además, valoró “la fortaleza y el coraje que han debido tener hasta hoy” para luego señalar, entre otras consideraciones, “la muerte de un ser querido marca fuertemente ese día que nos hace distintos”. “Para Zavalla y la región -amplió- ese día fue el 24 de febrero de 2017 cuando se produjo esta horrible tragedia”.
El acto, que inicialmente estaba programado en el lugar donde ocurrió el fatídico choque, pero debió ser suspendido por cuestiones climáticas, concluyó con el sonar de las sirenas de los bomberos y un cerrado aplauso en honor a las víctimas fatales, por quienes también se hizo un minuto de silencio.
“El dolo y la negligencia de la empresa es la misma que sentimos de la justicia”, dijo Matías Ledesma ya en diálogo con la prensa. En ese sentido, resaltó que “hace cinco años (que sucedió la tragedia) y creo que va a pasar como la mayoría de las cosas que pasan cuando está metida la corrupción; el eslabón se corta del lado más débil".
Y al ser consultada su opinión sobre el actual servicio de transporte de colectivos en la zona de la ruta 33 sostuvo que “no hubo mejoras y sigue, por ejemplo, habiendo problemas con las frecuencias horarias”, entre otras falencias que también enumeró.
“Esperamos justicia, sin eso no vamos a tener paz”, dijo a la Capital su madre Gabriela Lucía Dángelo, quien al igual que él convive con el dolor de que Jorge Ledesma ya no esté entre ellos. “La último que me dijo mi esposo fue 'después no vemos' y acá estamos hace cinco años sin su presencia, pero tengo que seguir adelante porque tengo hijos y nietos”. “Mi marido -recordó- viajaba seguido y siempre me decía que algún día iba a pasar algo porque los colectivos no estaban en buenas condiciones y lamentablemente ocurrió”
La mujer no ocultó su malestar al sostener “somos 13 familias destruidas que no encontramos explicación ni respuesta. Esta tragedia fue fruto de la negligencia de la empresa que venía recibiendo quejas (de los usuarios) pero no hizo nada”.
Similar postura manifestó Hugo Belén, quien es primo de Gustavo Souza, uno de los choferes que fallecieron en el accidente.
Andrea Giovanettone, quien sobrevivió a la tragedia y reside en la vecina localidad de Pujato, también alzó su voz en reclamo de justicia aunque aclaró no tener buenas expectativas. “Es difícil tener esperanzas cuando ya pasaron cinco años y no hay respuesta, lo que genera mucha impotencia”, dijo para luego recordar y pedir que “no se olviden de María Belén Genga, quien por las severas lesiones que sufrió en el choque se encuentra en estado vigil en un geriátrico de San José de la Esquina donde es muy bien atendida pero necesita de la ayuda de todos”. Sobre el día de la tragedia, Andrea dijo: “Lo único que recuerdo es el impacto (del choque) y que el chofer gritó agárrense”.
Las consecuencias del brutal siniestro, que fue causado aparentemente por el reventón de un neumático, enlutaron a la región y motorizaron fuertes protestas que tuvieron como eje el reclamo de justicia que aún sigue vigente.
Un año después del siniestro, fueron imputados cinco directivos de la ya extinguida firma de transporte por el fiscal Walter Jurado. La acusación los considera coautores del delito de homicidio culposo agravado por multiplicidad de víctimas fatales, en concurso ideal con lesiones leves, graves y gravísimas.
El acto que se suspendió este jueves por la lluvia se realizará en fecha a definir y en el mismo los organizadores pintarán 13 estrellas amarillas, en el lugar de la tragedia, para recordar las vidas que se apagaron.