Una pareja de turistas bonaerenses encontró restos óseos mientras paseaba en la laguna de Melincué. Inmediatamente alertaron a las autoridades y se activó el protocolo de investigación. Según trascendió, se trató de un importante hallazgo arqueológico.
Carlos y Silvia, oriundos de Morón, caminaban a la orilla de la laguna cuando divisaron un cráneo humano parcialmente expuesto. Al contactar a las autoridades se activó el protocolo de investigación que posibilito el hallazgo de restos óseos de cinco personas más.
Si bien Melincué ya ha sido declarada como un sitio de interés histórico y arqueológico, este nuevo descubrimiento abona a la teoría de que este lugar fue un asentamiento clave para las antiguas comunidades del sur de Santa Fe.
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La presidenta de la comuna de Melincué, Yamila Gallisso, junto a los turistas bonaerenses
Ahora, arqueólogos y antropólogos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) junto al Museo Gallardo se acercaron al sitio para determinar la antigüedad de los restos encontrados, así como también desentrañar la cultura funeraria de aquellas sociedades.
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Melincué, reserva histórica de Santa Fe
De a poco la localidad de Melincué se va constituyendo en una reserva histórica de la provincia tras los hallazgos arqueológicos de los últimos años. El último fue la demostración (mediante un fechado radiocarbónico) de la existencia de seres humanos en la laguna homónima hace 7 mil años. Además otros hallazgos como herramientas y estructuras, evidencian la presencia de comunidades originarias con avanzados conocimientos de adaptación al entorno.
Estos avances permiten ampliar el rango temporal de ocupación de las sociedades originarias. Esto lleva a reconocer que en el Campo de Dunas del Centro Pampeano hubo asentamientos desde finales del Holoceno Temprano.
La ocupación de la laguna Melincué durante el Holoceno Medio se evidencia además por la presencia de fauna propia de ambientes semiáridos como el guanaco y el ñandú, así como de especies de humedales, tales como el ciervo de los pantanos y el venado de las pampas. Los análisis arqueofaunísticos registraron un elevado aprovechamiento de la fauna para consumo.
Además, se identificaron especies de mamíferos extintos, como el último gran armadillo que convivió con los humanos en el Holoceno, que corroboraría la coexistencia de esta fauna con las sociedades cazadoras-recolectoras durante las diferentes ocupaciones en el paisaje. La presencia en el registro arqueológico de fauna que hoy se halla extirpada y extinta evidencia el dinamismo ambiental y las oscilaciones climáticas que sufrió el área durante el Holoceno.
Además, los artefactos líticos tallados recuperados en Melincué fueron identificados como instrumentos: raspadores, raederas, perforadores, cuchillos y puntas de proyectil.
Por otro lado, también se descubrió que para el Holoceno Tardío, las poblaciones indígenas desarrollaron la tecnología cerámica para la confección de vasijas y contenedores. Aparecen en Melincué fragmentos de cuerpos de vasijas, así como de bordes y bases de las mismas. La tecnología utilizada para su confección era similar a la presente en otros sitios del Sur santafesino, con formas muy variadas, donde las superficies de las vasijas estaban alisadas sin decoración en su mayoría. Los contenedores decorados presentan incisiones en la superficie externa que forman motivos lineales o grecas.