A orillas del Carcarañá, en Oliveros, las cabañas Carcaraes combinan naturaleza y confort. Piletas, tranquilidad y actividades al aire libre, a solo 45 minutos
Con raíces profundas en Oliveros, la familia Fantin creó un espacio único en las Cabañas Carcaraes
Ubicadas en Oliveros, a tan solo 45 minutos de Rosario, las Cabañas Carcaraes se consolidan como un destino de referencia para quienes buscan un respiro en plena naturaleza sin alejarse demasiado de la ciudad. Con una ubicación privilegiada a orillas del río Carcarañá, este complejo ofrece la combinación perfecta entre comodidad, tranquilidad y actividades al aire libre.
El predio cuenta con 16 cabañas equipadas para alojar de dos a cinco personas, todas con amplias vistas al río o al lago. Entre las comodidades, se destacan la cocina completa, aire acondicionado, televisión y decks privados con reposeras. El entorno natural invita a relajarse, mientras que las instalaciones, como la piscina al aire libre, el jacuzzi y la piscina climatizada, aseguran una experiencia ideal para todas las estaciones del año.
En el marco de Compás 150, el ciclo audiovisual de La Capital, Nachi Saieg e Ignacio Noviski visitaron el complejo y charlaron con Georgina Fantin, la encargada del lugar. La familia Fantin no solo construyó este espacio turístico, sino también un legado. A lo largo de los años, han promovido actividades que celebran las tradiciones locales, como festivales de pesca, ferias gastronómicas y eventos culturales.
Además de las opciones de descanso, las Cabañas Carcaraes ofrecen actividades recreativas que incluyen pesca, caminatas por la ribera del río y avistamiento de aves, ideales para desconectar del estrés diario. El complejo también cuenta con un restaurante, una proveeduría y áreas recreativas para niños, lo que lo convierte en una opción destacada para familias y grupos de amigos.
Este refugio natural combina el encanto del paisaje santafesino con servicios pensados para el confort de sus visitantes. Las Cabañas Carcaraes no solo son una oportunidad para reconectar con la naturaleza, sino también para disfrutar de una experiencia inolvidable en uno de los rincones más pintorescos de la región. Son una joya santafesina y también un homenaje al espíritu emprendedor de la familia Fantin.
Por Javier Felcaro