Cenas pop ups: Itadakimasu hace comida asiática y sorprende en bares

La marca la creó Regina Gasparini, amante de los sabores que llegan desde Asia. Nació como delivery, pero evolucionó llevando sus platos a distintos bares.

07:56 hs - Domingo 29 de Septiembre de 2024

Con una variedad de 15 propuestas entre entradas y platos principales, Itadakimasu es una de las marcas que más comida asiática reúne en un solo lugar con una curaduría de platos que conglomera países como China, Japón, Tailandia, Korea y Taiwan. La creadora de la marca, Regina “Reshi” Gasparini, explica a suplemento Negocios de La Capital que: “No nos cerramos a las comidas de un solo país, sino que unificamos bajo la etiqueta de lo asiático para acercar sabores de distintos lugares que comparten un mismo estilo”.

Cuando en el 2020 Reshi volvió al país luego de una experiencia trabajando en cocinas de Estados Unidos, se planteó la necesidad de volcar su fanatismo por el ramen, la clásica sopa china, a una iniciativa local. En ese momento no había -y todavía no abundan- lugares que ofrecieran el famoso cuenco de sopa de fideos con caldo y distintos ingredientes como huevo y carne. “En Estados Unidos pude probar mucha comida asiática que acá no había y me puse a estudiar el tema de forma autodidacta. Pasando la pandemia se me ocurrió armar algo con ramen porque tiene la particularidad de que, para comerlo rico, precisa estar caliente y recién armado. Allá hay restaurantes de primer nivel que hacen estos kits y como todos estaban encerrados en su casa, era una buena comida para enviar por delivery y terminar de armar en tu casa”, rememora Reshi. Como un primer intento, armó una olla de caldo y le ofreció 30 kits de ramen a su red de contactos más cercanos. No sobró ni uno.

Embed

A cuatro años de esa experiencia, hoy Reshi tiene una cocina cerrada en Maipú y Cerrito desde donde prepara junto a su equipo los caldos, la panificación y las pastas, entre otros productos. Con todo, arma variedades de estilos de ramen como dumplings o ravioles chinos, arroyaditos primavera, baos -que son pancitos al vapor- y baozis. Desde allí hace envíos y take away desde plataformas como Pedidos Ya y Rappi. Mensualmente saca 500 pedidos de comidas que comienzan en los $5500, como son los arroyaditos primavera de 5 unidades y llegan a los $14.000 como el ramen de langostinos: “Nuestra temporada alta es invierno, porque nuestro plato insignia, que son los ramen, se comen calientes. La situación del país se hace sentir y notamos una baja en los pedidos. Se vende mejor los fines de semana y la primera quincena del mes”, reflexiona Reshi sobre la fluctuación de su negocio en épocas de crisis.

thumbnail_IMG_1816.jpg

Regina “Reshi” Gasparini es la creadora de la marca.

Cenas pop-ups: un clásico ganar - ganar

Entre los descubrimientos que hizo Reshi en sus experiencias de cocina en otros países, que también incluyen Brasil y Uruguay, estuvo la cocina pop-up. Un concepto culinario que propone un evento temporal donde un chef o un grupo de cocineros lleva su servicio de comida a otro sitio, como puede ser un restaurante con un enfoque totalmente distinto. Eso sí, la propuesta es por un tiempo determinado: “Hacemos la producción en nuestra cocina, nos ocupamos del traslado, llevamos la vajilla y otras herramientas y montamos todo en el restaurante”, explica sobre la dinámica.

Las cenas pop-up suelen ser solo de una noche y a la fecha se accede con reserva previa. La oferta consta de una comida de tres pasos más una bebida cuya última edición tuvo un costo de $25.000 por persona: “Presupuestamos lo que vamos a servir y dejamos un margen para el bar que pone las instalaciones y los recursos humanos, así reciben un rédito. A su vez, ellos también manejan la bebida por completo”, amplía la cocinera.

Aliados para crecer

Según Reshi, las cenas pop-ups ayudan a que haya una retroalimentación entre distintas propuestas: “Podemos conocer otros espacios y cocinas, pero también aprender mutuamente de cómo trabaja cada equipo. Además, al restaurante al que vamos, se le da la oportunidad de ofrecer algo distinto, por fuera de su menú tradicional”, agrega. Desde el punto de vista estratégico, la alianza entre una iniciativa como Itadakimasu y los bares, también mejora las ventas del lugar: “Hoy nos buscan espacios que por ahí tienen noches demasiado tranquilas y con nuestro pop-up levantan el ticket promedio de ese día”.

thumbnail_itadakimasu-53.jpg

Estos sabores asiáticos los llevan a distintos bares de Rosario para brindar una experiencia distinta.

Entre los otros beneficios que destaca es la propaganda mutua, en los canales de difusión de su proyecto y el bar anfitrión. Por otro lado, esta alianza contribuye a la rotación de clientes, logrando un cruce de públicos: “Suele pasar que los pop-ups atraen al público del bar, que termina conociendo Itadakimasu o seguidores de su comida que se acercan a lugares nuevos”, comenta Reshi. Por último, la exploración que le permiten los pop-ups, la ayudan a pensar cómo le gustaría su propio espacio en un futuro.

Según Reshi, recién ahora ve el potencial de estos conceptos en la ciudad, cuando en países de afuera hace años que funcionan, en especial de la mano de restaurantes muy prestigiosos: “Desde que empecé con Itadakimasu, mi intención fue hacer pop-ups pero al principio la gente de la gastronomía local no se animaba o no entendía los beneficios del concepto. Yo mandaba mensajes, tocaba puertas, porque quería llevarle a la gente mi producto en una propuesta diferente. Sabía que estábamos haciendo algo distinto, que no había y que gustaba, pero no le podía ofrecer al público la experiencia completa, con vajilla de verdad, por ejemplo. Hoy nos llaman de muchos lugares, tenemos una agenda de eventos muy larga y las experiencias son siempre muy positivas”.