A Fernando Vera le gusta el sonido en todas sus formas. De profesión Ingeniero Electrónico, especializado en audio y acústica, se recibió en la Universidad Nacional de Rosario en el 2016 y desde entonces da clases y hace investigación. También es violinista de folklore y emprendedor. Hace aproximadamente cinco años tuvo una idea que hoy es su producto estrella: un micrófono para violín tipo condenser que toma la onda acústica.
"Existen dos grandes gamas de micrófonos. Una son los piezoeléctrico, que son micrófonos de contacto que toman la vibración de una sección de madera, y que para captar el sonido usualmente se ubican en el puente del violín. Y luego están los condenser que toman la onda acústica, es decir el sonido que emite el instrumento”, explica Fernando. Su desarrollo se ubica en la segunda gama porque trabaja sobre el sonido en vez de la vibración y lo capta con una mejor calidad.
Micrófono para el violín
Su micrófono Sixto -en homenaje al violinista santiagueño de folklore Sixto Palavecino- nació un poco antes del 2020 en una búsqueda por mejorar sus presentaciones en vivo con su banda de folklore y también para registrar mejor los streamings que hacía el grupo durante la pandemia. Al principio fue un prototipo que le prestaba a sus colegas músicos para que probaran y tuvieran una alternativa a lo existente.
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Fernando creó el micrófono para violines con el objetivo de mejorar sus presentaciones en vivo.
Foto: cortesía Fernando Vega.
Poco a poco, con las devoluciones que recibía, se dio cuenta que tenía un producto de alta calidad pero mucho más accesible a los que ya existen en el mercado: "Resulta una alternativa atractiva porque las grandes marcas importadas, como los micrófonos daneses de este tipo, salen aproximadamente $ 1 M y tienen una determinada sonoridad. Después te vas para abajo, a $ 150.000, sin encontrar algo intermedio”, comenta Fernando. Su micrófono Sixto, en cambio, actualmente ronda los $ 250.000: “Pude ajustar muchos insumos y poner un buen precio para llegar a una sonoridad de calidad. Por la electrónica que usa, alcanza tener una performance comparable a los de primera línea”.
Proyección internacional
Cuando tuvo la ocurrencia y comenzó el desarrollo, Fernando pensó que resolvería una necesidad para una gama media, es decir para un violinista amateur o que recién empieza a tocar. Sin embargo, en su búsqueda por ubicarlo en un segmento, se lo hizo probar a músicos profesionales de orquesta, quienes le dijeron que su micrófono “iba muy bien para tocar música clásica”.
Ahí fue cuando Fernando vislumbró la posibilidad de que su inventó pudiese tener un interés mayor: “Ya se vende en Rosario y Salta y a todo el país online. A su vez, tengo posibles alianzas comerciales con músicos de Latinoamérica, como por ejemplo Venezuela. Allí hay un mercado porque tienen una red de orquestas con gran cantidad de instrumentistas”.
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El objetivo es exportar este desarrollo en el mediano plazo, llegando primero a países de Latinoamérica y luego a Europa.
Foto: cortesía Fernando Vega.
Pero Fernando no se queda quieto y mientras optimiza este micrófono para ubicarlo en un mercado aún más competitivo como es el europeo, ya está trabajando en otro, el que denomina uno “entry level”. Éste será la variante para principiantes que cubrirá el abanico de micrófonos para violines.
El Polo Tecnológico de Rosario
El micrófono Sixto y gran parte de las investigaciones y desarrollos que lleva adelante Fernando, son en el espacio Maker del Polo Tecnológico Rosario. Allí funciona su empresa Resonar, que brinda servicios de ingeniería acústica y electrónica de audio, además es la marca bajo la cual registra sus productos. Para Fernando, el ser parte de este espacio fue un valor clave en su invento: “Trabajando allí encontré un lugar donde tengo equipo, asesoramiento, red de contactos y apoyo institucional. Yo creo que si me hubiera quedado trabajando en mi casa el proyecto no habría podido escalar a niveles profesionales”, comenta sobre el aporte que le brindó la inspiración de estar con colegas y hacer networking.
“Es importante darle reconocimiento al espacio porque hay mucho acompañamiento, networking y personas con muchos conocimientos en otras áreas como marketing y ventas que me ayudaron mucho a definir mi modelo de negocio”, concluye en esta entrevista con Negocios.