En Newell’s, las horas se están estirando. Más de lo previsto. Tras la salida de Ricardo Lunari al frente de la primera división rojinegra, todo parecía conducirse rumbo a una rápida designación de un nuevo entrenador y todos los focos de atención iniciales apuntaron a Mariano Soso, un técnico rosarino que conduce a Alianza Lima de Perú. Pero, con el correr de los días, esa chance no se termina de concretar y a medida que avanza el reloj de las negociaciones, el escenario se torna cada vez más incierto y se va convirtiendo en una inquietante cuenta regresiva.
Al pequeño margen de acción que otorga la doble fecha de eliminatorias sudamericanas, Newell's lo está dilapidando sin poder cerrar la contratación del nuevo técnico. No está aprovechando ese espacio de maniobra. Por ahora son todas puertas abiertas en las tratativas y esa falta de concreción multiplica las dudas en relación a esta selección que está llevando adelante el presidente Ignacio Astore y el asesor Rubén Capria.
Del otro lado, la respuesta de Soso, quien arrancó esta etapa al frente de las preferencias en las búsquedas de la dirigencia leprosa, se hace esperar más de la cuenta. Y allí empiezan a surgir todo tipo de especulaciones.
Jornada determinante para Newell's
Desde Perú trascendió que este jueves puede ser una jornada determinante para esta tratativa ya que está pactada una reunión entre las autoridades de Alianza Lima, el director deportivo y Soso. En Rosario entienden que de ese cónclave podrían aparecer novedades y definiciones importantes.
Medios peruanos manejan la información de que hay muchas posibilidades de que Soso continúe en esa institución. En cambio, en nuestra ciudad, lo que se maneja es que en ese encuentro se podría resolver el futuro y la salida de Soso rumbo al parque Independencia.
Al no haber mayores certezas y al extenderse la falta de acuerdo, toda la negociación queda abierta al análisis de cada uno y se presta a diferentes interpretaciones.
El que confundió a todos en esta escena fue Newell’s al dejar ir a Lunari. Ahí parecía que tenía alguna negociación muy adelantada y todo apuntaba al posible arribo de Soso a Rosario.
Todavía, Soso es el que está más cerca de poder llegar a un acuerdo, pero aún debe definir su partida de Alianza Lima y esa dilación se presta a múltiples lecturas.
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Ricardo Lunari otra vez no encontró respuestas de sus futbolistas y Newell's volvió a perder.
Foto: Leonardo Vincenti / La Capital
La directiva leprosa cree que este jueves puede ser un día clave en esta negociación. Y si no aparece la señal esperada desde este lado, todo indica que empezarían a activar los otros frentes que tienen abiertos.
En este marco de búsquedas que no finalizan, los nombres que siguen sobrevolando los sondeos rojinegros continúan pasando por Soso, Diego Dabove, y un poco más atrás Sebastián Domínguez y Cristian Fabbiani.
De todas maneras, también podría surgir la figura de un tapado, un nombre con más jerarquía y aceptación en el hincha leproso de todos los que están y siguen girando.
Es que hasta el momento, todos los apellidos que salieron a la consideración pública y que podrían llegar al parque Independencia, no tienen un peso específico de relevancia ante el ojo del hincha que sigue este tipo de negociaciones con mucha atención.
No mueven las agujas
Lo cierto es que, hasta ahora, de todos los que pueden venir ninguno mueve las agujas del amperímetro de los simpatizantes de manera positiva y tampoco genera grandes expectativas en la consideración general. Ni siquiera Soso.
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Este escenario permite pensar en la oportunidad de un tapado, como cuando con esta dirigencia llegó el Gringo Heinze, sin otorgar señales ni indicios previos.
Así, Newell’s transita este tiempo de falta de decisiones. Y si no apura el paso tendrá que salir a escena en la fecha 23ª de la Liga Profesional, el próximo miércoles, a las 17, ante Central Córdoba de Santiago del Estero en el Coloso del parque Independencia, con un técnico reemplazante de un técnico interino, mientras sigue esperando el desembarco del definitivo. Todo lejos de los contextos ideales o favorables. Todo cada vez más lejos de las certezas y de los posibles inicios de reconstrucción.