Ante más de 30.000 personas que coparon la ciudad de Rosario desde el sábado a la noche, el Tiburón venció al santo tucumano 2 a 0 en el Gigante de Arroyito y es de primera.
Por Carlos Durhand
Aldosivi le ganó 2 a 0 a San Martín de Tucumán en el Gigante de Arroyito, en la final del primera ascenso a la primera división, con goles de Nicolás Laméndola a los 9’ y un golazo de Elías Torres a los 43’. De esta forma, el Tiburón, que no llegaba como favorito a este partido jugará en 2025 la Liga Profesional.
En la previa, por las campañas realizadas, San Martín llegaba como favorito, Pero este tipo de finales, son partidos aparte donde no importan los resultados anteriores ni tampoco la cantidad de gente que había en el estadio donde los cirujas duplicaron en asistencia al Tiburón.
Aldosivi comenzó mejor. Por eso no extrañó que se pusiera en ventaja a los 9' con un tanto del ex Atlético Tucuman Nicolás Laméndola, tras un centro de Ignacio Guerrico. El mismo jugador a los 20' pudo marcar el segundo.
Recién después de los 2', el Santo pudo acomodarse en el terreno. Lo pudo igualar con un cabezazo de Abregú que quedó en las manos de Carranza, tras un córner de Cuevas a los 24' Y sobre los 40' el mismo Cuevas ensayó una volea luego de una asistencia de Junior Arias.
Pero a los 43', luego de una gran jugada individual, con un zapatazo espectacular, Elías Torres, la figura del primer tiempo anotó el 2 a 0 para el Tiburón.
En el segundo tiempo, San Martín jugado por jugado, fue en busca del descuento, algo que casi logra antes del cumplirse el primer minuto del complemento. Pero era un arma de doble filo porque quedaba muy expuesto atrás.
Sobre los 63’ fue Vera quien tuvo en sus pies el gol del Santo, pero Carranza se vistió de héroe y tapó una pelota que valió un montón para el futuro del partido.
Los minutos fueron pasando y la ansiedad de los tucumanos se transformó en desesperación. A los 81’ otra vez el arquero de Aldosivi salvó su arco con otro cabezazo de Abregú.
Los minutos fueron pasando, hasta que Yael Falcón Pérez, quien adicionó diez minutos, pitó el final del partido y decretó que Aldosivi jugará en primera en 2025.
Desde la tarde del sábado tanto en el centro de nuestra ciudad, como en Avenida Pellegrini y en Pichincha se comenzaron a ver a los primeros hinchas de ambos equipos.
Los Cirujas hicieron un poco más de ruido que los Tiburones. No solamente por su amistad con la hinchada de Central, a punto tal que en la noche del sábado se juntaron en la esquina de Génova y Cordiviola a compartir alguna que otra bebida, sino que fueron los primeros que agotaron sus entradas.
Los organismos de seguridad dispusieron de 19.000 localidades (12.000 generales y 7.000 plateas) para cada equipo.
En cambio, en Mar del Plata, se vendieron 9.000 packs para los socios de Aldosivi que además del ticket incluía las entradas, todavía quedaba un remanente.
Enterados de esta situación, los dirigentes de San Martín ensayaron un intento de conseguir más entradas, pero desde la seguridad le dijeron que no y que si las mismas no se venden, habrá menos hinchas en la tribuna de Aldosivi, pero que bajo ningún punto de vista los tucumanos tendrían más tickets.
Las puertas del estadio se abrieron las 12. Y una marea de gente de San Martín comenzó paulatinamente a ocupar sus lugares. Los de Aldosivi tardaron un poco más.
Los de Aldosivi hicieron su ingreso por bulevar Avellaneda y ocupan la tribuna que da a espaldas a Génova y la platea del rio.
Mientras que los de San Martín, tuvieron su punto de encuentro en el Parque Alem donde quedaron los micros. Los que iban a la popular de Regatas (donde habitualmente se encuentra la barra de Central) entraron por Cordiviola, mientras que los ocupantes de la platea techada ingresaron por Juan B. Justo.
Varios aprovecharon los distintos puestos de comida aledaños a la zona y tenían en sus manos alguna bebida de dudosa procedencia ya que el color del líquido no coincidía con el de supuestamente tenía que tener según la etiqueta del envase.
Esta final también fue una fuente de trabajo para algunos. Como por ejemplo para Francisco, quien vino de Córdoba, y junto al padre y al abuelo, se dedican a vender gorros y banderas. “De Aldosivi hicimos 300 gorros, 100 banderas grandes y 100 chicas. Y de San Martín trajimos 200 banderas grandes, 200 chicas y 800 gorros. Valen entre 5.000 y 10.000 pesos”.
Dentro de la multitud de hinchas de San Martín algunos se prestaron para charlar con Ovación. Entre ellos los embajadores de “La Banda de Nino”. Sebastián, el portavoz del grupo dijo; “vinimos 16 amigos en cuatro autos distintos. Llegamos el sábado a la tarde y nos vamos el lunes. Es nuestra primera vez en una cancha de fútbol de Rosario, si bien paramos una vez acá de camino a Junín. Tenemos mucha expectativa en ascender”.
Por otra parte, Jorge, quien ya acusa 65 años en el documento, pero no quería perderse este partido contó una historia muy particular que vivió con San Martín en Rosario hace 35 años. “Vengo por la revancha dijo. En 1989 vinimos a jugar contra Central y fuimos el único micro que salió de Tucumán. Fue un viaje complicado porque hubo mucha lluvia. Faltando unos 50 kilómetros, dijeron que el partido que se jugaba a las 3 de la tarde estaba suspendido definitivamente y se pasaba para el lunes. Y no teníamos los recursos para quedarnos. Finalmente, el partido los dirigentes decidieron jugarlo ese domingo como a las 6 de la tarde, pero yo me enteré cuando llegué a Tucumán. Me dijeron que habíamos perdido 5 a 3 y pensé que me estaban cargando. Pero después lo pude confirmar y me quedé con mucha bronca por no poder ver el partido”.
Carmen, socia de Aldosivi, y con un origen muy humilde, mientras mostraba orgullosa el Tiburón que tiene tatuado en su brazo izquerdo, dijo. “Hace cinco meses que estoy sin trabajo, pero vendiendo unas rifas y tortas, pude juntarme la plata para viajar con por primera vez con mis dos hijos”, comentó con emoción.
En tanto, Ernesto, al reconocer a La Capital, se arrimó y se presentó como un marplatense que vino a estudiar a Rosario y se quedó para siempre porque se enamoró e hizo su vida acá. “El amor por Aldosivi no lo perdí nunca porque mi viejo era portuario y además colaboró mucho en el predio que tiene el club cuando jugábamos en la liga marplatense. Así que cada vez que jugamos en Rosario ya sea en Central o en Newell’s trato de estar. Y esta vez más que nunca. Sería un sueño volver a primera”, finalizó.