La mejor noticia que recibió Alejandro Fantoni después de arribar al campamento de Riyadh, fue el anuncio de la suspensión de este sábado para la etapa de motos y cuatriciclos. Con el argumento de las malas condiciones meteorológicas y el cansancio que mostraron los pilotos en lo que es sin dudas el Dakar más duro en Arabia Saudita, la organización le hizo un mimo al piloto sanlorencino que las pasó todas en la 6ª etapa rediagramada: problemas mecánicos, un nuevo golpazo y la pérdida del GPS transformaron el trayecto de más de 900 kilómetros entre especial y enlace en un infierno, que pudo sortear en 16 horas arriba del Yamaha Raptor averiado. Mucho antes que él, en realidad fue un día de gloria para los pilotos de Argentina, ya que en las dos ruedas obtuvo su primera victoria Luciano Benavidez, hermano de Kevin, el campeón 2021, mientras que en quads venció al final el lobense Manuel Andújar, también campeón del Dakar en la misma edición saudí. El viernes dejó también una huella imborrable con el abandono del más ganador, Monsieur Dakar, Stephane Peterhansel, en día negro para Audi.
El jueves el mendocino Francisco Moreno Flores le dio a Argentina la primera victoria de esta edición 2023 y el viernes continuó el festejo con estos dos triunfos. Muy especial para Luciano Benavidez, porque fue el primero de su historia y con Husqvarna, la marca que quiere obtener su primera victoria dakariana y tiene de líder al estadounidense Skyler Howes, su escolta. El salteño es 9º en la general a poco más de 24 minutos.
Y el que perdió 2 minutos más en relación a la punta fue Kevin Benavides, 5º esta vez con su KTM y detrás de Howes y de su compañero Toby Price, 3º en la 6ª etapa. El campeón 2021 aún no dio lo mejor y por eso hay confianza de pelear la punta, más porque el Dakar viene muy duro y prueba de ello fue la suspensión de la 7ª etapa. Claro que después vendrá la maratón, donde los pilotos no podrán ser asistidos en el vivac.
Lo mismo le cuadra a los pilotos de quads, donde al fin Andújar pudo sortear los problemas que lo aquejaron en las etapas anteriores y ganó el 6º especial, 4 minutos por delante del líder y actual campeón, el francés Alexandre Giroud. Francisco Moreno terminó 3º y sigue escolta en la general, mientras que el de Lobos es 4º.
En esta categoría, Fantoni finalizó 10º en la etapa, su mejor ubicación, pero donde más sufrió. Es que luego de un enlace de 190 kilómetros, cuando iba a largar se le paró el motor y tardó más de 15 minutos en encontrar el fusible que lo impedía. Enseguida paró para asistir a un motociclista caído y se quedó con él hasta que llegó el helicóptero sanitario.
Más tarde, al terminar la primera parte del especial, otra vez el motor se paró por un corto en la bomba de nafta y debió pasar el combustible de un tanque a otro, mientras era ayudado por unos pobladores que al verle el antiflama con los colores argentinos gritaban: “Meeeeessiiii, Meeeesiii”. Y cuando pudo acelerar al fin, una duna cortada lo traicionó, volcó, se golpeó el rostro de nuevo y lo peor fue que rompió la torre del GPS, por lo que perdió nada menos que la navegación.
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A los golpes. GPS roto para Fantoni.
Y como el martes, el chaqueño Carlos Verza lo salvó, por lo que hizo casi 150 kilómetros atrás suyo para no perderse y llegar a la meta. La penuria no terminaría ahí, ya que en el enlace empezó a llover mucho y ya de noche hacía mucho frío. Así recorrió los últimos 80 kilómetros hacia la meta, donde recibió la mejor noticia: la suspensión sabatina.
Fantoni sufrió pero llegó. No pudo decir lo mismo el más ganador del Dakar, con 14 triunfos: Stephane Peterhansel, que tuvo un accidente en el kilómetro 212, su copiloto sufrió heridas en la espalda y debió ser internado, por lo que abandonó. Su compañero Carlos Sainz también se golpeó en el mismo lugar y perdió toda chance. Justo cuando a los Audi le habían dado más CV de potencia, las quejas Nasser Al A-ttiyah trocaron en alegría. Ganó de nuevo y se encamina al 5º Dakar.