Hablar del mal año que tuvo Central resulta casi una obviedad. Es que la temporada está a nada de bajar el telón y el Canalla no pelea absolutamente por nada más que por sumar algunos puntos más que le sirvan para el futuro. En realidad, sobran las explicaciones a través de las cuales dar cuenta de este 2024 aciago, aunque hay algunas que lo explican de manera meridiana. Una de ellas seguramente es la consistencia que perdió el equipo jugando en el Gigante de Arroyito, lo que en su momento fue un bastión importantísimo, sobre todo en el primer año de Miguel Angel Russo como entrenador en ese quinto ciclo que finalizó hace apenas unos meses. Central lleva tres derrotas consecutivas en su estadio (cuatro sin ganar si se le suma el anterior), una marca impensada, y para encontrar una racha similar hay que remontarse a los primeros meses (febrero y marzo) de 2022, cuando el equipo era dirigido por el Kily González.
El hecho de haber cambiado entrenadores de manera frecuente explica en gran medida esto que está viviendo Central por estos días. Si Russo no hubiese perdido efectividad no hubiera llegado Matías Lequi y si a Lequi no le hubiese ido como le fue hoy no estaría Ariel Holan.
Un proceso de degradación
Lo cierto es que el Canalla inició un proceso de degradación futbolística muy notorio, por eso los cambios de técnicos, que fueron consecuencia de los malos resultados.
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Marco Ruben sufre en la derrota frente a Barracas Central, la primera de esta seguidilla.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Ahora, si hubo algo a través de lo cual Central no logró mantener competitividad fue la inconsistencia jugando en su estadio, donde, se recuerda, acumula tres derrotas consecutivas. Después de un par de empates con sabor a nada (ante Banfield e Instituto), ese equipo que todavía comandaba Lequi dio su primer tropiezo de esta serie de derrotas. Fue contra Barracas Central por 1 a 0, por la 20ª fecha de la Liga Profesional.
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Allí Central debió haber tenido la chance de empatarlo en el final tras el claro penal de Insúa sobre Gaspar Duarte, pero ni el árbitro Nicolás Lamolina ni los encargados del VAR consideraron que fuera infracción. Más allá de este detalle, el Canalla se retiraba del Gigante con las manos vacías.
Apareció el punto en el viaje a Mendoza (empate 1-1 contra Independiente Rivadavia), pero al toque el San Lorenzo de Russo fue el que le dio la segunda estocada a Central.
Ni en la despedida
Se sabía que era el último partido de Lequi como entrenador y que Holan tomaría las riendas un par de días después, pero tampoco en esa despedida el equipo pudo regalarle un triunfo a los hinchas. Ni siquiera le alcanzó para el empate.
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Una de las últimas caídas en Arroyito fue ante el San Lorenzo de Miguel Angel Russo.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Fue algo más esperanzador lo del pasado sábado por lo que había sido el inicio del ciclo Holan, con cuatro puntos sobre seis en esos dos partidos (Estudiantes y Central Córdoba de Santiago del Estero) en condición de visitante. Claro, enfrente tenía nada menos que a Racing, flamante campeón de la Copa Sudamericana, pero había un mínimo de esperanza de que la cosa podía cambiar. Pero nada de eso pasó.
A Central le dio sólo para un primer tiempo en el que compitió de igual a igual, pero el bajón en el complemento que estuvo acompañado por un par de errores propios muy puntuales, provocaron el peor desenlace.
Incluso no es sólo esa racha de tres caídas seguidas, sino que hay un cuarto partido en el que no pudo ganar tampoco, el 1 a 1 contra Banfield.
Otro Central allá a lo lejos
Hoy quedó lejísimo aquel fantástico 2023 que tuvo el Central de Russo que transitó de enero a diciembre sin perder en su estadio, con una marca implacable: de los 22 partidos que disputó, ganó 14 y empató los 8 restantes. Ya venía con algunos más sin perder desde 2022 e incluso estiró aún más la racha en este 2024.
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Los futbolistas canallas emprenden la retirada tras la derrota frente a Racing.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Pero hoy ya nada es igual y para hallar una seguidilla de tres derrotas consecutivas en Arroyito hay que irse a los partidos contra Godoy Cruz, Barracas Central y Newell’s, en la Copa de la Liga 2022.
Con el Kily al mando del equipo, el Canalla cayó con el Tomba por 2-1, después Barracas lo derrotó 3-1 y el recordado clásico 0-1 que significó la salida del técnico canalla.
Más de 300 minutos sin goles en el Gigante
Esta malaria de partidos con derrotas consecutivas en el Gigante de Arroyito se explica también a partir de la falta de gol. En esos tres encuentros sin al menos poder sumar, el Canalla no convirtió goles. El último grito en Arroyito fue obra de Jaminton Campaz, contra Banfield.
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Campaz ya convirtió tras una gran combinación con Malcorra, ante Banfield. Fue el último gol de Central en el Gigante.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
En total, Central lleva 323 minutos sin convertir frente a la mirada de sus hinchas, lo que es un dato altamente llamativo. En ese 1-1 contra el Taladro, Campaz anotó el empate que a la postre sería definitivo (en el final del encuentro hubo un gol bien anulado a Marco Ruben) y de ahí en más el equipo ya no pudo volver a convertir. No lo hizo contra Barracas Central, ni contra San Lorenzo y tampoco frente a Racing.
Frente al Ciclón hubo un gol de Ignacio Malcorra invalidado por falta en el inicio de la jugada de Franco Ibarra, mientras que ante la Academia de Avellaneda también le anularon uno a Marco Ruben, por off side de Enzo Copetti.