La pésima noche que tuvo Central en el Gigante y que pasó con derrota frente a Racing es fácilmente explicable, aunque los motivos hayan sido varios. Claro que los más salientes son esos groseros errores en el fondo, en el intento de salidas prolijas desde atrás. Fueron dos de los grandes regalos que el Canalla le puso sobre la mesa a este entonado Racing, que mostró credenciales en relación a la enorme conquista (fue campeón de la Copa Sudamericana) que traía sobre el lomo, pero que aprovechó la jerarquía que tiene para facturar cuando Central le puso el resultado servido en bandeja. Para colmo de males, se quedó sin tres jugadores para el partido del próximo domingo frente a River: Miguel Barbieri, Agustín Sández y Jonatan Gómez.
Hasta aquí hubo una clara apuesta por parte de Holan y era que su equipo debía lograr claridad y volumen de juego a partir de una salida clara desde el fondo. Bueno, en esta ocasión fue eso lo que le jugó en contra. Porque en dos de esos muchos intentos de iniciar la jugada pelota al pie llegaron los obsequios. Por eso el lamento por la derrota en sí, pero sobre todo por haber sido el propio Central el que propició que fuera caída.
Todo comenzó a desmoronarse en el inicio del complemento, en esa pelota que Sández en lugar de despejar quiso sacarla limpia y la perdió y que prosiguió en la falla garrafal de Mauricio Martínez. Caramelo la limpió bien de arranque, pero en lugar de despejar de zurda, con la marca encima, optó por jugarla corta para Sández. Se la puso en el pie a Martirena, centro y la entrada en soledad de Vietto para ajusticiar a Broun.
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Mauricio Martínez se equivocó en el inicio del complemento y Central lo pagó con un gol.
Celina Mutti Lovera / La Capital
El error de Fatura
Dos minutos más tarde Ibarra simuló una falta que no existió y en la contra Solari lo tuvo desde el borde del área, pero la tiró por encima del travesaño. Pero había más, porque en el último minuto de los 90 Broun hizo lo suyo. Enganchó para la zurda, su pierna menos hábil, y el despeje fue tan débil que cayó en tres cuartos de cancha, en los pies de Maravilla Martínez. Toque sutil del 9 por encima de la humanidad de Fatura y el gol de la sentencia. Dos malas salidas y dos goles en contra. Fue el regalo que Central le entregó a este Racing campeón de la Sudamericana.
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La confusión generalizada de Central
Quizá algo de ello haya sido parte de la confusión con la que se movió el equipo, en un partido en el que los nervios se fueron potenciando con el correr de los minutos. Y fue contraproducente en este partido, pero con secuelas para lo que viene.
Es que Central irá a cancha de River sin Barbieri, Jonatan Gómez (ambos llegaron a la quinta amarilla) ni Sández, quien se fue expulsado (la primera amarilla por un empujó y la segunda por una falta desde atrás).
Central hizo poco para ganarlo, pero mucho para perderlo.