Un nuevo proceso futbolístico se inició en Central y por supuesto las miradas estarán puestas de aquí en más en los cambios que pueda producir Ariel Holan en relación a lo que venía mostrando el Canalla bajo el mando de Matías Lequi. Claro que las primeras señales comenzarán a verse cuando dirija por primera vez y para eso habrá que esperar hasta el miércoles 20, cuando Central viaje a La Plata para visitar a Estudiantes. Ese será apenas el primer paso de un ciclo que apunta todos sus cañones a la próxima temporada, pero más allá de eso hay puntos en los que seguramente el flamante entrenador canalla se verá en la obligación de hacer hincapié. Ya en la conferencia de prensa en la que fue presentado oficialmente el propio técnico dejó en claro algunos conceptos básicos respecto a lo que apuntará en el corto plazo, pero se exponen aquí algunos de los ítems fundamentales en los cuales deberá hacer foco.
Transformar futbolísticamente al equipo
Cuando se produce un cambio de entrenador es, generalmente, porque las cosas no funcionaron y en este caso puntual la labor de Holan será cambiarle la cara al equipo.
Por supuesto no será una tarea sencilla y para eso deberá realizar un análisis exhaustivo de los futbolistas de los que dispone para ver con qué intérpretes lleva a cabo su idea. En ese sentido, la disyuntiva es saber si privilegiará un estilo de juego o bien se adaptará a lo que tiene a mano y a partir de ahí buscar el sistema de juego que considere más apropiado y la estrategia correcta.
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Central necesita reencontrarse cuanto antes con el nivel futbolístico que mostró ante Vélez.
Marcelo Bustamante / La Capital
Ahora, con los elementos que tenga a mano, uno de sus principales objetivos será que Central comience a mostrar algo distinto lo antes posible. No le va a resultar sencillo lograrlo de un día para el otro, pero la situación del equipo es tan endeble que será indispensable que el Canalla vuelva a ser un conjunto con un mínimo de competitividad. Después, los resultados (ese es otro punto esencial), podrán acompañar o no, pero lo que Central necesita cuanto antes es algo así como una refundación de su fútbol.
Levantarlo desde lo anímico
El simple hecho de un cambio de cuerpo técnico hace que las expectativas se renueven y eso los futbolistas lo tienen muy en claro. No obstante, debiera haber un trabajo por parte del entrenador apuntado a fortalecer el aspecto anímico.
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Es cierto que una cosa va de la mano con la otra y que en la medida que los resultados positivos aparezcan el semblante en los jugadores cambiará inmediatamente, pero les será mucho más fácil el camino si la cabeza funciona en sintonía.
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Anímicamente, Central es un equipo muy golpeado por los malos resultados que arrastra.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Es que este grupo viene golpeado desde hace un buen tiempo, incluso desde los días en el Russo era el técnico, porque hubo objetivos que fueron quedando truncos. Ya la salida de Russo fue un golpe y con Lequi, más allá de la alegría en el clásico, nada se recompuso. De hecho, la meta de la Copa Sudamericana se hizo añicos con la derrota frente a Fortaleza.
Ya sin chances de meterse en la Sudamericana 2025, este plantel de Central no tiene nada porqué pelear, lo que puede profundizar ese alicaído estado de ánimo. Por eso, a la par de lo futbolístico, Holan y su equipo de trabajo se verán obligados a lograr la motivación necesaria para que a partir de la cabeza y las buenas vibras todo lo demás llegue por decantación.
Generar confianza en los jugadores
Si hubo algo que quedó claro en el tramo final del ciclo de Lequi como técnico fue la pérdida de confianza de muchos futbolistas. Posiblemente algo de ello haya tenido que ver con los cambios permanentes, con los ingresos y la salida del equipo de varios de ellos, y Holan estará frente al enorme desafío de generar confianza en ellos y convencerlos de que algunas cosas se pueden cambiar ya en el corto tiempo.
Nunca nadie se expresó públicamente y es lógico que haya sido de esa manera, pero muchas voces dieron cuenta en estas últimas semanas que la cosa no estaba del todo bien en Arroyo Seco, que la convivencia en cierta forma había comenzado a erosionarse.
Y no se trata de que haya habido peleas ni nada por el estilo, pero sí cierta pérdida de confianza de algunos futbolistas por algunas decisiones. Ejemplos sobran, de jugadores que un partido fueron titular y que al siguiente no, o lo que es peor, no aparecían entre los convocados.
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Los futbolistas de Central necesitan creer en el nuevo técnico y volver a confiar en ellos mismos.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Puede resultar inapropiado ponerles nombres propios, pero sí hubo jugadores a los que un error en un partido les costó la titularidad, otros que frente a la chance de jugar por la lesión o suspensión de un compañero vieron que igual se les hacía difícil encontrar un lugar en el equipo.
Tras la derrota frente a San Lorenzo hubo incluso declaraciones de algunos futbolistas haciendo referencia a la necesidad de la llegada de un técnico con experiencia y todo eso puede ser tomado como parte de esa pérdida de confianza que había. Ahí también habrá trabajo para Holan.
El triunfo, una cuestión central
Todos los puntos mencionados anteriormente no son otra cosa que afluentes de un objetivo básico e indispensable: el resultado. El fútbol, el estado de ánimo, la confianza y cualquier otra cosa que se pueda o se quiera mencionar no tiene otra finalidad que no sea el resultado. Y en ese aspecto habrá una exigencia por parte de los hinchas, como siempre la hubo.
Está claro que si los resultados hubiesen acompañado no se hubiera producido ningún cambio de entrenador, por eso la necesidad de que el equipo se reencuentre con las alegrías, en la medida de lo posible ya el miércoles de la semana próxima, en La Plata.
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Festejo se busca. Holan intentará que su equipo festeje una victoria lo antes posible.
Virginia Benedetto / La Capital
Central necesita de un par de buenos resultados por una simple razón: lleva seis partidos sin victorias, con apenas una cosecha de tres puntos (fueron 3 empates y 3 derrotas). Después de aquel gran triunfo en el Gigante frente al líder Vélez, en lo que pareció el punto de inflexión en busca de un lugar en la Sudamericana 2025, el equipo entró en un espiral de decadencia futbolística que lo condujo a los malos resultados. En definitiva, fueron esos últimos seis encuentros los que motorizaron la búsqueda de un nuevo entrenador.
Holan no podrá lograr cosas por arte magia y el trabajo debiera ser su mejor aliado, pero en medio de la vorágine y de la convulsión, uno de sus principales objetivos será lograr que cuanto antes el equipo pueda marcharse al vestuario al término de un partido con los tres puntos bajo el brazo.