El empate ante Platense le permitió depender de sí mismo para terminar la fase de grupos del torneo Apertura como líder en su grupo
Marcelo Bustamante / La Capital
Carlos Quintana buscó el gol ante Platense, pero su remate dio en un defensor del Calamar.
“El punto sirve”. Ariel Holan fue contundente en el análisis después del empate sin goles ante Platense y esa aseveración tiene distintos abordajes, aunque hay uno que predomina: Central depende de sí mismo para terminar la fase de grupos como líder de la zona B.
A esta altura del campeonato se puede afirmar con todas las letras que la campaña del Canalla es realmente buena, porque ya está clasificado a los octavos de final, porque ese pasaje lo logró cuatro fechas antes de la finalización de la etapa regular y, también, porque tuvo un fixture complejo en la relación entre local y visitante. Hasta aquí, de los 13 partidos que disputó lo hizo ocho veces fuera del Gigante y cinco en Arroyito.
Todo eso hace que el presente sea de una calma absoluta, tratando de dosificar esfuerzos y apuntándole ya de lleno a lo que será el primer cruce en la etapa de eliminación directa.
¿Por qué fue bueno el empate frente a Platense? Porque el equipo de Ariel Holan quedó con las riendas en las manos, dependiendo de sí mismo para lograr uno de los objetivos que el grupo se planteó después de sellar la clasificación: terminar primero en su grupo. Se recuerda que habrá ventaja deportiva para los mejores clasificados, por lo que, de ser primero, definirá prácticamente todo en su estadio hasta la final. En caso de llegar, por supuesto.
La particularidad de que Central de aquí hasta el final de la fase de grupos es que uno de los rivales a los que deberá enfrentar es justamente el Rojo de Avellaneda, por lo que tiene la posibilidad de Para que ello ocurra deberán ocurrir algunas cosas, como por ejemplo ganarle a Instituto y a San Lorenzo, aunque dependerá también de cuáles sean los resultados que obtenga Independiente. Si el Rojo gana los dos que vienen, Central estará obligado a hacer lo mismo. También habrá que estar atento a cómo le vaya al Ciclón.
>>Leer más: Central se tomó por costumbre meter siempre algo dentro de la valija
Lo cierto es que si Central gana los tres partidos que le restan, inexorablemente finalizará primero en su grupo, independientemente de lo que haga el Rojo en los próximos dos partidos.
La última fecha, en el Gigante, podría tener una relevancia más que importante en la vida de Central. Podría tratarse del partido que ponga al Canalla en lo más alto de las posiciones y frente a un escenario tentador en esto de aferrarse a la localía de octavos de final en adelante.
Independiente enfrentará en la próxima fecha a Atlético Tucumán, en el norte del país, y en la penúltima será local de Deportivo Riestra. Pero un detalle, en el medio jugará por la tercera fecha de la Copa Sudamericana (ante Guaraní), torneo en el que perdió en la primera fecha como visitante ante Real Potosí y ganó en la segunda, de local, frente a Boston River. Esa exigencia, sin dudas, lo llevará a un desgaste mayor desde lo físico.
A Central, además de este muy buen andar, no le sobra nada, pero sí tiene claro que la posibilidad de terminar primero está al alcance de la mano.
Y si eso hoy ocurre es por ese punto que logró en cancha de Platense, en un partido en el que mostró lo justo y necesario desde lo futbolístico. Pero el hecho de haber sumado impidió que Independiente se le fuera a tres puntos. Si eso hubiese ocurrido, la chance de terminar primero hubiera sido más complejo, teniendo en cuenta que el Rojo tiene una diferencia de gol de +14 y el Canalla de +9.
En este Central de Holan hay varios jugadores que no están a pleno en lo físico y otros que no podrán estar en el próximo partido (caso Ignacio Malcorra, quien llegó a las cinco amarillas), aunque son contratiempos con los que el Canalla ya viene conviviendo.
A tres fechas del final están las exigencias, las obligaciones y el deseo de siempre. Y en la búsqueda de ese primer puesto, hay algo que Central tiene seguro: las riendas en las manos.
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