Ratificar lo hecho en Mendoza y darle un alegría a su gente en casa. Esa fue la misión para un Central que se deshizo de un complicado Lanús y le ganó 2-1 para alcanzar la punta y seguir ganando fuerza colectiva con un Jaminton Campaz intratable y un motor todoterreno llamado Franco Ibarra.
El porrazo que se pegó Lanús ante Riestra en su casa dejó en evidencia serias fallas defensivas, principalmente con errores de cobertura y poco despliegue. Central, con la calidad y la velocidad de sus intérpretes en el último tercio, tenía en sus manos la lámpara para frotar y cumplir deseos a su antojo. Campaz fue el genio.
El primer gol de Central
La tarde tenía color gris y algunas gotas molestaban, hasta que apareció Campaz para pintar todo de color felicidad. El colombiano se lanzó al ataque por izquierda, hizo pasar de largo a Gonzalo Pérez y cuando lo estaba por apretar Agustín Cardozo, metió un zurdazo que sorprendió al arquero Losada y puso a Central arriba 1 a 0 a los 10’. Golazo para el compacto de fin de año.
El canalla ejercía un dominio que no era aplastante pero la alcanzaba para mantener al Granate lejos de su arco. La visita sólo se arrimaba con algún tiro libre con destino aéreo pero no mucho más.
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El segundo tanto canalla
Corría el minuto 31 cuando Nacho Malcorra se hizo cargo de una pelota detenida. Centro al área, la baja Carlos Quintana y se desató la polémica de la noche. Mientras en Central reclamaban una mano de Bou, lo cierto es que el delantero terminó metiéndole un planchazo a Gaspar Duarte, y del otro lado los jugadores de Lanús pedían offside de Enzo Copetti. Lobo Medina hizo interminable la decisión y hasta que fue al VAR a corroborar lo que pasó, pasaron seis minutos para terminar de sentenciar el penal para el equipo de Ariel Holan. Malcorra definió cruzado, Losada adivinó pero no tuvo nada que hacer. Segundo palo y a la bolsa: 2 a 0 y tranquilidad.
El primer tiempo se extinguía cuando Campaz estuvo cerca otra vez con un sablazo que desvió el arquero granate a los 41’. No quedó más tinta en el tintero y los 22 jugadores se fueron al vestuario.
Segundo tiempo en marcha, Pellegrino sacó a Gonzalo Pérez que vivió la peor pesadilla de su vida marcando a Campaz y le salió todo mal. Nada para tocar en Central.
Los primeros minutos fueron de poco vuelo. Lanús era inofensivo y Central inclinaba sus ataques por izquierda, con un Campaz que andaba inspirado y exprimía a la perfección la pésima resistencia defensiva de la visita.
Central tenía todo en sus manos pero no lo liquidaba antes de tiempo, como pasó en Mendoza. Holan mandó a la cancha a Augusto Solari para ganar juego pero el Granate copó la zona media y neutralizó la generación del canalla.
El descuento de Lanús
Lanús iba a los empujones y se encontró con un mal retroceso local. Mallo salió tarde, no pudo tirar el offside y Bou aprovechó para definir cruzado ante la humanidad de Broun y poner el 1-2.
El tramo final fue casi un monólogo visitante. Holan metió los cambios que le quedaban para aguantar el empuje de Lanús, sobre todo con el buen juego aéreo que tiene Juan Cruz Komar, que apenas entró ya tuvo acción.
Los siete minutos adicionados por Lobo Medina generaron murmullos e incertidumbre en los hinchas canallas que esperaban el final como un trago de agua en el desierto. La pelota volaba al área canalla en modo loop hasta que el árbitro hizo sonar el silbato y los suspiros contenidos fluyeron y la explosión final ensordeció Arroyito. Triunfo y punta.