Es otro Newell’s al del inicio del torneo Apertura. No porque no cometa errores ni haya dejado de tener muchos defectos, sino porque el Ogro Fabbiani logró imprimirle un sello combativo, aguerrido, de solidaridad ante la adversidad, que lo va transformando en un equipo con reacción, que no se cae ante la primera piña como le pasaba antes.
Por eso el gran punto a puro orgullo que se llevó de la visita a Estudiantes, tras el 1 a 1 por momentos electrizante.
La principal característica que le puso el Ogro a su equipo es la resiliencia. Ahora Newell’s tiene un plus para vender cara la derrota. Un resultado al que se había acostumbrado peligrosamente, que llevó al paso incesante de entrenadores por el Parque.
Fabbiani tiene como principal virtud que es el más consciente de todas las limitaciones de su plantel. Al que no le sobra nada. Que le faltan variantes. Pero con lo que tiene se arremanga y le otorga un espíritu competitivo a sus dirigidos, que se contagia a medida que avanzan los partidos, incluso con los trámites adversos como fue por momentos ante Estudiantes.
Navas fue clave en Newell's
Porque en la etapa inicial, de no ser por un par intervenciones brillantes de Keylor Navas, la historia pudo ser otra cuando Estudiantes imponía las condiciones y Newell’s estaba demasiado replegado.
Pero en desventaja, la Lepra no se amilanó. Intentó, siempre con sus limitaciones a cuestas, cambiar el libreto que por ese entonces lo sometía. Y así surgió el gran centro de Silvetti y la aparición notable de Luciano Herrera para desviar la pelota con dirección a la red y emparejar una contienda que no venía sencilla.
Y claro que el local tomó ínfulas nuevamente y allí la Lepra entendió que el overol sería su vestimenta de trabajo hasta el cierre del sábado. Con algunos jugadores que por momentos mutaron en su posición, como fue el caso de Jacob que se lo vio adelantado por algunos pasajes, hasta terminar bien metido entre Lollo y Cuesta, para sacar todo lo que llovía en área de Navas.
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Todos se ajustaron al libreto de morder y dar batalla, aunque con mayor o menor pericia, pero nadie le escapó a ese sello que impone el DT como acta fundacional de su ciclo. Por eso Newell’s recató un puntazo de La Plata, de una cancha muy chiva como el estadio Uno, la casa de un bicampeón del fútbol argentino del año pasado.
Newell's comenzó a tener continuidad
Lo más importante es que no es un oasis, sino el producto de una continuidad. Newell’s le ganó a Atlético Tucumán en el norte del país por 2 a 1, luego empató en cero en el Coloso con Belgrano y ahora 1 a 1 a Estudiantes tras ir perdiendo. Es el tercer partido en fila que suma y así se va sacando de encima ese ropaje incómodo y martirizante de equipo vulnerable para los oponentes.
Llega el receso de las eliminatorias y se le viene Boca en el Coloso. Un par de semanas para seguir puliendo el funcionamiento para encarar otra batalla, tal como el Ogro les inculca a sus muchachos que deben asumir cada duelo. Y así lo hacen.