El tiempo es veloz y corre tan rápido que parece que la serie en la que Argentina se impuso a Noruega 3-2 en Copa Davis a fines de enero fue hace años, cuando en realidad todavía no pasó un mes. Es que en ese lapso, pasaron muchas cosas, que fueron cubriendo como un manto ese hecho. Sólo por citar algunos ejemplos, en las canchas del Jockey Club se disputó el YPF Rosario Challenger que lo ganó Camilo Ugo Carabelli, en el Argentina Open se despidió Diego Schwartzman y amaneció la figura del brasileño Joao Fonseca, y en la continuidad de la gira sudamericana, en Río, Sebastián Báez defendía el título con éxito. Volviendo a lo que fue la Davis, la serie marcó el inició de Javier Frana como capitán del seleccionado argentino de tenis y del roldanense Eduardo Schwank como subcapitán.
“Que Eduardo haya aceptado la propuesta fue un gran honor para mí, porque él también tiene una historia muy grande. Tiene experiencia y por sobre todas las cosas calidad humana. Es como que enseguida nos dimos cuenta de que compartíamos un montón de valores y tenemos perfiles muy parecidos. Por eso para mí fue y es un enorme placer”, destacó el propio Javier Frana al ser consultado sobre su coequiper.
Schwank y una experiencia "muy buena"
Para Schwank, “la experiencia fue muy buena desde todo punto de vista. Desde el resultado primero, pero también desde cómo se dio toda la semana, desde la parte de los entrenamientos y de la predisposición de todos, de los jugadores y del cuerpo técnico. Hubo un muy buen clima y creo que la serie se termina ganando por todo ese ambiente que se respiró y toda esa generosidad que hubo durante todos esos días. Esa energía hizo posible poder sacar adelante el resultado ese fin de semana”.
¿Cómo se organizaron con tan poco tiempo de trabajo?
En realidad nuestra función es tratar de acomodar los jugadores en la cancha y que en esos días se sientan cómodos. En la parte de entrenamiento ellos ya vienen con sus cuerpos técnicos trabajando durante todo el año. Nos encontramos esa semana y tratamos de que se puedan adaptar lo más rápido posible a la cancha y sobre todo armar estratégicamente los juegos dependiendo de los rivales. Ellos ya tienen la costumbre de viajar, llegar y entrenar los días previos a la competencia, por eso nuestra función es sacarles la presión, que puedan disfrutar de esa semana que para los jugadores es distinta, totalmente diferente a una del calendario normal. En cuanto a los entrenamientos, cada uno de ellos tiene su librito. Saben qué hacer en cada momento antes de jugar la serie. Tanto los jugadores como los cuerpos técnicos eso ya lo tienen bastante aceitado.
Schwank2.jpeg
El roldanense Eduardo Schwank charla con el resto del equipo de trabajo.
El año pasado Finlandia, este Noruega. ¿Es tan duro como uno se imagina?
Mirá, la verdad es que hacía mucho frío, pero vivíamos adentro. El estadio, el hotel, todo tenía calefacción. No la teníamos solamente en esos minutos que teníamos que ir al auto, ya sea para ir al estadio o al hotel, pero en realidad no estuvimos mucho tiempo afuera. El clima no influyó para nada en la parte deportiva, por ahí lo que más costó fue el viaje que tuvieron algunos de los chicos, que de Australia viajaron a Buenos Aires y de ahí a Noruega, con las respectivas diferencias horarias. Soportar eso es lo más difícil. El frío, específicamente, no.
Cuando hay un gran grupo se consiguen grandes cosas, ¿cuál es el mensaje que les dieron a los chicos?
El mensaje no se basó en el resultado, queríamos que disfruten, que tengan en cuentan los valores, todo lo que ellos hacen para representar al país, el sacrificio, el esfuerzo del día a día. Le tratamos de inculcar que estar en la Copa Davis es un privilegio, por lo que tienen que dar todo, pero que no lo tomen como una cosa de vida o muerte. Después, el resultado es una consecuencia de lo que ellos hagan. El mensaje de Javier y de todo el cuerpo técnico pasó por ahí.
En este tipo de circunstancias los resultados valen. Ustedes, como cuerpo técnico, ¿qué objetivos se pusieron?
Nuestro objetivo fue priorizar los valores del respeto, del sacrificio, de la entrega. Sin eso es imposible ganar el día de mañana. Se podía ganar o perder esta serie, pero creo que, como dijo Javier en varias conferencias de prensa, ya habíamos ganado antes de jugarla, por cómo se dio toda la semana, por cómo habían entrenado los chicos, por su predisposición, su esfuerzo. Sinceramente nunca hubo una queja y los jugadores que no jugaban siempre estuvieron a disposición para ayudar al que estaba adentro. Nuestro mensaje, que es el camino que quiere transitar Javier, va por ahí. Obviamente que los resultados van a ser el día de mañana lo que va a quedar, pero sin una buena base de valores es imposible terminar ganando en cualquier cosa.
Schwank3.jpeg
Argentina enfrentará a Países Bajos en la próxima serie de Copa Davis. Eduardo Schwank confía mucho.
Como parte del cuerpo técnico y encima como ex jugador de Copa Davis, debés sufrir un poquito más al costado de la cancha. ¿En algún momento vieron peligrar la serie?
—Y sí, la serie fue difícil y hubo partidos en los que estaba para cualquiera de los dos, era cincuenta y cincuenta. Por momentos veíamos que se nos escapaba y en otros que la podíamos ganar. Hubo momentos donde estábamos un poco resignados, pero siempre teniendo la esperanza de que nuestros jugadores estaban preparados para jugar. Hubo instantes en el partido de Etcheverry en el primer punto, como en el quinto punto de Navone, que se había equilibrado todo de tal manera que podía haber sido para cualquiera de los dos. Es ahí donde nosotros decimos que toda esta camaradería del vestuario, de estar todos apuntalando, siempre positivos, hizo que el resultado fuera para nosotros.
El partido de Navone fue un tobogán de emociones.
Sí, sobre todo después del 0-3. Él ya venía jugando un poquito mejor y ayudó mucho el contrincante, con un par de errores no forzados. El pibe sintió la presión de ser junior todavía, pero es un gran jugador que dentro de poco lo vamos a estar viendo en los torneos grandes.
El próximo rival es Países Bajos. ¿Cómo van a trabajar hasta ese momento?
Ahora vamos a hacerle un seguimiento a los jugadores, ver un poco desde afuera los torneos que juegan, superficies y cómo van manejando el calendario. Ya un mes antes de jugar vamos a estar poniendo el ojo en los que están mejor y llegan mejor preparados para decidir quiénes serán los que representarán a Argentina. Hoy por hoy todos tienen la puerta abierta y están todos con muchas ganas de pertenecer al equipo. Eso es muy importante. Pero todavía falta mucho para septiembre. Quedan muchos torneos grandes y camino por recorrer, por eso por ahora vamos a seguirlos para que ellos sientan que tienen un equipo que los están respaldando desde atrás.