Debut para el olvido de Newell’s. Fue derrota 0-1 ante Independiente Rivadavia, con Keylor Navas en el palco, aunque lo más importante siempre seguirá pasando dentro del campo de juego, con los puntos en juego. Y adentro pasó poco y nada, con un planteo inicial de Mariano Soso que fue errado, con Mateo Silvetti en una posición incómoda, que trató de corregir aunque el tiempo perdido se pagó caro.
En medio de la enorme ebullición que se generó con la llegada de la estrella costarricense Keylor Navas, Newell’s debía afrontar un partido de fútbol. Y se quiera o no, jugar por los porotos siempre estará por encima de cualquier nombre.
El desafío no era para nada sencillo desde el vamos, porque Independiente Rivadavia había terminado el campeonato anterior de manera muy sólida y con una estructura de juego fiel a lo que pregona Alfredo Berti: un equipo que sea capaz de mutar de acuerdo a las necesidades del momento y con un Sebastián Villa como eje, picante para atacar espacios. La lepra tenía que desenmarañar este entramado.
La distribución del equipo de Mariano Soso
El once de Mariano Soso se distribuyó en un 3-4-3, mientras que los mendocinos plantearon un 4-3-1-2. La iniciativa fue leprosa. Hasta pudo embocarla a través de Fernando Cardozo de media distancia a los 7’, pero el remate salió apenas desviado por arriba del travesaño. La visita no arriesgaba demasiado pero tampoco rifaba la pelota y era prolijo. Todo pasaba por la generación de Sequeira y la movilidad de Villa.
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Newell’s empezaba a tirar de la soga y se animó dos veces más desde afuera del área, primero con un zurdazo de Alejo Tabares y casi de inmediato desde los pies de Gonzalo Maroni. La defensa abroquelada de los de Berti invitaba al latigazo constante. El arquero Centurión tuvo que volver a gritar presente.
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Después de un tiro libre peligroso de Panchito González, el partido entró en una meseta y así se mantuvo casi hasta el epílogo de la primera parte, cuando Independiente Rivadavia le asestó un golpazo a la lepra mientras no pasaba nada. Gran centro con rosca de Luciano Gómez y aparición de Mauro Peinipil en el área chica para poner el 1-0 visitante en el Coloso. Reinatti no cortó, a Regiardo le pasó la pelota por arriba y Cardozo no llegó. La lepra lo pagó caro.
Cambios en Newell's para el ST
Soso leyó las falencias y cambió para el segundo tiempo. Silvetti estaba incómodo jugando como centrodelantero (a veces de falso nueve) y volvió a su zona de daño como extremo. Y Juanchón García ocupó su lugar en el punto del penal.
La reacción fue inmediata porque Newell’s tomó las riendas y se abalanzó en búsqueda del empate. Silvetti fue Silvetti y ganó en peligrosidad. Pero no le era fácil romper el cerco mendocino. Hasta que apareció una laguna en el desierto con el agarrón de Studer a Luciano Lollo en el área que Silvio Trucco juzgó sin dudar con la pena máxima, a los 17’. Ever Banega se tuvo fe, pidió la pelota, Centurión se movía para distraerlo, el 5 leproso ejecutó mal y el marcador no se inmutó.
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Berti analizó situaciones, mandó a la cancha a Leonard Costa y armó línea de cinco para defender el territorio. Silvetti era el único que buscaba la proeza y levantaba el aplauso de la tribuna a pesar del resultado adverso.
Centurión, figura de la Lepra mendocina
La esperanza se extinguía tan rápido como las ideas. El primer tiempo regalado fue difícil de remontar y la derrota parecía consumada. Hubo tiempo sólo para la más clara de la lepra, aunque entre el palo y la gigante figura de Centurión negaron empardar las acciones.
Ante la atenta mirada de Keylor Navas, Trucco marcó el final del encuentro y la primera función en casa fue un lamento. La temporada apenas comienza, hay tiempo de mejorar pero en el tintero quedan preocupaciones que no deberán convertirse en falencias. Dicen que los equipos se arman de atrás para adelante. Y atrás ahora tiene una estrella mundial, pero adelante solo preguntas.