Si la fe es lo último que se pierde, no estaba mal ilusionarse con algo que los hinchas de Central deseaban: un gol de Enzo Copetti. Y quien colgó la camiseta del delantero en uno de los palcos del Gigante, debe sentir que aportó su granito de arena. Es que el atacante, después de muchos partidos, volvió a convertir.
La imagen es digna propia de esos rituales particulares que se dan en el mundo del fútbol, donde muchas veces el hincha se encomienda a la fe. La imagen de la camiseta de Copetti acompañada por tres figuras de la Virgen habla a las claras de lo que un fanático es capaz de hacer.
Debe haber habido muchos pedidos de este estilo en los últimos partidos del Canalla, pero quien haya sido responsable de este en particular puede darse por satisfecho.
Copetti y la Virgen
Esa imagen de la Virgen con la camiseta de Copetti sucedió antes del inicio del partido contra Instituto, uno de los palcos de la platea que da al río Paraná, muy cercano al palco dirigencial. Para los creyentes, en algo habrá ayudado.
El contexto de esa imagen hay que buscarlo en la falta de gol que arrastraba el delantero canalla, quien hasta aquí había convertido apenas dos tantos, ambos frente a Godoy Cruz. El primero en el campeonato pasado, en Mendoza, cuando el equipo era dirigido por Miguel Ángel Russo, y el segundo en la primera fecha de este torneo Apertura, ya con Ariel Holan.
En el medio, varias decenas de partidos en los que Copetti se mostró claramente enemistado con el gol. Hasta que llegó esto del pasado domingo, cuando Enzo selló el resultado (3-0) con una exquisita definición tras la muy buena asistencia de Emanuel Coronel.
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Enzo Copetti ya convirtió y sale despedido hacia el banco de suplentes a gritarlo con sus compañeros.
Marcelo Bustamante / La Capital
La alegría del 9 canalla
"Sabía que en algún momento el gol tenía que llegar. En la semana estuvimos hablando con los chicos y me decían que me venían, más tranquilo, no tan ansioso. Por suerte vino el gol", declaró Copetti tras la victoria canalla en el Gigante de Arroyito.
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Y agregó: "Sabemos lo fuerte que somos acá de local y que este partido era muy importante, pero no hay que bajar los brazos. Hay que seguir metiéndole como lo estamos haciendo, con humildad y mucho sacrificio".
La camiseta colgada junto a imágenes de la Virgen afuera de la cancha antes del partido. Adentro, Copetti al fin sacándose la mufa y convirtiendo. Y sí, la fe mueve montañas, aunque en este caso, redes.