Exclusiva con Ricardo Lunari: "Estoy dando el máximo para seguir en este lugar que es mi gran sueño"

Ricardo Lunari es el DT interino de Newell's, sueña con ser titular y explicó qué pretende del equipo en la Liga Profesional, el futuro, los pibes y más.

06:10 hs - Domingo 13 de Octubre de 2024

Newell’s está evidenciado un notable cambio de paso en la Liga Profesional de la mano de Ricardo Lunari, un DT de la casa, con el sello leproso en el orillo, que ya mostró el valor de su aporte en el título con la 5ª de AFA y en la reserva a la que siempre llevó a escalones de protagonismo.

Y también en los 3 primeros cotejos al frente de la primera división, donde evidenció con dos triunfos y una igualdad que tiene las condiciones necesarias para capear temporales y llevar embarcaciones a puertos de mayor serenidad y de mayores ambiciones.

Con su arribo, calmó las aguas en medio de una fuerte tempestad, cortó rachas negativas que nublaban las hojas de ruta y hoy, con sus arengas movilizadoras y sus formas sencillas y abiertas, pelea por conseguir la chance de una designación definitiva, a la que aspira llegar pensando y hablando siempre en plural, mirando a las inferiores como prioridad, y situando a Newell’s como su gran sueño.

“Nos propusimos entregar todo para poder concretar este sueño que estamos viviendo. Estamos muy felices, disfrutando cada momento y esforzándonos al máximo para que, si nos tenemos que ir en algún momento, nos quede la tranquilidad de que en el tiempo que estuvimos, lo dimos todo”, confió el Cadi en un extenso mano a mano con Ovación que se realizó en Bella Vista.

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El técnico leproso trabajó mucho sobre lo anímico y espera evolución en el juego.

Ricardo Lunari, a corazón abierto

—¿Cómo estás viviendo este momento?

—Nosotros estamos viviendo un sueño. Y hablo en plural porque somos un cuerpo técnico junto a Mauricio Sperduti y Dante Formica, que son mis asistentes y los preparadores físicos Juan Orsini y Maximiliano Trejo. Estamos trabajando muy unidos y eso hace todo más fácil. Para mí, es el sueño de mi vida porque desde chico mí ídolo era el Tata Martino y yo soñaba con jugar en la primera de Newell’s. Después, con el tiempo, uno va cambiando de ilusiones. Hoy pasa por ser el entrenador de la primera de Newell’s. Y esa chance, esta nueva oportunidad, me llega en el momento que menos lo esperaba. Nos propusimos entregar todo para poder concretar este gran sueño. Y estamos muy felices y disfrutando cada momento. Esta es la cuarta semana de trabajo y vemos que todo esto que estamos viviendo es tan lindo, tan especial, que queremos alargarlo en el tiempo. Estamos esforzándonos al máximo para que, si nos tenemos que ir en algún momento, nos quede la tranquilidad de que en el tiempo que estuvimos, lo dimos todo.

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—¿Se puede disfrutar en el fútbol de hoy?

—Yo lo disfruto mucho, junto al cuerpo técnico. Desde que me dijeron por ahora sos el técnico interino de Newell’s empecé a disfrutar, porque todo pasa muy rápido, en la vida y en el fútbol, cuando se ve el partido uno sufre mucho, pero en la semana todo es muy diferente acá. Trabajamos mucho preparando el partido siguiente y analizando el equipo rival. Tratamos de que a los jugadores no les falte nada, que estén bien. Pensar en cómo armar el equipo. Hay muchas cosas que se trabajan acá. Pero para eso me preparé toda la vida. Ser entrenador me da una enorme alegría y estar en Newell’s potencia todo lo bueno. Y ahora que tenemos esto, no lo queremos desaprovechar, sin dejar de disfrutar el día a día.

—¿Cambió mucho el club en infraestructura?

—Muchísimo. Después, uno se da cuenta que no terminan siendo determinantes ni garantizan de manera directa un resultado. Pero son muy importantes, tienen que estar, y sirven para la armonía, para el descanso, y para llevar el día a día de una buena manera. En mis épocas de jugador, teníamos menos de la mitad de las cosas que hay hoy. Cuando yo llegué a Bella Vista había una sola cancha. Y hoy hay 15 canchas, un hotel que no tiene nada que envidiarle a un 5 estrellas de la ciudad, hubo un crecimiento en ese sentido muy grande. Tenemos todas las comodidades y las herramientas para pensar solamente en el trabajo. Con todo esto, sentimos que no podemos fallar. Estamos enfocados en hacer bien las cosas y centrarnos en cómo vamos a entrenar al equipo para jugar cada vez mejor.

—¿Cuál fue el diagnóstico en el arribo y por dónde pasa ahora?

—Tuvimos que trabajar mucho sobre la parte anímica, mucho más que en la futbolística. Notamos que si el equipo no está bien de ánimo, iba a costar que juegue bien. Y si el equipo no juega bien, le iba a costar estar bien anímicamente. Parece un juego de palabras, pero es más que eso. En el fútbol va todo de la mano. Empezamos por lo anímico, tratando de fortalecer, tratando de que el jugador confíe en sus condiciones, que por eso está en Newell’s, que ninguno llegó acá por obra y gracia de la naturaleza. Tratamos de hacerle entender de que si los resultados no nos venían acompañando no significaba que ellos no sirvan para esto. Trabajamos mucho ahí para salir de la racha negativa, que siempre cuesta mucho. Para eso necesitábamos el resultado, como traccionador. Por eso el triunfo frente Tigre, si bien no fue lo que esperábamos en cuanto a la manera, fue el modo que pudimos encontrar el resultado, de salir de la racha que traíamos, de empezar a confiar de nuevo. Esa victoria inicial fue fundamental y nos dio un primer escaloncito para empezar a subir.

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El banco es mío. Ricardo Lunari habló de todo con Ovación en el predio de Bella Vista.

Adónde apunta ahora con su Newell's

—Ahora, se cortaron rachas pero no te engañás con los resultados. ¿A dónde estás apuntando desde el juego?

—Van tres partidos y todavía no encontramos esa forma que queremos. Pero está surgiendo la respuesta anímica y eso es muy importante. Estamos mucho mejor anímicamente y eso nos permitirá seguir creciendo. Llegar a lo que podemos hacer, pero que por cuestiones de falta de confianza quizás no nos animábamos a hacer en los partidos.

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—¿Faltan pasos pero sentís que es la dirección correcta?

—De nada sirve quedarse solo con el resultado. Sirve para el afuera, para calmar el ambiente, para tener una semana de entrenamientos mucho más distendida. Las cosas empiezan a fluir mejor, comenzamos a conectarnos más entre nosotros, pero somos realistas y sabemos que solo subimos un par de escaloncitos, pero la escalera es muy alta. Nos queda mucho por delante. Los resultados nos sirven para trabajar muchas cosas que cuando uno está bien no se necesitan trabajar, pero este hecho de tener que trabajar de a poco con casi todos, nos viene bien porque es un trabajo integral de conceptos que los jugadores saben, y que por una cosa u otra no podían plasmar en el campo de juego. Ahora veo que de a poco los jugadores, cada uno, van dando pasitos hacia adelante. Hubo confirmaciones de chicos que venían prometiendo y hoy son casi realidades, y eso hace que el plantel esté más seguro y más completo. Hay más variantes y más jugadores para armar el equipo, y eso ayuda mucho a plantear una competencia sana entre los jugadores. Eso sirve para que nadie baje la guardia. Pero todo esto lo podemos trabajar con más tranquilidad por los últimos tres resultados.

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—¿Cómo trabajaron lo anímico y lo motivacional?

—El plantel tiene un psicólogo que trabaja a la par de todos nosotros. Si no lo buscan, él trata de detectar situaciones. Y en lo motivacional, a nosotros nos ayuda mucho nuestro pasado como futbolistas, el hecho de haber estado tanto tiempo en vestuarios y en canchas de fútbol. Tratamos de transmitirles nuestras experiencias. Buscamos que el jugador se saque la mochila. Ese peso que tenía en la espalda y que cada vez se le estaba haciendo más pesado.

Ahora la racha negativa se cortó, estamos empezando una racha positiva y estamos convenciendo a los jugadores de que tenemos que alargarla, y lo más importante es el próximo paso.

—¿Estás buscando que el equipo se atreva a tomar las riendas de los partidos?

—Salvo algunos minutos del primer tiempo contra Riestra, donde el equipo manejó la pelota e intentó conectarse, todavía no pudimos mostrar un juego de tenencia, de mayor protagonismo. Nos cuesta recuperarla y la perdemos demasiado rápido. En esa transición tan corta el equipo no alcanza a hacerse protagonista ni a imponer condiciones. Y creemos que la confianza nos va a dar la posibilidad de tener más la pelota, de atrevernos a más, y animarnos más a buscar compañeros y a conectar entre nosotros. Creemos que el equipo va a subir de a poco su nivel de juego. Curiosamente, va a depender de lo que vayamos logrando en la parte defensiva, que un tiempo atrás parecía una de las fortalezas que teníamos, pero en los últimos partidos no estuvimos tan firmes. Lo que va mostrando en líneas generales el equipo nos permite ver con optimismo lo que puede venir, pero necesitamos estar más firmes atrás para desde esa tranquilidad animarnos a jugar. Para ser más protagonistas, necesitamos un bloque defensivo sólido y en eso estamos trabajando.

—El sistema táctico que está usando Newell’s no lo utilizaste ni en 5ª ni en reserva, ¿por qué decidiste apostar por ese dibujo?

—Buscamos que haya jugadores de experiencia que puedan manejar estas situaciones. Eran desafíos y exigencias muy importantes, y a veces a los más chicos les cuesta más afrontar ese tipo de situaciones. Los chicos de reserva llegan a primera y prácticamente no tiene partidos con público, y ese choque con la realidad por momentos puede ser muy grande. Por eso la idea fue ir de a poco. Poner primero a los chicos con más experiencia a tratar de sacarnos de esto, apoyados por dos o tres más jóvenes, y entre todos lo fuimos sacando adelante.

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Qué buscó con el doble nueve

—¿Qué buscaste con el doble 9?

—Buscamos mayor presencia ofensiva. Contra Argentinos Juniors nos costó mucho generar ocasiones ofensivas. Vimos que faltaba más peso y presencia en el área rival, y creímos que con dos 9 íbamos a tener esa posibilidad. Creemos que el sistema nos dio resultado, y por eso lo mantuvimos. En los últimos 3 partidos el equipo anotó 6 goles, pero sabemos que nos está faltando juego. Y el 4-4-2 que venimos implementando nos funcionó. Pero no quiere decir que lo vamos a mantener o si llegó la hora de cambiar. Eso lo vamos a analizar partido a partido. En nuestro caso, sabíamos que no teníamos márgenes de tiempo, por eso apostamos a este sistema, para este momento. Y desde el resultado tenemos un próximo paso, un próximo partido, una próxima chance.

—¿Manejan cambios de sistema a mediano plazo?

—Nosotros buscamos mejoras en el juego, y apelaremos al sistema que nos parezca adecuado a cada situación, a cada rival. No queremos ganar solo con ganas, con ambición. Nos parece que en Newell’s todo eso debe estar sustentado por un buen juego futbolístico. Para nosotros, el sistema depende de los jugadores. Vemos qué tipo de jugadores tenemos y qué sistema se puede armar a partir de ellos. Yo tuve técnicos que priorizaban el sistema, por encima de los jugadores, pero nosotros somos diferentes, armamos de acuerdo a los jugadores.

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Lunari y el escudo de su corazón. Apuntala a los pibes, de los que dijo, siempre estuvieron en los momentos de gloria.

—¿Están a 4 puntos del nivel de acceso a la Copa Sudamericana, ¿todavía no hay que mirar tan adelante?

—Si nosotros enfocamos en Godoy Cruz que es el próximo rival y sacamos los 3 puntos, vamos a estar más cerca de eso. Pero si nosotros por pensar en esos 4 puntos, no nos enfocamos en el rival de turno y perdemos, vamos a estar más lejos. En este momento, tenemos que pensar en el próximo partido y en traernos en buen resultado de Mendoza.

—Desde 2013, Newell’s no pelea ni siquiera un torneo. ¿Qué hay que cambiar para lograr eso?

—Faltó regularidad. El campeonato con Larriera había empezado muy bien, Newell’s estaba bien, arrancó con varios partidos ganados de manera consecutiva, y en ese momento faltó mantener un cierto equilibrio, una cierta regularidad. En este fútbol argentino donde todo es tan parejo, uno que mantiene la regularidad seguro va a estar cerca de los primeros planos.

—¿Hasta dónde te imaginás con este Newell’s?

—Clasificarlo a una copa internacional sería hermoso. Más sabiendo que llegamos en un momento donde prácticamente se había perdido la ilusión. Y mi sueño anterior, más próximo es seguir obteniendo resultados, y poder lograr que Newell’s me confirme como el técnico del primer equipo.

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“Sabemos mejor que nadie lo que pueden dar los pibes”

Con Lunari al mando de la primera división se abrieron rápidamente muchas puertas y muchas oportunidades para los pibes formados en las inferiores del club, que venían bastante postergados con los entrenadores anteriores. “Nosotros estamos muy contentos con los chicos que están apareciendo de la mano de jugadores de más experiencia. Entre todos se está armando el sostén de un equipo que va mejorando de a poco, siempre en dirección positiva. Nosotros queremos seguir ganando y jugando cada vez mejor”, remarcó el DT leproso.

Sobre la incidencia de estos futbolistas, enfatizó: “A la gran mayoría los conozco bien, sobre todo a los que están más cerca de la primera. Eso nos da la posibilidad de meterlos con confianza porque los conocemos muy bien. Sabemos mejor que nadie lo que pueden dar”.

—El hincha rojinegro te relaciona con posibilidades para los chicos del club, ¿sentís ese apoyo en la calle?

—Es que este es el proyecto de Newell’s de toda la vida. Por eso este club tiene esta estructura tan grande en divisiones inferiores. Por eso cada categoría tiene su cuerpo técnico, con todo el apoyo de nutricionistas, psicólogos, y apoyo externo. Este club invierte muchísimo en inferiores y es una lástima que a veces todo ese enorme trabajo no se vea reflejado con jugadores del club en el primer equipo. A la gran mayoría los conozco bien, sobre todo a los que están más cerca de la primera. Eso nos da la posibilidad de meterlos con confianza porque los conocemos muy bien. Sabemos mejor que nadie lo que pueden dar.

—¿Silvetti y Mata Pérez son los más maduros dentro de ese grupo que está irrumpiendo en primera?

—Pérez debe tener alrededor de 100 partidos en reserva. Es el que está más hecho. Sabíamos que cuando toque la primera no iba a haber diferencias con el que jugaba en reserva. Se plantó de igual a igual, lo está demostrando. Es un jugador, para estar, para completar, y también para ser protagonista. De a poco va tomando más responsabilidades con la pelota. Se da cuenta que no es solo quitar y jugar, sino también pasar. Lo está haciendo muy bien. Y Silvetti es un chico que, a los 15 años, ya se veía que tenía el aplomo suficiente para jugar en cualquier categoría, de la misma manera. Juega con la misma potencia, la misma fuerza, en la primera, en reserva o la sexta. Son dos chicos que no necesitan tanta adaptación.

—¿Qué otros te sorprendieron en este salto a primera?

—Y tenemos otros chicos que están yendo solo un poco más despacio, pero tienen un futuro enorme. Valentino Acuña es un diamante en bruto. Cuando la agarre un poco más la mano a la primera división, va a ser de esos jugadores que puede construir una historia grande en el club. Se maneja muy bien como doble cinco, con vocación ofensiva. Le gusta pasar al ataque y es muy habilidoso. Es para tenerlo muy en cuenta. También estamos muy contentos con la evolución de Pablo Altamirano, que lo habíamos visto muy bien en reserva y nos está mostrando en los dos partidos que pudo entrar que puede hacer lo mismo en primera. Lo que hizo en el segundo tiempo con Lanús fue muy bueno. Nos está diciendo: “ya estoy con ustedes”.

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—Silvetti te está respondiendo con personalidad, sacrificio y goles. ¿Si juega más arriba te puede aportar más todavía?

—El está sacrificando un poco su potencial en beneficio del equipo. Dejó de ser el gran extremo que puede ser, para ser una especie de interno o un cuarto volante por derecha, que nos da la posibilidad de ir para adelante y también colabora con la recuperación de la pelota. Si cambiamos de sistema, y juega más adelante, puede rendir mucho más. En el uno contra uno tiene una potencia tremenda, es casi imparable. Está confirmando todo lo que prometía en las inferiores. Si sigue así, lo van a venir a buscar de afuera.

—Acuña y Altamirano no fueron de arranque con Lanús. ¿Es para llevarlos despacio?

—Durante la semana habíamos trabajado con ellos. Iban a ser titulares, pero viendo el equipo que traía Lanús, con jugadores de mucha experiencia, no los queríamos exponer más de la cuenta. En el complemento Altamirano entró muy bien, y en esos minutos nos acomodamos mejor. Nos costó un tiempo encontrar ese ajuste.

—Contra Lanús, también estuvieron disponibles Plaza, Chiaverano, Juárez, ¿es el tiempo de los pibes en Newell?s?

—Ojalá que sea el tiempo de los pibes. Pero yo quiero que sea el tiempo de Newell’s y, generalmente, a lo largo de la historia lo de Newell’s fue con los pibes. Con pibes y gente que viene a sostener y a aportar. No estamos diciendo acá que no puede jugar nadie que no sea de Newell’s, Pero sí, queremos estar apuntalados por nuestros pibes que son los que le dan ese toque distintivo a estos momentos, con sus ganas, sus deseos, con esa locura y el sentido de pertenencia que ellos tienen y que tan bien le hacen a Newell’s. En toda la historia del club, los grandes éxitos vinieron cuando se respetaron nuestras raíces. Siempre estuvieron emparentados a una gran cantidad de jugadores salidos de las inferiores.

—¿Gigena puede ser el nueve que surge de Newell’s y se afirme en la primera?

—Gigena, Juárez, Plaza, Pérez Tica, tenemos muy buenos proyectos. Por características, por su estatura y todo, Gigena venía mostrando ese perfil pero la lesión lo tiró un poco atrás. Era la primera opción al 9 de la primera pero la lesión le jugó en contra. Hay muy buenos proyectos, ojalá alguno se convierta en realidad.

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—Con Argentinos Juniors no hubo ningún titular salido del club y estampó una marca inédita. Pero con tu llegada en 3 partidos todo cambió, los pibes estaban y juegan. ¿Faltaba un técnico que se atreva a ponerlos?

—La diferencia es que yo los tenía antes. Yo los entrenaba en reserva. Sabía lo que pueden dar y confiamos en ellos. Y buscamos respuestas por ese lado porque era lo que más conocíamos. Fíjense que Miljevic en el primer partido no fue citado, y a medida que lo fuimos conociendo le hicimos lugar. Nosotros nos sentimos más seguros con los chicos, por eso nuestra primera apuesta es con ellos. Igual, tenemos en cuenta a todos. En este momento del club, necesitamos a todos para lograr el equilibrio que pretendemos y vamos a poner al que mejor veamos en los entrenamientos. Para nosotros juega el que mejor esté, sea chico o grande, del club o de afuera. Se creó una sintonía en que todo juega en beneficio del equipo. Queremos aprovecharla.