En el fútbol rosarino no todo está perdido. En un contexto donde la violencia predomina en los enfrentamientos entre Central y Newell’s, este domingo chicos de 11 años dieron un gran ejemplo en los clásicos de Infantiles de AFA que se disputaron en el Centro de Entrenamiento Jorge Griffa por la primera fecha de la segunda fase.
En el partido del Sub-11 (Categoría 2013) hubo un hecho para destacar y de los cual muchos adultos deberían aprender. La foto principal y la secuencia que ilustran esta nota no tienen la mejor calidad técnica, pero es un testimonio elocuente que sirven para graficar el tierno momento que se vivió tras la finalización de este encuentro donde Newell’s venció 1 a 0 a Central.
El cotejo como todo clásico se disputó con “el cuchillo entre los dientes” como decía el Cholo Simeone. En un partido parejo donde estaban 0 a 0, en un ataque de Newell’s a los 17’ del segundo tiempo llegó un desborde del delantero leproso Nahuel Heredia Rivas, quien tiró el centro y el defensor de Central Genaro Bruno en su afán de despejar el balón batió su propia valla.
El defensor auriazul, apenas vio la pelota dentro de su propio arco prácticamente se desplomó, angustiado por la finalización de la jugada. Pero luego se puso se pie y siguió jugando.
Aunque una vez que el árbitro Ramiro Ortiz Biondi dio el pitazo final decretando el triunfo leproso, el 13 de Central nuevamente se tiró al piso con un llanto desconsolado.
Fue ahí que al ver el mal momento que estaba pasando su rival, varios futbolistas leprosos, entre los que se pudo divisar a Felipe Paz y Martino Dobboletta, en lugar de festejar la victoria, lo primero que hicieron fue ir a consolar al chico de Central. Incluso uno de ellos, como se alcanza a ver en el video, le da un abrazo fraternal.
Luego del partido, Ovación se comunicó con el futbolista canalla, quien lejos de hacerse problemas por la exposición y sabiendo que fue un “accidente futbolístico” que le sucedió por comprometerse con la jugada, se hizo cargo de la situación con una madurez poco habitual para un chico de 11 años. “Me quedé angustiado por esa jugada ya que fue un momento muy feo. Pero a la vez me sentí muy acompañado no solo por mis compañeros, sino por los chicos de Newell’s que me vinieron a consolar después del partido a los que cuales les agradezco un montón”, expresó.
Genaro Bruno es de Capitán Bermúdez y cursa en el colegio adventista de esa localidad. Es hijo de Cristian y de Florencia Martínez quien dijo: “Es un chico muy empático y dedicado a 1000 % al fútbol, todo lo que gira alrededor de él, es fútbol. Es muy buen compañero a punto de que tuvo la idea de comprarle la ropa de entrenamiento a un compañero de pocos recursos. Nosotros, gracias a Dios lo pudimos ayudar. Pero sale todo de él. Como hijo es cariñoso y muy bueno. Nosotros lo acompañamos haciendo malabares porque también está Olivia, la hermana de Genaro, y trabajamos los dos. Así que todos estamos atrás del sueño de Gena o por lo menos que no deje de intentarlo”.
A la mamá de Genaro se la vio muy emocionada y agradecida por la actitud que tuvieron sus compañeros y más que nada los chicos de Newell’s ante este infortunio.
Por otra parte el DT de Newell’s de la categoría 2013, Roque Alfaro (hijo) sobre este episodio comentó: “Está muy bien que se tengan en cuenta este tipo de situaciones sobre todo en un clásico por el contexto que se está viviendo. Por más que ganen o pierdan tratamos de inculcarles a los chicos que siempre hay que ir a saludar al rival, no enojarse ni contestarle al árbitro. Es muy productivo que se fijen en estas cosas”.
Seguramente la Comisión de Fútbol Infantil de AFA que encabeza Dante Majori, y que implementaron la tarjeta verde donde premian este tipo de acciones, tendrán en el futuro un reconocimiento hacia los chicos leprosos por esta actitud.