La sensación es que ya importa menos lo que pasa en la pista de lo que pasa afuera. Franco Colapinto corrió en Qatar su carrera más corta desde que llegó hace tres meses a la Fórmula 1. Ni la primera curva hizo completa por la “boludez” de Hulkenberg y Ocon. Pero lo importante está en otro lado.
A esta altura, con un solo GP por disputar el fin de semana próximo en Abu Dabi, su continuidad se está definiendo con destino a Red Bull y hay indicios fuertes de que se terminará concretando. La salida de Checo Pérez, más después de lo que pasó en Lusail, parece un hecho y eso le dará el lugar, ya sea junto al brillante campeón y vencedor Max Verstappen o para la segunda escuadra, la RB.
No se debe perder contexto. Lo dicho, desde Monza para acá pasaron solo tres meses y que solo se hable de la continuidad de Colapinto, habla de todo lo bueno que hizo en la pista y de lo que generó fuera de ella. Le toca atravesar “una mala racha como en cualquier deporte”, resumió Franco luego de la bronca por el golpe de novatos que le dio Ocon, después de que Hulkenberg bloqueara insólitamente en la primera curva tras la largada, cuando simplemente se pasó de largo. Y agregó: “ya vendrán las buenas”.
Las buenas para Franco Colapinto
Y las buenas parece que se estuvieron cocinando fuera del modernísimo Circuito Internacional de Lusail, donde Colapinto dio apenas mil metros, su peor performance en carrera, ya que finalizó seis de las ocho y otra la tenía hasta casi la mitad en Brasil.
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Ahí se pudieron ver a los representantes de varios de los patrocinadores importantes del argentino, que estarían rubricando los números finitos con Red Bull para que se sume a esa estructura, en la principal junto a Verstappen o en RB.
Todo eso sería posible con la salida de Checo Pérez, que en Qatar dio todas las muestras de ciclo concluido. Primero en el sprint del sábado, donde demoró increíblemente su salida del pit-lane y el propio Colapinto lo madrugó ahí mismo. Una postal simbólica de lo que puede terminar de ser.
Las pifias de Checo en Qatar
Y luego en carrera. Había pasado a la Q3 después de mucho tiempo, pero cuando entró el safety car por los pedazos esparcidos del retrovisor de Alex Albon que provocaron las pinchaduras de Lewis Hamilton y Carlos Sainz, el mexicano hizo algo insólito. Entró en trompo a marcha lenta sin explicación aparente, el motor se paró y abandonó.
Tanta fue la sorpresa y decepción en Red Bull, que el jefe del equipo Christina Horner fue contundente: “Nadie quiere verlo retirarse así”, dijo sin eufemismos. “Vamos a darle todo el apoyo que podamos hasta la bandera a cuadros en Abu Dabi el próximo domingo. Y lo que decida hacer, será su decisión al final del día”. ¿Y qué debe hacer? “Creo que es lo suficientemente grande y sabio como para llegar a sus conclusiones”.
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Horner fue duro además con él por lo del sábado, diciendo irónicamente que “cuando se pone el semáforo en verde hay que arrancar” y ahora fue mucho más explícito. Pero antes, y como hacía mucho no ocurría, se lo vio junto al mexicano muy distendido antes de la carrera, sugiriendo que ya podría haberse acordado lo que traba su salida: la indemnización por el contrato que tiene hasta diciembre de 2025.
Nada de abatimiento para el argentino
En este contexto entonces, donde ni Colapinto se mostró abatido como en otras ocasiones y donde su representante española, María Catarineu, también se expresó distendida ante cada consulta que le hicieron llegar respecto al tema, y donde el jefe de Williams James Volwes, ratificó el sábado el interés de Red Bull por contratarlo, todos los indicios van confluyendo hacia esa continuidad que todo el mundo espera.
Por supuesto, esto es Fórmula 1 y se trata de un negocio cruel donde la posibilidad del endiosamiento va paralela a la del descarte. Colapinto escaló la primera alternativa hasta Brasil y por eso todo el mundo habló de él. No le fue tan bien desde entonces, más allá de las perlitas del tremendo sobrepaso a Lewis Hamilton en Interlagos, la excelente clasificación que venía haciendo hasta el golpe de Las Vegas, o esa superación a Checo en el sprint de Qatar.
Serán días decisivos sin dudas. Hasta el domingo cuando se baje la bandera a cuadros en Abu Dabi y sobre todo el día después. Ahí se iniciarán las pruebas de pretemporada y ya Carlos Sainz tomará el asiento de Colapinto en Williams, que a propósito cerró otro GP negativo, por los errores de Alex Albon en el golpe que le dio a Kevin Magnussen y que lo obligaron a penalizar en boxes, para finalizar último a una vuelta.
La carrera más corta de Colapinto, la expectativa más larga. Se espera un final feliz.