La última función, la definitiva. Después de este breve paso por Central tras su retorno a la actividad ya no habrá Marco Ruben, ni en Arroyito ni en ningún otro club. El goleador histórico le puso punto final ante Belgrano a esa carrera a la que pretendió darle más brillo.
Tras aquel retiro que no resultó definitivo, esta vuelta a la que apenas le alcanzó para que los hinchas pudieran rendirle pleitesías cada vez que lo vieron en cancha.
Incluso desde los goles, claramente lo suyo, pudo aportar poco. Apenas un grito, en ese partido del reestreno (ante Lanús) que, está claro, llevó la ilusión a su máxima expresión, pero que no encontró correlato en un equipo que fue involucionando partido a partido y que hizo que Ruben fuera una víctima más.
A Ruben se lo puede juzgar por la cantidad de goles convertidos, porque de eso se trata la vida de los 9, pero si hay alguna medalla que valga la pena colgarle es la del amor y compromiso hacia esa camiseta por la cual siempre se brindó a pleno.
Marco Ruben, por decisión propia
Nadie lo obligó para que interrumpiera de vida de exfutbolista, sino que lo hizo porque quiso, porque sintió que tenía algo más para dar. Es que hablar de la vuelta de Ruben no es sólo los partidos de estos últimos seis meses, es también esos seis meses que transitó en el fútbol uruguayo (con la camiseta de Deportivo Maldonado), jugando en canchas que motivaban la nada misma.
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Lo hizo para probarse a sí mismo, pero con un único objetivo: exigirse para ver si era viable esa eventual vuelta que tomó como posibilidad cierta allá por octubre de 2023, luego de aquel recordado triunfo por 3 a 1 de Central contra River. Referencia obligada: en ese entonces Marco creía, como casi los hinchas canallas, que Angel Di María iba también a pegar la vuelta.
El 24 de mayo jugó su último partido con Maldonado, el 26 a la noche Central lo anunció oficialmente como refuerzo y un día después ya pasó a saludar al plantel y cuerpo técnico en Montevideo, previo al choque contra Peñarol. Cuatro días después era presentado en sociedad y al día siguiente ya estaba sentado en el banco de suplentes, en el partido con Lanús.
El furor y el declive
Lo que vino de ahí en más fue furor de arranque y declive después. En ese partido que Central perdía el empate llegó por obra ¿de quién? Sí, de Marco Ruben, en una definición con sello propio, de un 9 con todas las letras.
Claro, lo que vino después no fue en el mismo tenor, porque el equipo comenzó un marcado proceso de involución y a Ruben le costó como al resto. Incluso sufrió contratiempos en el rubro lesiones, como esa de la que fue víctima en el primer tiempo en el clásico que terminó con triunfo canalla con gol de Facundo Mallo.
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Eso sí, en todos los partidos en el Gigante, fuera titular o se sentara en el banco, el aplausómetro, cada vez que la voz del estadio anunciaba la formación, lo ganó por goleada. Para el hincha de Central tenerlo en cancha era lo máximo, aun sabiendo a su edad (cumplió los 38 años el 26 de octubre) algunas cosas le costaban un poco más.
Las lesiones jugaron su parte
Disfrutó tras la llave contra Inter de Porto Alegre, no pudo estar (por lesión) en el ida y vuelta frente a Fortaleza y en el torneo local fue apenas uno más. Es más, por fuera de esos dos goles que le anularon (ante Banfield y Racing), la mayor trascendencia la logró tras la derrota contra River, con esas explosivas declaraciones (sin nombrarlo le apuntó a Ariel Holan), de las que rápidamente se arrepintió, lo que lo llevó a pedirles disculpas primero al cuerpo técnico y después a sus compañeros.
Y llegó este partido en el Gigante ante Belgrano, en el que estuvo cerca de convertir de no haber sido porque el VAR le torció la decisión a Espinoza (estuvo bien anulado), quien marcó penal sobre el propio Ruben. Incluso en el final tuvo otra chance tras ese centro perfecto de Sández.
Lo cierto es que el partido se fue y con él, el Marco Ruben jugador, que el recibió de inmediato el saludo de todos sus compañeros y las muestras de afecto de los hinchas que desde las tribunas le daban, esta vez sí, el adiós definitivo.