Matko perdió terreno con Lunari, se descargó y comprometió en Instagram y tuvo su recompensa

Newell’s falló en la generación de juego. Extrañó a Ever Banega, Gabriel Carabajal no funcionó y el resto no halló las variantes. Hasta que Lunari mandó a la cancha a Matko, para que tuviera la enorme recompensa que prácticamente había anticipado en su red social de Instagram al ser relegado.

El volante estaba relegado, sin minutos hasta ahora con el nuevo entrenador y con un par de intervenciones le cambió un poco la cara al equipo. Igual no alcanzaba. Pero insistiría hasta el final.

Y en el adicional, con el empate casi sellado, Matko avanzó por el medio y disparó con justeza y potencia, metiéndola pegada al travesaño. Golazo y corrida eufórica de Miljevic, con un Coloso exultante por un triunfo por el que que ya nadie creía.

La confianza con la que jugó Matko

Miljevic quizás sí confiaba. Así lo jugó, con determinación, avanzando con pelota al pie, siempre hacia adelante. Y buscando el gol. Ese que hasta ahora no había conseguido en Newell’s. Casi la mete en ese rechazo que capturó, pegándole de derecha y con la pelota saliendo junto al palo derecho.

Su ingreso fue por el Colo Ramírez, apenas el Colo marcó el penal (el cambio ya estaba decidido antes), para moverse de enlace. Una función similar a la de su anterior partido, el de la derrota contra Argentinos 3 a 0, que fue el de la despedida de Sebastián Méndez.

Ante Lanús tuvo una doble misión. Mejorar el juego de Newell’s y reivindicarse ante su público. Porque su rendimiento durante el año nunca resaltó.

Afuera de todo y un mensaje en Instagram que se cumplió

Tan desdibujada estaba su imagen que luego de la presentación rojinegra en La Paternal, Lunari no lo convocó para el encuentro frente a Tigre. En esos días, el futbolista escribió un su cuenta de Instagram: “La diferencia la marcan los que a pesar de las dificultades y a veces de las injusticias...NUNCA lo dejan de intentar, esos tarde o temprano acaban teniendo su recompensa”.

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A qué quiso referirse da a toda clase de interpretaciones. Pero si él consideraba que atravesaba dificultades o situaciones injustas y que le llegaría la recompensa, finalmente la tuvo.

Fue convocado para la visita a Riestra y no entró. Y otra vez, para el partido contra Lanús, siendo nuevamente suplente.

Ahora sí, Lunari lo mandó a la cancha

El Colo Ramírez igualó de penal y antes de que saque Lanús, Miljevic lo reemplazó. Si bien el trámite no mostró un dominador claro, y la Lepra siguió con problemas de funcionamiento ofensivo, trató de llevar el equipo hacia adelante.

Y apenas después que se indicó en los carteles electrónicos los 6’ de adicional, ensayó un zurdazo sensacional para el 2 a 1 de la Lepra. Y para reivindicarse. Iban 3 de esos minutos agregados.

“Es un gran premio al trabajo diario. La verdad que tuve un poco de suerte (por el gol). En las prácticas nos quedamos pateando con los chicos, por suerte pudo entrar”, dijo el futbolista que un día tuvo su recompensa.