A una semana del clásico., las cosas no están bien en Newell's y Mariano Soso está bajo la lupa. Además, hoy el equipo está claramente atrás al de Central.
Por Gustavo Conti
Leo Vincenti
La salida de los jugadores de Newell's tras la derrota en Santiago del Estero. Un panorama que preocupa de cara al clásico. Mariano Soso no le encuentra la vuelta.
Se podría decir sin temor a equivocaciones que si alguna esperanza tiene Newell's para el clásico del domingo es precisamente del partido que se trata, que muchas veces no tiene nada que ver con las actualidades de ambos. Es casi lo único, porque en todas las demás valencias, claramente está por debajo de Central.
Es que mientras del otro lado se exhibe precisamente eso, un equipo, en el Parque es todo lo contrario. Muy lejos de eso. Se puede decir que Newell’s involucionó respecto al cierre del 2024, un año ya malo, y solo fue salvado por ¿la ilusión óptica? del triunfo en Córdoba sobre Talleres.
No hay señal alguna de que los preceptos de Mariano Soso lleguen. Se intuye que busca poner la idea por encima de los ejecutantes, aunque esa idea suele ser cambiante y no se ve tampoco con claridad.
No hay un equipo agresivo con la pelota, no hay un equipo seguro en la defensa, no hay un equipo vertical, que tome el mando o que pase rápido a posiciones ofensivas, no hay un retroceso confiable, no parece haber jugadores aptos para determinadas funciones. Aún no hay equipo, bah.
El saludable estreno de Keylor Navas, del que se dudaba de su inactividad más que de su experiencia, es lo único que alimenta expectativas. Se palpita, se escucha, se ve.
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Los esquemas se ven tan flexibles, cambiantes, hasta de intérpretes jugando en más de dos posiciones en los mismos partidos, que no sedimenta nada.
Ni el buen momento de Cardozo ante Aldosivi por derecha, ni el de Silvetti por cualquier extremo, ni los destellos de Maroni cuando se corre al medio sobre todo, ni la buena impresión de Herrera cuando jugó de extremo sin obligación de cubrir todo el lateral. Ni eso parece poder ser aprovechado.
Hay runrún en Newell’s. Tanto que, no el clásico, sino el partido del miércoles ante Defensa puede ser decisivo para Soso, aunque solo algún osado pueda tomar este fierro caliente. El único consuelo es que ya parece en el fondo del pozo. Entonces, de ahí en adelante, solo cabe ir mejorando. ¿Está a tiempo?
Por Mila Kobryn