Para algunos, la gran actuación de Francisco González ante Talleres en Córdoba modificó su cuadro de situación en el flanco interno de Newell’s. La notable performance en el estadio Kempes, que incluyó 1 gol y 2 asistencias en sólo 45 minutos ya que ingresó en el segundo tiempo, que se transformaron en las principales razones que explicaron ese triunfazo inesperado en rodeo ajeno, lo situaron como figura indiscutible, justo en un duelo en el que un rival de calibre se jugaba sus chances de campeonar y tenía todos los flashes de atención puestos sobre su desarrollo.
Ese rendimiento, esos aportes determinantes durante el transcurso del complemento, donde volvió a mostrar algunas de sus mejores virtudes, aquellas que parecían sepultadas en desafíos de otros tiempos no tan lejanos, consiguió que desde un sector de la dirigencia rojinegra cambie el signo de su consideración.
Al menos, cuando parecía que su futuro estaba fuera del parque Independencia, lo llevó a una plataforma de replanteos, donde se agrupan los jugadores sobre los que todavía la directiva, la asesoría deportiva que encabeza Rubén Capria y el cuerpo técnico liderado por Mariano Soso, están realizando análisis y evaluaciones que todavía no alcanzaron un grado de definición y de certezas.
Por su extraordinaria labor en el último compromiso de la Liga, para algunos Panchito consiguió salir del callejón de sentencia que parecía venir transitando, de ese trayecto de condena de exilio seguro, de un desprendimiento y una salida inevitables, que parecía acompañar sus últimos meses en Newell’s.
Se abre otro escenario para Panchito González
Hoy lo miran de una manera muy distinta, con otros ojos, desde adentro y desde afuera, y eso le abre un escenario de alternativas muy diferente de cara a lo que viene. Lo que expuso ante Talleres le abre varias puertas y le hará atravesar (al jugador y al club) con otras expectativas el mercado de pases.
El fútbol es así de dinámico, de cambiante, de impredecible. Por eso es el más atrapante y popular de los deportes en todo el planeta, y por eso lo que hace poco lucía como una determinación irrevocable, hoy se viste con otros rasgos, menos taxativos, mucho más contemplativos.
Frente a Talleres, en un solo tiempo ya que ingresó en el inicio de la segunda etapa en lugar de Matko Miljevic, el delantero leproso volvió a exhibir sus dotes, esos que parecían guardados en algún arcón no tan distante. Panchito volvió a sorprender a todos con corridas, con desbordes y con gambetas, la fórmula del desequilibrio que utilizó en sus mejores tiempos en el parque Independencia.
Además, estampó el gol inicial, ese que encaminó la victoria rojinegra en el difícil reducto y ante un adversario serio que iba por alcanzar un logro inédito. Asimismo, fue protagonista principal en los tantos de Agustín Juárez y Juanchón García, en el tramo decisivo del pleito en Córdoba.
Aquellos buenos tiempos en sus inicios en Newell's
Esas características naturales también lo llevaron a ser convocado en reiteradas ocasiones a la selección argentina sub-23 que conducía Javier Mascherano, hoy entrenador del Inter de Miami. Esas citaciones de Panchito mostraban que sus rendimientos alcanzaban a llamar la atención en la escala de los combinados nacionales, pero este año le costó mucho alcanzar ese nivel que esbozó hace no tanto tiempo.
Por eso sorprendió lo visto este domingo en el estadio Kempes, porque Panchito pareció volver a ser el de antes y puso al club entre algunas dudas.
Ahora, en Newell’s deben definir si esta notable performance se puede convertir en una nueva chance para quedarse en el Parque, o si hay que aprovecharla para efectuar una buena venta que beneficie al futbolista y a la institución. Eso se tiene que decidir en estos días.
El verano anterior, la novela de Panchito
Panchito González protagonizó una de las novelas más extensas y con mayor cantidad de capítulos durante el desarrollo del mercado de pases del verano pasado. El atacante rojinegro fue pretendido por varios clubes pero el técnico leproso en ese momento, el uruguayo Mauricio Larriera, terminó convenciendo al futbolista que se quede en la institución.
En esos trabajos de pretemporada que llevó adelante el equipo leproso con varios cotejos amistosos en Uruguay (dentro del marco de la Serie Río de la Plata) y luego con las prácticas habituales en Bella Vista, logró persuadir al jugador, quien en ese momento era pretendido y habían llegado al parque Independencia sondeos demostrando el interés concreto por contar con sus servicios.
En esos días, el club que estuvo más cerca de llevárselo fue Independiente de Avellaneda. Según trascendió desde esa ciudad, habría acercado a Rosario una cifra de 500 mil dólares por un porcentaje del pase, y el conjunto rojo parecía estar dispuesto a negociar con futbolistas de esa entidad.
Independiente, desde hace algún tiempo lo tiene a Panchito entre los apuntados y en esa ocasión estuvo cerca de concretarse. Pero no se dio. Es que desde Newell’s, finalmente, entendieron que iban a necesitar de González, como una de las alternativas de ataque que estaba ideando en ese momento el uruguayo Larriera.