Al fin ganó Newell's. Hubo tanto sufrimiento, tantas caídas, nada menos que cuatro seguidas y seis en el torneo, que el 2 a 1 sobre Atlético Tucumán significa un enorme respiro ante tanto ahogo que traía. Un triunfo que se concretó desde la contundencia de Mateo Silvetti, que se reencontró con el gol y nada menos que con un doblete. Desde el esfuerzo de todos para defender y meter, en un partido con desaciertos repartidos y poco brillo. Pero nada le importa a la Lepra, que se llevó de Tucumán la segunda victoria en el torneo y la primera con el Ogro Fabbiani.
Mejor comienzo imposible para un equipo como Newell’s al que le cuesta horrores un gol. En el tercer minuto de juego, la tocaron Montero, Cardozo y Banega, para que Silvetti impacte desde la medialuna abajo, pegada al palo izquierdo, inalcanzable para Durso.
Y ni qué decir cuando antes antes de los 10’, el ex Newell’s Orihuela se aferró de Cuesta en un tiro de esquina para la Lepra. El VAR alertó de la infracción al árbitro Merlos, que no había advertido la falta, y se sancionó penal. Chance inmejorable que desperdició Juanchón García con un tiro servido a las manos de Durso.
Newell's seguía bien en ventaja
Newell’s seguía igual en ventaja y se agrupó para cerrarle espacios en su campo a un impotente Atlético Tucumán, cuyo recurso repetido fueron los centros de Damián Martínez que los centrales de la visita se ocuparon de despejar. Ante cada quite o pérdida involuntaria del Decano, la Lepra se aproximaba de tanto en tanto con las apariciones por sorpresa de Alejo Montero.
Todo dentro de un juego carente de virtuosismo y con errores repartidos que dieron origen a las ocasiones de riesgo frente a los arcos.
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Así fue la primera acción peligrosa del local. Hubo una pérdida de balón entre Banega y Sotelo, Ruiz Rodríguez armó una pared con Leandro Díaz, quedó de frente a Navas y remató al bulto para que se luzca el costarricense.
O como en la siguiente jugada favorable a la Lepra. Montero lanzó el centro, De los Santos perdió a Juanchón García al caerse, el nueve puso la cabeza y el balón no entró.
De nuevo los errores
Y este Newell’s, que tantas veces sufrió en anteriores partidos por equivocaciones groseras, volvió a hacerlo. Cardozo no la controló cerca de su área y se la quitaron. Laméndola se la llevó pero se le fue larga. La defensa rojinegra quedó estática, Cuesta erró todo y el propio jugador del Decano la buscó, quedó frente a Navas y lo superó con un disparo a ras del piso.
Pero se dijo, se trató de un encuentro donde ambos daban ventajas. Y antes de que culmine la primera etapa, Atlético Tucumán falló. Banega la metió al área y Silvetti, ante el estatismo de Martínez, no hizo más que colocarla a un costado con la cabeza.
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Con el 2 a 1, el planteo del conjunto del Ogro Fabbiani se mantuvo desde el mismo inicio del segundo tiempo. Abroquelado, dejó que el equipo tucumano avance y se encuentre con el enorme problema de cómo meterse en el área leprosa.
Poco a poco, la Lepra encontró espacios para el contraataque, ante la debilidad y el desconcierto tucumano, que otorgaba enormes ventajas abajo. Pero a la visita le faltaba categoría para aprovecharlo.
Los cambios del Ogro Fabbiani
Fabbiani metió a Maroni, Cocoliso González y Regiardo, sin que se modifique el desarrollo. Newell’s quedó agazapado para una contra a la que le faltó profundidad, salvo en la acción que Maroni consiguió penetrar en la frágil última línea, se la pinchó a Durso y le erró al arco. Atlético continuó subiendo sin ideas ni recursos.
El ingreso de Luciano Herrera le dio mayor ímpetu a la Lepra con sus corridas. Al menos insinuaba que algo más se podía hacer.
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Y lo tuvo Banega, con un derechazo que sacó Durso luego de un pase atrás de Maroni. A esa altura, la confusión de Atlético fue absoluta.
Newell's resistió y apretujó los tres puntos, que casi se le escapan por un cabezazo de Leandro Cabrera que dejó a todo un estadio boquiabierto por la chance desperdiciada. La Lepra tomó una bocanada de aire e instantes después celebró. Como se le venía negando.