El volante de la selección argentina recordó como le afectó el cruce que tuvo con Messi en un partido entre Barcelona y PSG por Champions League.
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Leandro Paredes y Leo Messi en una práctica de la selección. Pese a aquella pelea, son muy amigos.
Desde la llegada de Lionel Scaloni al banco de suplentes de la Selección Argentina, Leandro Paredes se volvió una pieza inamovible en cada convocatoria. Además, construyó una sólida amistad con Lionel Messi, que se acrecentó cuando compartieron plantel en el Paris Saint-Germain y se mantiene firme a día de hoy.
Sin embargo, esta relación tuvo una pequeña mancha en 2021, cuando la Pulga se enojó con el volante central durante un partido de Champions League entre PSG y Barcelona.
El 16 de febrero del 2021, el Barça recibió al conjunto de la capital francesa por la ida de los octavos de final del certamen continental. Los dirigidos en aquel entonces por Mauricio Pochettino se impusieron 4 a 1 y prácticamente sentenciaron la eliminatoria.
Luego del segundo tanto de Kylian Mbappé (anotó tres ese día), Paredes hizo un comentario para animar a sus compañeros, menospreciando a su rival. Al no haber público debido a la pandemia de Covid-19, Messi lo escuchó. No le cayeron para nada bien los dichos de su compañero de selección y se lo recriminó con insultos y gestos dentro del campo de juego. En el momento el volante surgido de Boca lo ignoró, pero la relación sufrió un quiebre.
"Como tres meses sin hablar estuvimos. Yo la pasé como el orto", reveló el mediocampista en una nota con Infobae. Y agregó: "Yo le mandé un mensaje al día siguiente, le mandé a los 15 días... Yo le dije: 'No era para vos, no era para ofender'. Y no respondió. Estuvo tres meses sin contestar".
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Tuvieron la oportunidad de arreglar las cosas algunos días más tarde, durante el partido de vuelta en París, pero la tensión de la serie no lo permitió. Para colmo se suspendió la Fecha FIFA de marzo debido a la alta cantidad de contagios, por lo que tampoco pudieron recomponer la relación en el predio de Ezeiza.
Se volvieron a ver las caras en junio, en la doble fecha previa a la Copa América que cortó la maldición. Paredes, nervioso, estaba a la expectativa de cómo lo iba a tratar su capitán. "Ya habían pasado tres meses sin hablar. Yo pensaba: 'Ahora tengo que ver cómo reacciona'. Pero no, un fenómeno, un fenómeno, porque llegamos el mismo día al predio. Yo llegué un ratito antes y apareció en mi habitación. Yo me estaba lavando los dientes. Era muy temprano y me tiró agua y me dijo: '¿Qué haces despierto tan temprano?'".
A partir de ese momento, todo volvió a la normalidad. Ambos recuperaron la relación que tenían y conformaron un grupo muy unido que terminó consagrándose luego de 28 años. Más tarde, la historia conocida: compartieron equipo en el PSG, fueron campeones del mundo y volvieron a levantar otra Copa América.
Además de ayudarlo a ser campeón con la camiseta de la Selección Argentina, Paredes y De Paul, con su desfachatez, bajaron rápidamente del póster a Leo y lo trataron como a uno más. Messi, terrenal como es, se sintió muy cómodo con ellos desde el primer momento y, más allá de los roces lógicos cuando les tocó enfrentarlos, construyó una hermosa relación de amistad y confianza con ellos.
Por Juan Iturrez