Miguel Angel Russo llegó algunos minutos más tarde de lo pactado, pero lo primero que hizo, antes de saludar, fue pedir disculpas por la demora. La vereda del bar Mediterráneo, donde concurre a diario mientras está en Rosario, fue el lugar elegido por el hoy DT de San Lorenzo para la charla con Ovación que tenía un único objetivo: que Russo hablara de sus sensaciones a un año del título logrado en la Copa de la Liga de 2023. “El título marcó un antes y un después en mi vida deportiva y como hombre”, fue una de las tantas frases que lanzó en medio de la emoción. Sí, a cada rato a Miguel se le humedecieron los ojos en esa mirada retrospectiva hacia aquella conquista en Santiago del Estero que, lo dijo unas cuantas veces, marcó “un antes y un después”.
Seguro, pero sobre todo porque la gente de Central me lo recuerda permanentemente. Mónica, mi mujer, a cada rato; Nacho, mi hijo, también; mi nieto ni hablar. Ocurre que viven pendientes de las cosas que me pasan a mí y hasta en lo familiar marcó un antes y un después.
¿Y qué significó en tu carrera un título con Central?
Mirá, cuando arrancamos en diciembre de 2022 era impensado porque estábamos a cuatro puntos del descenso y la idea era armarnos para un 2023 que nos dejara en una buena posición de cara al futuro, pero fue todo al revés. Es que el fútbol tiene estas cosas. Nos asentamos en la primera etapa del año y en la segunda explotó todo. Son los pasos normales que tiene que tener un equipo porque fuimos de menor a mayor. Es la única realidad.
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El bar Mediterráneo, donde concurre habitualmente, fue el lugar elegido por Russo para la charla con Ovación.
Matías Ottonelli / La Capital
Pero cuando terminó esa Liga Profesional ni se te cruzaba por la cabeza que pudiera pasar lo que finalmente pasó.
No. Encima nos sucedieron algunas cosas, como la ida de Veliz. Ojo, esa venta nos llevó a otro terreno, a otro lugar, y armamos todo con Gonzalo (Belloso), que tuvo mucho que ver en todo esto. Después todo se fue armando y empezamos a decir “¿por qué no podemos?” Y al final pudimos. Fue clave la gente también, en todos lados, en Salta, en Córdoba y ni hablar lo de Santiago del Estero.
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Qué pleno metiste en el vestuario de Arsenal cuando tiraste la frase “la gloria no tiene precio”.
Y, son frases que te llevan a cualquier lado, pero que nacen de manera natural. Y hoy lo sigo pensando porque es algo que pensé toda mi vida. Estoy convencido que la gloria no tiene precio porque te marca un antes y un después.
¿Pero ese día sentiste que podían ir por la gloria?
A veces sentís cosas muy internas que tienen mucho que ver. Era lo que hablábamos con los grandes y también con los chicos. Veía que estábamos en otro nivel y eso nos hacía pensar en algo distinto.
¿Y en qué momento del torneo dijiste “che, podemos ser campeones”? ¿Después del partido con Arsenal, antes?
No, antes, porque íbamos viendo cómo se iban dando los resultados. Ojo, el día de Arsenal quedamos bien parados porque se dio un resultado de Independiente en Córdoba y nos ayudó muchísimo. Pero siempre dije que esto se fue elaborando antes. Teníamos un buen nivel de local, aunque nos costaba de visitante.
Embed - Miguel Ángel Russo
¿Ese título era el broche de oro de tu carrera en Central, sin saber cuánto tiempo más ibas a estar en club, claro?
No, uno viene con la idea de ayudar al club y en el final de un proceso siempre tenés que mirar al principio. Te repito, en diciembre de 2022 la cosa era muy distinta, pero hablamos mucho con Gonzalo y con Carolina y teníamos muy claro hacia dónde teníamos que apuntar.
En pocas palabras, ¿por qué Central fue campeón?
Central fue campeón porque explotó en el momento que tenía que explotar, no al principio sino al final, lo que es clave en este tipo de torneos. En la cabeza de nadie del fútbol argentino estaba que Central podía ser campeón, pero lo fue. El día de Racing creo que marcó un antes y un después, y el día de River ni hablar, porque tuvimos que eliminar a un candidato real. El día de Platense era algo que teníamos la obligación y lo hablamos mucho. Todos sabíamos que no podíamos perder un torneo de esa manera porque habíamos hecho muchas cosas buenas y teníamos que terminar bien.
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Creo que te olvidaste de un instante, de un momento clave en el torneo, que también fue bisagra.
Y hay varios que fueron un antes y un después.
No nombraste el clásico. Después de ese partido el equipo no perdió más.
Ni hablar. En cada clásico hay un antes y un después porque ganás un clásico y eso siempre te da más tranquilidad. De todas formas, creo que hubo cosas que nos fueron sucediendo a nivel interno que nos fueron levantando. Yo les veía las caras a los muchachos y me daba cuenta que íbamos a crecer.
¿Pero entonces fue casualidad eso de que después del clásico no volvieron a perder?
No, para nada. Sin dudas que fue un quiebre, pero a nivel de cabeza y mentalidad era algo que veníamos hablando mucho antes del clásico.
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Russo celebra con su nieto tras la consagración canalla en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
En aquel momento dijiste que el título cambió tu relación con el hincha de Central. ¿Fue así?
No sé si la cambió porque la relación de la gente de Central conmigo fue siempre óptima, pero está claro que marcó un hito que queda en la historia. En el fútbol argentino cuesta mucho lograr un título y muchas veces no le damos trascendencia, pero yo camino el mundo y todos me valoran muchísimo que haya salido campeón con Central.
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Cuando terminó la final te sentaste en el banco, tomaste agua. ¿Qué se te vino a la cabeza cuando viste a los jugadores festejando en la cancha y a los hinchas enloquecidos en las tribunas?
Fue una satisfacción enorme ver la alegría que tenía la gente. Me tocó salir campeón muchas veces y con la emoción uno se pierde, por eso me tomé un tiempito para disfrutar todo, para tomarlo de otra manera.
¿Compraste el “mercho” que te pidió Campaz?
Ja, ja. No, son bromas que hacíamos con Jaminton, pero era algo entre nosotros. El Bicho te pedía siempre cosas, pero era un juego. Con todos sigo teniendo una muy buena relación.
¿A un año del título, qué tenés para decirle al hincha?
Que son cosas que quedan en la historia. Cuando uno logra un campeonato hay un antes y un después, me pasó como futbolista y como entrenador. Es un logro importante. Cuando fue lo de 2013 fue para devolver al equipo a primera porque no podía tener otro año en el Nacional B. Algunos pueden no darle la importancia que se merece, pero para mí eso también fue un antes y un después. Lo que puedo decirles es que cuando tenés un logro de este tipo hay que disfrutarlo.