En el fútbol, las sociedades suelen ser determinantes, por mínimas que sean. Thiago Almada y Julián Álvarez demostraron en estos partidos de la selección que cuando se juntan pueden ser implacables. En Uruguay, pase de la Araña para Thiago y gol. Ahora en el Monumental, asistencia del ex-Vélez para el ex-River y gol.
A esta altura el equipo de Lionel Scaloni está demostrando que el funcionamiento colectivo está más allá de las individualidades, aunque todo forme parte de lo mismo, que un elemento sea complemento del otro.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/LigaAFA/status/1904688739366150161&partner=&hide_thread=false
Aquel gol de Thiago Almada en el Centenario, frente a Uruguay, fue el que selló el triunfo del seleccionado argentino frente al equipo de Marcelo Bielsa. Este de Julián Álvarez el que puso rápidamente a Argentina arriba en el marcador frente a Brasil.
La sociedad y el desequilibrio
Quizá sea una mera coincidencia, pero no lo parece. Porque fueron claras demostraciones de que en los últimos finales, donde el desequilibrio se torna fundamental, evidenciaron una buena simbiosis.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/LigaAFA/status/1903250846646743100&partner=&hide_thread=false
En un partido cerrado, aunque con una Argentina superior a Uruguay, Julián Álvarez se la cedió a Thiago Almada y el volante ofensivo metió un tremendo zapatazo, al ángulo. Inatajable.
Almada.jpeg
Thiago Almada convirtió el gol del triunfo en Uruguay. Ahora se convirtió en asistidor.
AP
Cuatro días después, contra Brasil, la sociedad fue la misma, pero con los roles invertidos y, vale aclararlo, con una verdadera asistencia por parte de Almada. Es que el jugador de Olympique de Lyon, tras recibir de Nicolás Tagliafico de cabeza, metió un pase filtrado para Julián Álvarez. La Araña recibió entre los centrales brasileños y, con un toque de fortuna, la pelota le quedó picando. Definió con un verdadero 9 frente al achique del arquero Bento.