Eugenio, el padre de Manuela Olmos, solo quiere que lo escuchen, y tiene mucho que contar. Su hija estaba el viernes 7 por la tarde a bordo de su moto con uno de sus cuatro hijos, una niña de seis años. Al llegar a la esquina de Casilda y Liniers, en barrio Ludueña, sufrió un accidente con un móvil policial. En ese instante dos versiones se impusieron; una es que Manuela chocó al patrullero, la otra es antagónica: que el patrullero atropelló a la mujer y a la niña.
Manuela falleció poco después en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, en tanto la niña fue operada de la cadera y tiene por delante unos meses en silla de ruedas hasta su recuperación, según le dijeron los médicos a Eugenio.
"A mi hija la atropellaron y el auto lo manejaba un gendarme, es decir que ni siquiera lo manejaba un policía y era un patrullero policial. Iba sin sirena y ni tocó bocina. Quiero que me escuchen y hacer Justicia. Yo vivo en Mendoza al 9000 y cuando me llamaron mis hijos para decirme del accidente fui hasta Ludueña y a la cancha de Tiro Federal, donde sé que se juntan los jefes de Gendarmería", relató.
"Ahí me dijeron que el gendarme que manejaba el auto estaba detenido en la 14ª, pero tenía que estar en la 12ª. Ahí empezaron las cosas raras, quieren tapar todo", dijo Eugenio con una mezcla de angustia y bronca.
El padre de Manuela dice tener "testigos y una grabación de un celular que muestra quién manejaba el móvil. Nos quieren hacer creer que mi hija se llevó el auto por delante y no fue así" .
La prueba de su angustia y su indignación es que "nadie nos llamó para decirnos qué pasó. Ni Fiscalía, ni la policía ni los gendarmes. Queremos Justicia y la vamos a conseguir", dijo el hombre.
En esta búsqueda para aclarar lo sucedido, la familia organizó para este martes, a las 18, una caminata en Casilda y Liniers en la que estarán los hijos de Manuela, de 11 meses, 6 años, 14 y 10, y su viudo.