El hincha de Rosario Central que en abril pasado arrojó un elemento contundente contra jugadores de Peñarol en el Gigante de Arroyito, durante un partido por Copa Libertadores, fue condenado a 2 años y 6 meses de prisión condicional. Se trata de Cristian Poratti, de 51 años, quien deberá cumplir una serie de reglas de conducta durante 3 años.
El episodio ocurrió el 4 de abril pasado, cuando Rosario Central disputó la primera fecha de la Copa Libertadores contra Peñarol de Uruguay. Una vez finalizado el partido, en medio de disturbios entre ambas hinchadas, Poratti arrojó un elemento contundente hacia el campo de juego donde todavía estaban los jugadores visitantes.
La Justicia comprobó que fue esa acción la que provocó que el jugador de Peñarol Maximiliano Olivera sufriera una considerable herida en una ceja. Lo que le ocasionó un corte severo que pudo verse en las imágenes televisadas.
Procedimiento abreviado
El fiscal Fernando Dalmau le atribuyó haber sido el autor del ataque, realizado desde la platea baja que da al río Paraná. En el marco de un procedimiento abreviado, la jueza Hebe Marcogliese homologó el acuerdo entre la acusación y la defensa del imputado, y dictó la sentencia a 2 años y 6 meses de prisión condicional.
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Además Poratti deberá cumplir una serie de reglas de conducta. Entre ellas fijas residencia y someterse al control del Patronato de Liberados o la Agencia de Control de Penas no Privativas de la Libertad. También deberá acreditar un medio de vida lícito y realizar trabajos no remunerados en beneficio de una entidad de bien público, lo cual se resolvió que hará en el club infantil "Los Unidos" durante un total de 80 horas. En cuanto a su actividad como socio de Rosario Central, el condenado no podrá ingresar al club por 3 años.
Bombas y proyectiles
Todo continuó en la popular baja de Génova con los hinchas de Peñarol y Central separados por un frágil pulmón de unos 15 metros y dos líneas de policías de infantería de la policía rosarina. Pero la lluvia de proyectiles, en el mejor de los casos, no cesó en ningún momento. A los 46 minutos del primer tiempo Carlos Quintana puso en ventaja a Central en un partido en el que se respiraba Libertadores.
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Mientras en la popular de Génova la mayoría festejaba, desde la parte inferior hinchas de Peñarol arrojaron al menos una bomba de estruendo a la bandeja superior que cayó a la altura de la tercera boca den ingreso. Un nene que estaba junto a su papá resultó herido. El muchacho llevó al nene hasta la ambulancia de la cancha donde le dieron cuatro puntos de sutura en dos cortes. “Me cayó una bomba al lado, que hizo una onda expansiva tan fuerte que creí que me había lastimado la pierna”, confió entonces Juan, un socio canalla de 20 años.
Y llegó el final tras cinco intensos minutos de tiempo añadido. No sin tensión los jugadores visitantes fueron a saludar a sus hinchas ubicados en el codo en medio de una lluvia de proyectiles entre parcialidades en el exacto momento en el que la Infantería comenzaba a arrear a los visitantes. La escena se dio en el vértice que da a Avellaneda y Génova. Del lado de la popular, a la altura del córner, hay una paneles de acrílicos para evitar agresiones. De ese costado de la platea del río, es a cielo abierto. En medio de un tumulto entre jugadores Cristian Poratti arrojó un objeto contundente que impactó en Maxi Olivera y le cortó la cara.