La Fiscalía denunció que el asesinato del chofer de la línea 116 fue ejecutado por dos menores por una orden desde la cárcel de Piñero.
Foto: Alfredo Celoria / La Capital
El crimen ocurrió el 2 de diciembre en la esquina de Eva Perón y Cullen.
Hace poco más de un año, Rosario quedó en shock por el asesinato del colectivero César Roldán para difundir un mensaje mafioso desde la cárcel de Piñero. La hipótesis fue ratificada oficialmente este miércoles en la primera audiencia imputativa sobre el caso y Andy Benítez apareció en el rol de presunto autor intelectual.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) identificó al recluso como instigador de un asesinato al voleo en el marco de un conflicto entre bandas. El fiscal Gastón Ávila denunció que el ataque fatal fue perpetrado por dos menores de edad bajo las órdenes del líder de una organización dedicada al narcomenudeo en los barrios Ludueña y Empalme Graneros.
El chofer de la línea 116 falleció el 2 de diciembre de 2023, cuando lo balearon en la esquina de Eva Perón y Cullen. Trece meses después, los investigadores le atribuyeron esta ejecución al jefe de una franquicia de Los Monos y detectaron su intervención con el mismo rol en otros seis homicidios previos cometidos desde fines de 2021, incluido un triple crimen en la zona oeste.
Según la evidencia presentada por la Fiscalía Regional 2, dos adolescentes fueron a matar al colectivero aquel sábado a la tarde con el objetivo principal de visibilizar un mensaje para otro preso. Uno de ellos se acercó a pie y el segundo lo esperó en una bicicleta sobre la mano de la avenida que va hacia el oeste.
Fuentes judiciales afirman que Andy Benítez ordenó la ejecución desde la Unidad Penitenciaria 11 y César Luis Roldán se convirtió en una víctima inocente, ya que no tenía ninguna relación con las organizaciones en pugna. Además de reclutar a los asesinos, el preso aliado a Mauro Gerez se encargó de proveer los elementos necesario para el asesinato en la zona oeste de Rosario.
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Llegada la hora del golpe, uno de los menores de edad hizo un gesto para parar el colectivo. El chofer de 43 años detuvo la marcha y el falso pasajero le disparó con un arma de fuego calibre 9 milímetros que llevaba escondida entre la ropa.
Luego de las detonaciones, el tirador arrojó dentro del ómnibus una nota que decía entre otras cosas: "Dejá de hacerte cuidar por la policía". El principal destinatario de la amenaza era Valentino Barjacoba, un sicario que ya estaba tras las rejas y perteneció a la banda de Alan Funes. El joven fue condenado a 11 años de prisión hace unos días en un juicio abreviado y aceptó su responsabilidad penal como miembro de la asociación ilícita.
Además del caso de Roldán, el MPA imputó a Andy Benítez por un triple crimen narco en México al 1700. En este caso, el fiscal Alejandro Ferlazzo denunció que el recluso armó una emboscada como parte de un plan para dominar la venta de drogas en la zona.
De acuerdo a esta hipótesis, Yamil Zappala citó a una de las tres víctimas el 12 de noviembre de 2021 con la excusa de entregarle dinero. Maximiliano González (28) salió a esperarlo en la vereda cerca de las 20 y dos delincuentes en moto le dispararon al menos 13 veces mientras estaba con otras personas. El joven falleció al igual que Aarón Aguirre (21) y Fabricio Marequi, mientras que otra víctima sufrió lesiones graves.
El capítulo siguiente de la saga de crímenes ocurrió el 29 de diciembre de 2021 en Garzón al 100. Un menor de edad y su acompañante asesinaron esa noche a Vicenta Muñoz con el mismo modus operandi: una ráfaga de balazos desde un vehículo de dos ruedas. "Tita" tenía 46 años, vendía droga en ese lugar y falleció horas más tarde en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
Un mes más tarde, un adolescente de 17 años murió por otro ataque a balazos en el barrio Ludueña. Williams Rillos (15) fue acribillado el 25 de enero de 2022 en Casilda al 5900. El último homicidio atribuido a Benítez fue el de Mauro Fleita, un joven ejecutado el 16 de mayo del mismo año en la esquina de Felipe Moré y Juan José Paso.
Unos 25 carteles fueron colgados a lo largo de 4 kilómetros por calle Italia. Es la ruta que la destinataria toma todos los días rumbo a su trabajo.
Por Ariel Etcheverry