La calma relativa que supone la disminución de los homicidios en Rosario, reflejada en cifras bajísimas durante agosto y septiembre, se trastocó este miércoles con el asesinato de Samuel "Gordo Samu" Medina. Se trata del yerno de Máximo Ariel "Guille" Cantero, líder de Los Monos, lazo que por sí mismo hace más compleja una investigación todavía incipiente y las lecturas posibles sobre lo que pueda decantar de este crimen.

Oficialmente no trascendieron posibles móviles detrás del crimen de Medina, que tenía 24 años y sobre quien se conocía muy poco. Lo cierto es que apenas tenía una condena de 2 años de prisión condicional por haber sido identificado como uno de los jóvenes que en enero de 2021 posó con el músico Zaramay manipulando armas de guerra. Luego fue mencionado en distintas investigaciones pero sin ser acusado formalmente. Era muy cercano a la familia Cantero desde chico y uno de sus domicilios era precisamente en el barrio La Granada, de donde son originarios Los Monos. Gozaba de un privilegio imposible para gran parte de su círculo más cercano: la libertad.

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En el auto donde lo mataron encontraron dos entradas del partido que horas antes Rosario Central le había ganado a Vélez Sarsfield, por lo cual se investiga si al momento de ser asesinado regresaba de la cancha. Versiones no oficiales indican que el crimen pudo ocurrir en el marco de un conflicto con la barra brava.

Armas y redes sociales

Son muy significativas las fotos más conocidas de Medina con Zaramay. En las dos tiene la cara parcialmente cubierta por una remera y posa con armas de fuego: una pistola 9 milímetros en una y en otra una ametralladora. A su lado, en ambas, además del artista, está Uriel Luciano "Lucho" Cantero, hijo del asesinado líder de Los Monos, Claudio "Pájaro" Cantero. Las fotos corresponden a una publicación que el trapero había hecho en sus redes sociales en enero de 2021, tal vez sin saber que le costaría una imputación por intimidación pública y un mes de prisión preventiva.

En el ámbito más íntimo hay otras fotos de Medina. En algunas posa con su novia Paula, hija de Vanesa Barrios, pareja de Guille Cantero, ambos presos bajo un cúmulo de acusaciones relacionadas a las actividades ilegales de Los Monos. En otras está junto a Lucho Cantero después de cenar en Rock&Feller's, pero eran otros tiempos: el hijo del Pájaro todavía era menor, no estaba preso y faltaban unos años para que se alejen por problemas personales. Más acá en el tiempo al Gordo Samu se lo ve con un numeroso grupo de hinchas de Rosario Central en la previa de un partido.

El crimen

Un poco de cada uno de esos aspectos ronda ahora el asesinato de Medina, ocurrido el martes casi a la medianoche en la zona norte de Rosario. Precisamente en la intersección de la colectora Juan Pablo II y José María Fernández, a poca distancia de la casa donde vive la madre de la víctima.

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La información preliminar indicó que Medina iba en un Volkswagen Polo color blanco junto a Mateo Dantur, de 18 años y familiar de la víctima, cuando una moto se les puso a la par y un gatillero comenzó a disparar con una ametralladora. Al menos 16 balazos dieron en Medina, quien murió en el acto, mientras que al otro chico un disparo le rozó el brazo.

Para la causa que quedó a cargo del fiscal Luis Schiappa Pietra, en la escena del crimen la Policía de Investigaciones (PDI) levantó 16 vainas servidas calibre 9 milímetros. Dentro del auto encontraron 35 mil pesos, una cadena y unos anillos de oro y dos entradas para el partido que hacía pocas horas Rosario Central le había ganado a Vélez Sársfield en el Gigante de Arroyito.

Incertidumbre

Son pocas horas de investigación con una víctima que puede tener varios frentes conflictivos abiertos. Uno de ellos, por versiones de calle, lo ubicó como parte de un grupo de hinchas de Rosario Central que buscaba ganar poder en el paravalanchas.

En ese marco es que una versión, no confirmada oficialmente, ligó el crimen de Medina a una represalia por esa disputa. Lo que encuentra un argumento en el rumor que liga al joven asesinado al ataque a tiros sufrido por el jefe de la hinchada, Andrés "Pillín" Bracamonte, el 10 de agosto pasado tras el clásico con Newell's. Pero la historia criminal de Rosario enseñó la complejidad de este tipo de murmullos: pueden buscar encaminar una investigación o bien desviarla.

Todavía no se pudo confirmar siquiera si Medina había asistido al partido de Rosario Central, más allá del hallazgo de las entradas en su auto. En paralelo a la investigación que busca esclarecer el crimen hay quienes temen lo que pueda venir. Fuentes consultadas apelan a las herramientas a mano para trabajar sobre las posibilidades abiertas que dejó este hecho, concretamente el riesgo de una venganza que genere más violencia.

Menciones en varias causas

Por las fotos con Zaramay mostrando armas de guerra, Medina había firmado en un juicio abreviado la pena de 2 años de prisión condicional. Por fuera de esa formalidad la imagen significó una radiografía de la nueva generación de Los Monos: en ella Medina aparece junto a Lucho, por encima del resto, en un lugar de relevancia. Además del acceso a armas, se ostenta su influencia en artistas del rubro urbano que, como en el caso de Zaramay, retratan en sus letras lo que viven los otros protagonistas de la foto.

Además de esa causa Medina fue mencionado en otras investigaciones. En noviembre de 2023 se lo vinculó a una gomería de Seguí al 3400 que fue baleada y ocasionó que un vendedor de comida que llegaba al lugar recibiera un balazo. Meses después, el 16 de enero de 2024, en el mismo local fue asesinado Ramón de la Cruz Navarro, un hombre de 56 años que según trascendió en aquel momento estaba allí como cliente cuando fue atacado. Los sicarios dejaron un papel con un mensaje: "Gastón dejá de amenazar a Pullaro".

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En paralelo Medina aparecía en una investigación por extorsiones que tiene imputado, entre otros, a Guille Cantero y Vanesa Barrios, la madre de la novia del joven asesinado. Una causa que los ubica como quienes estuvieron detrás de las intimidaciones a tiros por las cuales el dueño de un minimarket de Mendoza y Matienzo, zona oeste de Rosario, entregó el local.

Ese comercio, según la investigación, quedo en manos de la pareja de Medina, quien fue imputada junto a su madre, Guille Cantero y dos personas que figuraban como titulares registrados. Al lado de ese local había una carnicería ligada a Medina, sobre quien no recayó una acusación formal, pero sí la sospecha de que era una parte necesaria del blanqueo de dinero proveniente del delito.