Los allegados de la hincha de Central asesinada habían insistido en que Damián Reifenstuel estaba en el país vecino. Finalmente, fue capturado
La familia de Ivana Garcilazo no se dio por vencida
El crimen de Ivana Garcilazo conmovió a Rosario. La hincha de Central fue asesinada de un piedrazo en la cabeza el 30 de septiembre de 2023 en Ovidio Lagos y Montevideo, cuando regresaba del clásico con Newell's en el Gigante de Arroyito. Por el hecho fueron imputados dos hinchas del club del Parque y un tercero, Damián Reifenstuel, quedó prófugo hasta que este martes fue detenido en Bolivia.
A casi un año y medio del hecho, su familia nunca dejó de pedir justicia. "No puede pasar más que te maten por llevar una camiseta", repitió infinitamente Silvina, hermana de la joven y referente del reclamo familiar. El rostro de Ivana continuó apareciendo en el Gigante de Arroyito en cada partido de Central.
A comienzos de noviembre de 2023, cuando trascendió la noticia de que Reifenstuel había escapado a Bolivia, su familia decidió ir por sus propios medios al país vecino. Para entonces ya se había activado la búsqueda de Interpol, y los allegados de Ivana recorrieron las calles de Santa Cruz de la Sierra para difundir la búsqueda y pedir colaboración en los medios de comunicación.
Silvana, la hermana de Ivana, filmó un video desde la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y lo difundió a través de las redes sociales. Contó que decidieron viajar por su cuenta, ya que "varios testigos argentinos les indicaron que Damián Reifenstuel estaba en Santa Cruz". Imprimieron, junto a los amigos y la familia de la joven, folletos con la cara del acusado para visibilizar el caso y que para que "la gente de Bolivia los ayude como los ayudaron allá en Argentina, porque ven que de otra manera no van a lograrlo".
"Vendimos nuestros negocios y en Argentina se están haciendo rifas para recaudar fondo. Lamentablemente tuvimos que endeudarnos mucho para poder viaja, porque no recibimos ayuda de nadie de los que tienen que ayudarnos", agregó.
El abogado de la familia Garcilazo, Marcos Cella, destacó en diálogo con La Capital que es "un viaje hecho a pulmón, en un vehículo particular y con mucho corazón". "Están buscando atrapar a este tipo prófugo para que no se repita a otro (Sebastián) Pira en Rosario. Con mucho esfuerzo la familia llegó a Santa Cruz de la Sierra y se contactó con algunos testigos que lo vieron con un perro y bueno, a partir de ahí todo a pulmón fueron alojados por la hospitalidad de la gente y están trabajando arduamente en identificación y captura de Reifenstuel", indicó.
Ivana Garcilazo tenía 32 años cuando en el anochecer del sábado 30 de septiembre de 2023 fue atacada con un piedrazo en la esquina de Montevideo y Ovidio Lagos. La joven, hincha de Central, circulaba en moto hacia su domicilio luego de haber presenciado el clásico donde Central venció 1 a 0 a Newell's con un gol de Ignacio Malcorra de tiro libre en el complemento.
Regresaba con Daniel, su pareja, por el camino habitual a su casa, cuando fueron atacados por al menos tres personas que estaban en la ochava de Lagos y Montevideo arrojando piedras. Pasadas las 19.30 en la zona no había control policial, pero sí fanáticos leprosos. Una baldosa, como un rayo fatal, dio en la cabeza de Ivana, que cayó pesadamente y murió sobre el asfalto.
Según explicó el ministro de Seguridad de ese momento, Claudio Brilloni, el puesto policial más cercano estaba a unos 600 metros, en inmediaciones del ingreso al Coloso Marcelo Bielsa.
Si bien Ivana circulaba con ropa de Central, no iba haciendo ningún gesto de provocación. La joven fue atacada con una baldosa que le impactó sobre el lado derecho de su cara y la mató. El informe de autopsia indicó que al caer sobre el pavimento estaba muerta por la brutalidad del ataque. Aunque el fiscal entendió que los tres arrojaron piedras, varios testigos identificaron a Reinfestuel como la persona que arrojó el piedrazo mortal.
Ariel Matías Cabrera fue el primer imputado por el asesinato. El hombre fue acusado por el fiscal Gastón Avila como coautor del delito de homicidio agravado por ser cometido en ocasión de espectáculo deportivo. El juez Florentino Malaponte aceptó la calificación esgrimida por la Fiscalía y dispuso para Cabrera la prisión preventiva por el plazo de ley, es decir, al menos dos años.
Uno de los testimonios más determinantes en los que se apoyó Avila fue la denuncia que hizo Marianela, la novia de Cabrera. La mujer convivió diez años con el acusado y con él vivía en Ybarlucea. Se enteró de que Cabrera había participado del ataque a Ivana al verlo en las imágenes difundidas por el Ministerio Público de la Acusación a los medios el lunes 10 de octubre. Al verlo la mañana del martes 11 lo reconoció de inmediato y lo llamó al celular. Habían pasado diez días del crimen de Ivana. “Sos vos”, le dijo. Contó Avila que la mujer agarró sus cosas y se fue de la casa llorando a Rosario sin saber cómo actuar. “Todo lo que atiné a hacer fue mandarle el link del video por Whatsapp”, dijo la mujer según la lectura del fiscal.
En medio del diálogo, Marianela le preguntó a su pareja por qué no le había contado nada. “Tenia miedo de que te enojaras”, le respondió Cabrera. “Te das cuenta que es como te dije siempre. Vos y esos amigos que tenés tiene cuarenta años al pedo”, le respondió la mujer, en la sensación de que toda su vida se derrumbaba. La mujer le cortó la comunicación y le dijo a su cuñada que si Ariel no se entregaba el martes a la noche ella lo iba a denunciar. Cosa que hizo.
Tras la detención de Cabrera, se continuó con la búsqueda de Damián Reifenstuel, el otro docente sindicado como presunto autor del crimen de Ivana por un año y medio.
El tercer sospechoso de haber participado en el crimen de la hincha de Central Ivana Garcilazo se presentó a mediados de octubre de 2023 junto a su abogado particular en la sede de la Agencia de investigación Criminal (AIC). Se trata de Juan José M., apodado "Tuerca".
Según la causa, el tercer sospechoso miró el clásico junto a Cabrera y Reinfestuel en un domicilio de Catamarca e Iriondo y después los tres se dirigieron caminando hasta Ovidio Lagos y Montevideo, donde comenzaron a tirar baldosas a automovilistas y motociclistas identificados con Rosario Central.
A diferencia de Cabrera y Reifenstuel, cuyas imágenes (en video y fotos) e identidades fueron expuestas públicamente por la Fiscalía con la finalidad de capturarlos, para llegar a Tuerca se realizó una investigación a la vieja escuela basada sobre testimonios, entre ellos el de la novia de Cabrera quien al conocer que su pareja de diez años había participado del ataque lo denunció ante la policía y la Fiscalía.
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