Se trata de Alejandro Ferlazzo, quien venía investigando los asesinatos del jefe de la barra de Central y de uno de sus laderos en noviembre pasado. La decisión fue tomada por el fiscal regional de Rosario. Aseguran que se trata de una redistribución de tareas
Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Pillín Bracamonte, jefe de la barra brava de Rosario Central, y su ladero Raúl Attardo, fueron asesinados a tiros el 9 de noviembre.
A casi tres meses del asesinato de Andrés Pillín Bracamonte, el líder de la barrabrava de Rosario Central, y su ladero Daniel "Rana" Attardo, en inmediaciones del Gigante de Arroyito, separaron de la investigación al fiscal Alejandro Ferlazzo, de la unidad de Homicidios.
La decisión fue tomada por el fiscal regional de Rosario, Matías Merlo. Se trata de una resolución interna vinculada con la carga de trabajo que tiene actualmente Ferlazzo y, según trascendió, ciertas discrepancias sobre cómo llevar adelante algunos pasos procesales dentro del grupo de trabajo.
Cabe recordar que el fiscal estaba de turno ese 9 de noviembre y luego se incorporaron a la causa los fiscales Georgina Pairola y Luis Schiappa Pietra.
Según pudo averiguar La Capital, fuentes de Fiscalía desmintieron cierta versión que indica que no compartía información y argumentan que se trata solo de una redistribución de tareas.
El fiscal apartado continuará trabajando en la Unidad de Homicidios Dolosos y la investigación sobre el asesinato de Pillín Bracamonte y Daniel "Rana" Attardo la continuarán Pairola y Schiappa Pietra.
Andrés Bracamonte y Daniel Attardo fueron acribillados a balazos poco después del partido de Rosario Central y San Lorenzo. Estaban detenidos dentro de una pick up en la esquina de Avellaneda y Reconquista y había una gran cantidad de testigos alrededor, pero hasta ahora no hay imputados sospechados por el doble crimen sino por algunas conducta de encubrimiento.
La primera audiencia vinculada al caso se llevó a cabo el 26 de diciembre. Desde entonces hay tres personas en la mira por el hurto del celular del "Rana" y dos de ellas se encuentran bajo prisión preventiva efectiva.
El teléfono Xiaomi Redmi Note S9 estaba dentro de una riñonera con cadenas de oro y llaves del domicilio del conductor de la Chevrolet S10. Los fiscales denunciaron que Leopoldo "Pitito" Martínez, otro referente en la tribuna auriazul, se llevó estos objetos en la puerta del Hospital Centenario y se los dio a su primo Marcelo. La última en la fila del pasamanos para ocultar el dispositivo fue Leila Navarro, hija del fallecido barra brava Julio "Cara de Goma" Navarro.
En los primeros días posteriores al doble homicidio se encendieron los rumores de un ataque planificado por Los Menores. Un mes más tarde quedó preso Lisandro "Limón" Contreras, presunto miembro de la banda, pero la audiencia imputativa no dio señales ni pistas concretas de una conexión con el asesinato que estremeció a la ciudad.
En primera instancia, la Fiscalía Regional 2 solicitó la preservación de los restos como parte de la investigación de doble crimen del líder canalla y Daniel "Rana" Attardo. Si bien la autopsia se llevó a cabo sin mayores demoras en el Instituto Médico Legal (IML), el informe final del examen forense y otras medidas demandaban algo más de tiempo.
Fuentes oficiales le confirmaron a La Capital que hasta el último viernes no había ningún pedido del Ministerio Público de la Acusación (MPA) contra la inhumación u otra ceremonia fúnebre con el cuerpo. Sin embargo, el reclamo de una supuesta hija de Pillín llevó a la Justicia a sostener su conservación en el cementerio ubicado al oeste de Rosario.
El juicio de filiación trascendió a partir del homicidio cometido el 8 de noviembre y no es el único frente de conflicto legal en el círculo íntimo del jefe de la barra brava. Después del ataque mafioso, su última pareja fue imputada por lavado de activos y el fiscal Miguel Moreno secuestró el teléfono celular de Andrés Guillermo "Andy" Bracamonte, el hijo de la víctima.
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Después de la primera etapa de investigación del asesinato, el destino de los restos del líder canalla parece haber quedado atado a una nueva decisión de la Justicia. El conflicto asoma como una excepción a la regla a la hora de reconocer a un heredero.
Según un funcionario especializado del fuero local, la primera opción para comprobar el vínculo es un análisis de ADN en comparación con las muestras de un pariente; cuanto más cercano en el árbol familiar, mejor. Desde la última reforma del Código Civil y Comercial, la exhumación pasó a ser uno de los últimos recursos. En este caso, el cuerpo ni siquiera fue enterrado porque los deudos quieren cremarlo.
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