La causa por el secuestro del empresario entrerriano Gastón Tallone, cuya familia pagó un rescate de 65 mil dólares y continúa desaparecido, sumó un nuevo acusado con la detención de un condenado por un célebre caso de narcotráfico a España. Se trata de Gustavo Juliá, hijo de un militar y ligado a varias causas penales, a quien le secuestraron dos teléfonos celulares. La pata local del caso quedó expuesta la semana pasada cuando un fiscal federal solicitó imputar en el secuestro a dos hinchas de Newell’s presos por las amenazas a familiares del jugador de la selección de fútbol Angel Di María.
El empresario Gastón Tallone, de 51 años y ligado al puerto de Concepción del Uruguay, está desaparecido desde el 8 de julio pasado. Ese día fue emboscado en el barrio porteño de Almagro, cerca de un hotel. Según la investigación de la fiscal entrerriana Josefina Minata y de Santiago Marquevich, de la Unidad Especialidad en Crimen Organizado, allí fue citado y cercado por dos autos. Su familia pagó un rescate de 65 mil dólares por su liberación en una estación de servicio del barrio porteño de Belgrano, aunque el empresario continúa desaparecido.
Luego se determinó que estuvo cautivo al menos una noche en un rancho de la localidad de Benavídez, en el partido bonaerense de Tigre. Allí se encontraron rastros de ADN del empresario. La vivienda pertenece a quien fuera socio de la víctima, el abogado José Alberto Tomás Uriburu, uno de los detenidos y procesados en la causa junto a Juan Carlos Miró, socio de este último y presunto “entregador” al servicio de los captores.
Conflicto en el puerto
La teoría de los investigadores indica que Tallone y Uriburu estaban enfrentados por un conflicto en la Terminal Puerto Concepción del Uruguay (TPCU). Un año antes, ambos habían recibido amenazas firmadas por "la mafia" en reclamo de un cargamento de droga perdido allí. La mercadería valía alrededor de 500.000 dólares y los fiscales creen que ese trasfondo estaría detrás del secuestro del empresario.
La hipótesis judicial es que Miró convocó a la víctima al lugar del secuestro, adonde dos de los captores llegaron desde Rosario en un auto Volkswagen Gol. La semana pasada solicitaron la extradición de los barrabravas de Newell’s Alejandro “Rengo” Ficcadenti y Sergio Gabriel “Bebe” Di Vanni, detenidos por los atentados contra Ángel Di María y su familia. Se sospecha que serían los rosarinos que participaron del plan para secuestrar a Tallone. Un juez local negó el traslado, lo que no impide que sean imputados a distancia por videoconferencia.
En ese marco, este fin de semana trascendió la detención de Gustavo Juliá, quien cumplió una condena a 13 años de cárcel por el tráfico de 944 kilos de cocaína a España en un caso que se conoció como el “narcojet”. La detención se produjo el pasado domingo 22 de diciembre en la localidad bonaerense de Martínez y el operativo estuvo a cargo de agentes de la Policía Federal que secuestraron dos teléfonos celulares.
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Juliá es hijo del fallecido brigadier argentino José Juliá, jefe de la Fuerza Aérea Argentina durante la presidencia de Carlos Sául Menem. En agosto del año pasado había sido detenido en Vicente López en el marco de una causa que investiga el contrabando de oro a Estados Unidos. Antes había estado preso en Europa, donde cumplió una condena a 13 años de prisión al igual que su hermano Eduardo el ingreso de casi una tonelada de cocaína a España en un jet Bombardier Challenger 604 que aterrizó el 2 de enero de 2011 en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona.
Según trascendió de fuentes judiciales, la sospecha es que Juliá habría aportado el auto en que se trasladó a Tallone, ya que se encontró una oblea de peaje a su nombre.
Los Monos, en el radar
Además de los dos barras de Newell’s, en la investigación sobrevuela el nombre del rosarino Ariel “Guille” Cantero por una probable intervención en la organización de la emboscada. Aunque no está formalmente expuesto en el expediente, existe una conexión Ficcadenti y Di Vanni en el historial de batalla por el control dentro de las tribunas rojinegras.
Los dos hinchas leprosos están imputados por orquestar las amenazas dirigidas a Di María en Funes con el fin de tomar el liderazgo de la barra. Además, el "Rengo Fica" fue a la cárcel de Marcos Paz el 20 y 22 de enero para ver al líder de Los Monos.
El jueves pasado el juez Pablo Pinto desestimó el pedido de las autoridades porteñas de otorgar la extradición de ambos porque los mensajes mafiosos a la familia de “Fideo" fueron previos al secuestro. De manera que permanecerán en la cárcel de Piñero, bajo la órbita del Servicio Penitenciario provincial, lo que no impide realizar la indagatoria mediante conexión virtual.